Soledad Quereilhac, esposa de Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, explicó cómo fue el ofrecimiento de la vacuna a Beatriz Sarlo y criticó que para “sobreactuar su honestidad” la ensayista “no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios” de comunicación, mediante un descargo publicada este miércoles.
En un texto compuesto de cuatro punteos para precisar lo manifestado por Sarlo ante la Justicia en horas del mediodía, Quereilhac aclaró como partida: “No tengo potestad para vacunar a nadie. No soy funcionaria del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Yo no fui vacunada aún y estoy esperando mi turno como todo el mundo”.
“Ni mi madre, ni mi suegra, ni ningún familiar ni amiga o amigo cercano recibió tampoco la vacuna. Todos están esperando su turno, como corresponde. No fomentamos ni participamos de ningún privilegio ni de ningún trato ‘vip'(siglas de una tontería innegable, además)”, afirmó.
Tras lo cual, remarcó no tener trato personal desde 2004, año en que la autora presentó su renuncia como docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), así como tampoco posee su número telefónico ni el correo electrónico.
“El único contacto que tuve con Sarlo en estos casi veinte años es a través de sus libros”, señaló y mencionó que esas obras son material de lectura en los cursos que dicta.
“Si nadie de mi círculo se vacunó, si ni yo misma me vacuné, dado que jamás pasaría por arriba de los derechos de los demás ¿por qué le ofrecería vacunarse a Beatriz Sarlo, persona con la que no tengo ningún trato ni vínculo”, se preguntó y agregó que “la acusación carece de lógica, además de no tener sustento ni basarse en pruebas”.
Quereilhac precisó que Sarlo fue convocada como parte de una campaña de “carácter totalmente público” y anunciada por el gobernador el 26 de enero en la localidad bonaerense de Villa Gesell para motivar a la población a la inoculación y ponerle freno a un discurso antivacuna que “transmitía miedo” a la sociedad.
“Ayudé a Axel a pensar posibles nombres para esa lista de 100 referentes que debía estar integrada, además, por personas de variada orientación política”, explicó.
El 22 de enero, recordó, mantuvo contacto con el editor Carlos Díaz, de Siglo XXI, para comentarle la iniciativa y éste se ofreció a dialogar con la ensayista.
Díaz dialogó con Sarlo por medio de un correo electrónico, conversación que en las últimas horas comenzó a ser publicada en diversos portales periodísticos.
En modo irónico, Quereilhac expresó que “cuesta creer” que una personalidad del nivel intelectual de la autora de libros como “Escenas de la vida posmoderna: Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina” y “La pasión y la excepción” presente “problemas de lectura frente a un simple correo electrónico”.
“Lo cierto es que, para sobreactuar su honestidad, Beatriz Sarlo no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios”, sentenció.
Asimismo, aseguró que sus acusaciones sembraron dudas en el proceso de vacunación bonaerense e involucró a Díaz.
También, manifestó que la “ensució” a ella al atribuirle “actos de corrupción y nepotismo” y señaló que “solo cabe esperar su rectificación”.
“Mientras tanto sigo sin decidirme entre la pena por su enorme torpeza o el descontente ante su mala fe”, concluyó.
Fuente: Ámbito