La Legislatura aprobó el presupuesto 2021 en la última sesión del año. Además hubo luz verde para dos controvertidos convenios urbanísticos en Puerto Madero y frente al Campo Argentino de Polo. Si bien no había dudas de que Horacio Rodríguez Larreta tenía los votos, la tensión entre Nación y Ciudad se trasladó al recinto.
Es que el parlamento votó el primer presupuesto luego de la poda que aplicó Alberto Fernández por decreto y el Congreso por ley. Los argumentos del oficialismo se enmarcaron en torno a la rivalidad con la Casa Rosada, mientras que en la oposición la referencia permanente fue a la palabra “ajuste”.
Claudio Romero, del PRO, fue uno de los más vehementes. “El gobierno nacional aplica sobre la Ciudad una política de alineación forzada, basada en el látigo y la billetera pretendiendo avasallar su autonomía y ponerla de rodillas”, rechazó el titular de la Comisión de Hacienda en la presentación del proyecto. Su compañera de bloque Lucía Romana rechazó la idea de que la Ciudad no sea solidaria con el resto del país y destacó que aporta el 23% de los recursos nacionales y recibía hasta este año el 3,5%.
Cómo explicó LPO, el recorte de Nación se tradujo en la paralización o ralentización de las principales obras proyectadas para 2021 y en acuerdos paritarios que difícilmente le ganen a la inflación. Es que a la baja de 2,5% de la coparticipación se le sumó la pandemia que afectó las arcas de la Ciudad.
“El gobierno nacional aplica sobre la Ciudad una política de alineación forzada, basada en el látigo y la billetera pretendiendo avasallar su autonomía y ponerla de rodillas”, rechazó el titular de la Comisión de Hacienda, Claudio Romero en la presentación del proyecto. Su compañera de bloque Lucía Romana rechazó la idea de que la Ciudad no sea solidaria con el resto del país y destacó que aporta el 23% de los recursos nacionales y recibía hasta este año el 3,5%.
El gobierno porteño aplicará un impuesto del 1,2% a todas las compras con tarjeta en el distrito y además subirá de 7 a 8% la alicuota de Ingresos Brutos que pagan los bancos. A pesar de las amenazas de Nación no dará marcha atrás con el impuesto a las Leliq.
“Este año Nación le giró a la Ciudad 992 mil millones de pesos y le transfirió 916 mil millones de pesos en distintas prestaciones. ¿De qué hablan cuando dicen que la Nación le quita recursos a la Ciudad? El discurso de ustedes es hablar mal del gobierno nacional y tapar los últimos cuatro años”, señaló el jefe de bloque del Frente de Todos y principal representante de Alberto en el parlamento, Claudio Ferreño.
“En la Ciudad no tenemos la maquinita para imprimir billetes de colores como la Nación. Este robo a los porteños es obvio que es una decisión política de Cristina Kirchner para poner de rodillas a la Ciudad”, se quejó Facundo del Gaiso, de la Coalición Cívica.
María Rosa Muíños, del Frente de Todos, apuntó contra el gobierno capitalino que por segundo período consecutivo el gobierno mandó con retraso el proyecto de Presupuesto. Además criticó el incremento de la planta administrativa de gobierno, incluso durante la pandemia.
“El enfrentamiento político por un potencial candidato a presidente no puede redundar en recortes a los presupuestos públicos, tiene que haber un límite. Es esta idea de que el Estado les pertenece y pueden hacer cualquier cosa”, señaló el radical Martín Ocampo.
La diputada del PTS-FIT Alejandrina Barry aseguró que se trata de un Presupuesto “de ajuste” que “le da la espalda a los trabajadores y en especial a los trabajadores de la Salud”. Gabriel Solano también habló de ajuste y dijo que estaba encadenado. Que pasaba de la Nación a la Ciudad y del gobierno porteño a los vecinos y trabajadores.
“Los porteños van a tener que soportar el ajuste y la aplicación de nuevos impuestos por un presupuesto provisorio, esperando que la Corte resuelva el problema. Es de una gravedad enorme. La Nación se quedó con plata de golpe, primero con un decreto nos quitaron una parte, y hoy, con una Ley, nos sacó más, además de desconocer a la Ciudad como parte de la coparticipación. Esperamos que la Corte se expida pronto”, dijo a su turno Sergio Abrevaya del GEN.
Además la Legislatura rezonificó dos terrenos que habían salido al mercado de subastas públicas con una capacidad constructiva menor. Las empresas pagarán 2,5 y 1,3 millones de dólares al distrito capitalino y aumentarán los metros cuadrados a construir en sus terrenos.
Uno de los principales puntos que defendió el oficialismo para aprobar el nuevo Código Urbanístico y de Edificación fue el fin de las torres en la Ciudad. El otro apuntaba a terminar con las excepciones para las construcciones en territorio porteño. Sin embargo durante la pandemia el gobierno autorizó más de 900 excepciones.
Una de ellas estará en Puerto Madero sobre un terreno adquirido por Profidu S.A., Mitre Construcciones S.A. y Pedro Lionel Marsiglia tras varias subastas fallidas organizadas por la Corporación Puerto Madero. En ese lugar, cercano al Dique 4, autorizaron hasta 140 metros de alto. Cuando se subastó, la altura máxima era 29,5 metros. Desde la Ciudad aseguran que la capacidad constructiva es la misma y solo cambia la morfología.
El otro convenio involucra a las empresas Kilómetros SA y Arkinver SA que adquirieron los terrenos frente al Campo Argentino de Polo donde funcionaba la Sastrería Militar. A cambio de permitir una construcción de 96 metros de altura la Ciudad recibirá una plaza de 6 mil metros en un terreno inundable a metros de los bosques de Palermo y 2,5 millones de dólares.
Fuente: La Política Online