Después de la reunión que mantuvo con Santiago Cafiero, la flamante ministra de Salud, Carla Vizzotti, hizo un importante anuncio: el millón de dosis de Sinopharm que llegará entre el jueves y la semana que viene al país será para uso exclusivo del personal docente. El resto de la población activa de la campaña de vacunación que comenzó en diciembre continuará siendo inoculada con las vacunas de Oxford AstraZeneca y el refuerzo de la Sputnik V que se espera para marzo. Sin embargo, esa no fue la única definición de la funcionaria, quien comenzó a cincelar contrarreloj su nueva hoja de ruta tras la renuncia de Ginés González García.
Según pudo confirmar BigBang, una de las primeras medidas de Vizzotti como ministra es la creación de una Comisión cuyo objetivo será “monitorear el cumplimiento de la norma que estará integrada por representantes de Unicef, la Defensoría del Pueblo de la Nación, la Comisión Nacional de Inmunizaciones, el Congreso de la Nación, el Comité de Bioética y la Organización Panamericana para la Salud (OPS”, precisaron fuentes de la cartera sanitaria.
Además, la ministra dispuso que a partir de ahora la vacunación de los funcionarios -quienes están incluidos en el denominado grupo de “personal estratégico”- deberán “especificar los alcances de su función, el grado de exposición y el riesgo de su desempeño”. Lo que Vizzotti busca con esto es establecer reglas claras para la vacunación de funcionarios -tanto a nivel nacional, como a nivel provincial- y evitar así los grises y las vacunaciones a trabajadores del Estado que no se encuentran en riesgo directo.
La decisión llega después de que el propio Gobierno divulgara el listado completo de las personas que fueron vacunadas en el Hospital Posadas y en el Ministerio de Salud de forma discrecional por gestión del ahora ex funcionario. Entre ellos, se destacan algunas inoculaciones que fueron consideradas “innecesarias”, como fue el caso de Vera Voskanyyan (prensa y community manager de la cartera económica) y las de Jorge Enrique Taiana (senador nacional) y Eduardo Valdés, diputado nacional; estos últimos dos fueron “bajados” de la comitiva que acompaña al presidente durante su gira en México tras el escándalo.
Otro de los pilares de la campaña es que la vacuna “sólo se aplicará en establecimientos autorizados” y cada aplicación deberá ser notificada al Registro Federal de Vacunación Nacional, que se encargará de construir un “listado público” de actualización periódica. Hasta ahora, la reticencia a la publicación de la identidad de todos los vacunados en el país tenía un costado legal. Es por eso que se autorizó al Ministerio a “difundir a través de los medios de comunicación y/o poner a disposición de los y las ciudadanas que así lo solicitan la información”.
El reporte incluirá no sólo el nombre y el apellido de quien fue inoculado, sino que además se publicará su DNI, cargo/función, repartición, cuál fue la vacuna recibida, el número de dosis, la fecha de aplicación y el lugar de vacunación. “Las funciones ejercidas por los tomadores de decisión, en su calidad de personal estratégico, son relevantes para garantizar el adecuado funcionamiento del Estado. Prueba de ello es que generalmente son alcanzados por otras campañas de vacunación de la misma manera”.
Desde el Ministerio sostienen que la mayoría de los países del mundo han “reservado dosis para el personal estratégico de sus gobiernos” y fue la propia Vizzotti quien, en su primera entrevista tras jurar como ministra, explicó el debate político entorno a la inoculación de los funcionarios. “Fue una discusión que se dio tanto en el Gobierno, como en las discusiones técnicas. Hay una recomendación antigripal todos los años y en esta vacunación tan particular, hay un área denominada ‘personal estratégico’ que incluye a las personas tomadoras de decisiones. Esto quiere decir que la indicación es también para aquellos funcionarios cuyo trabajo es clave para el funcionamiento del Estado, aunque no tenga condiciones de riesgo o sea mayor de 60 años”, explicó.
No obstante eso, Vizzotti no fue vacunada; en línea con la posición que tomaron funcionarios de territorio como Santiago Cafiero, Cecilia Todesca, Fernando “Chino” Navarro y más. “Si alguna persona que cumple un rol fundamental tiene que estar aislado entre diez y catorce días, por más que el desarrollo de la enfermedad sea leve, tiene un impacto en el funcionamiento del Estado. Eso se planificó desde un principio y la discusión fue: cuándo es el mejor momento y en este contexto de tanta sensibilidad cómo organizar esa vacunación. Eso se dio apenas llegaron las primeras dosis, cuando había una cantidad de noticias falsas que impactaban en la confianza de la sociedad en la vacuna, y algunos políticos de primera línea decidieron vacunarse para generar confianza. En ese momento, la discusión era si seguíamos vacunándonos los diferentes funcionarios estratégicos y decidimos que lo mejor era hacerlo cuando tuviéramos un stock más importante de vacunas para que no pudiera considerarse como un privilegio”, sumó la flamante ministra.
Fuente: Big Bang News