“La UBA es igualdad”. Con esa frase, el presidente Alberto Fernández celebró el bicentenario de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cuya celebración comenzó ayer y continuará durante todo el año. Desde el mítico edificio de la Manzana de las Luces, primera sede de la UBA, el mandatario hizo un recorrido de su historia con la universidad pública que lo educó y donde ahora ejerce como docente, resaltando la importancia de que la formación gratuita y de calidad llegue a todos los rincones del país, sin distinción de clases sociales. “No hay posibilidad de progreso sin educación”, enfatizó, en un acto en el que estuvo acompañado por el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, todos egresados de la UBA.
Alberto Fernández hizo especial hincapié en el “potencial de transformación social de la UBA”, que promueve un sistema social ascendente, al universalizar las oportunidades y el conocimiento. Para graficarlo, habló de los hijos de trabajadores que se convirtieron en los primeros profesionales de su familia gracias a la UBA, mencionó, al citar la conocida expresión “mi hijo, el doctor”. Resaltó que gracias a la universidad pública se cumplió ese sueño.
Sin la UBA yo no estaría acá, ni Horacio, ni Axel”, sostuvo el Presidente, quien definió a la universidad como un lugar donde “las ideas se mueven, vibran y no se fosilizan”. También hizo referencia al paso por la UBA de otros funcionarios presentes en el acto. “Lo que soy se lo debo a la UBA y siento que dando clases estoy pagando mi deuda”, dijo, emocionado, al explicar por qué, pese a haber asumido la Presidencia de la Nación, continúa con su labor de docente, como profesor de Teoría General del Delito y Sistema de la Pena en la Facultad de Derecho.
Desde el histórico predio donde comenzó a funcionar la UBA en agosto de 1821, Alberto Fernández remarcó que “la universidad tiene que pensarse como un mecanismo de cambio para el desarrollo”. “Estoy convencido de que el Estado debe llevar universidades a los alumnos. Pienso que la UBA podría aprovechar y llevar educación a distancia y que llevemos a la UBA más allá de nuestra hermosa ciudad. Es un desafío que podríamos tener y llevar adelante”, le planteó al rector Alberto Barbieri.
Poco antes, bajo el lema “200 años formando futuro”, el propio Barbieri había dado inicio formal a las celebraciones de la UBA por su bicentenario y les había cedido la palabra a estudiantes, profesoras e investigadoras, a quienes alentó a responder “¿Qué es para vos la UBA?”.
A su turno, Rodríguez Larreta destacó “el compromiso, la solidaridad y el trabajo que hizo la UBA” en el contexto de pandemia “con los miles de estudiantes del área de medicina que trabajaron en los meses más difíciles con los vacunatorios, el plan detectar y los testeos”. También repasó sus años de estudiante en la carrera de Contador y aseguró que “la UBA es un orgullo, es igualdad, liderazgo, ideas, trabajo en equipo y excelencia académica”, además de ofrecer una diversidad “que enriquece mucho”, dijo. “No hay dudas de que la educación es un motor de igualación social en Argentina y la UBA es igualdad, es la combinación de la excelencia académica con la vocación de la inclusión social”.
El gobernador Kicillof, también docente de la UBA, señaló que la universidad surgió para una elite nacional pero luego ese “elitismo” se fue “rompiendo”. “La UBA nace como un centro científico, de formación y de ideas de la elite nacional y su fundación es un ladrillo central, pero la historia le va dando otro carácter a esta universidad: hay hitos que van rompiendo el elitismo de la UBA, como la Reforma Universitaria de 1918”, dijo. Aquella reforma “rompió las cátedras hereditarias y vinculadas al pensamiento religioso, pero además convirtió a la universidad en algo democrático, con órganos de cogobierno” y destacó que a la UBA “no la dirige una sola persona sino que la gobiernan los estudiantes, los profesores, los no docentes y graduados, quienes eligen rectores y decanos”.
Para Kicillof, quien fue candidato a rector de la UBA allá por 2002, “el papel que tiene que fortalecer la UBA desde su autonomía es el de convertirse en un verdadero resorte y motor de la transformación de la Argentina y debemos pedirle a la universidad que se comprometa con la transformación del país, con el desarrollo, la inclusión, una sociedad más justa y una patria más libre y soberana”. Además, mencionó que la UBA “tiene una tradición de lucha democrática” y ponderó que haya dejado de ser “un lugar para pocos cuando Juan Domingo Perón decidió en 1949 hacerla gratuita y pasó de tener 12 mil estudiantes a 74 mil”, al “convertirla en la universidad de hijos de trabajadores, donde ahora hay 320 mil estudiantes”.
Fuente: Pagina 12