Argentina fue la puerta de entrada de la vacuna rusa contra la covid-19, la Sputnik V, a América Latina y el contagio del presidente Alberto Fernández encendió las alarmas en Moscú. Tres días después de que el presidente argentino anunciase que había dado positivo en coronavirus, su homólogo ruso, Vladímir Putin, lo ha llamado este lunes para interesarse personalmente por su estado de salud. Putin se ha puesto también a disposición de Fernández, que permanece aislado en la quinta presidencial por su infección leve de covid-19, y ha garantizado el envío de más vacunas.
Durante el diálogo, Fernández, de 62 años, le ha agradecido la provisión de la Sputnik V, la vacuna de la que él recibió una dosis el 21 de enero y otra el 10 de febrero. El mandatario argentino atribuyó a la vacuna rusa la levedad de su infección y destacó que “los resultados de la campaña de inmunización son excelentes y sin efectos adversos”, según un comunicado oficial emitido por el Gobierno argentino.
Sus declaraciones van en la línea de lo expresado en público por el Instituto Gamaleya del Ministerio de Salud de Rusia, productor de la vacuna. El pasado fin de semana, el Instituto aclaró que su inmunizante no tiene una efectividad absoluta. “Sputnik V tiene un 91,6% de eficacia contra infecciones y un 100% de eficacia contra casos graves. Si la infección se confirma y se produce, la vacunación asegura una recuperación rápida sin síntomas graves”, informaron a través de Twitter.
La inmunización de Fernández formó parte de una estrategia oficial para defender la vacuna rusa ante la opinión pública, ya que había llegado a Argentina semanas antes, cuando aún no estaba autorizada para mayores de 60 años y no había sido aprobada por Estados Unidos ni Europa. El mandatario informó que había contraído la covid-19 en la medianoche del viernes, al dar positivo en una prueba de antígenos que le realizaron tras registrar una fiebre de 37,3 y un ligero dolor de cabeza. Una PCR confirmó al día siguiente el diagnóstico.
Demoras en la entrega
A lo largo de la media hora de charla, Putin se ha comprometido a que el suministro de vacunas seguirá siendo el acordado, pero la entrega sufre un retraso respecto al calendario pactado inicialmente. El domingo llegó por avión un nuevo cargamento de casi medio millón de Sputnik V a Buenos Aires, con lo que las dosis recibidas se acercan a los 4,5 millones, una cuarta parte de las previstas para esta fecha.
Hasta el momento, el Gobierno ha distribuido casi 5,9 millones de vacunas a todas las jurisdicciones del país, según el Monitor Público de Vacunación. Por detrás de la Sputnik, en cantidad de dosis, le sigue la vacuna china Sinopharm, con la que se está inmunizando a personal estratégico, como fuerzas de seguridad, docentes y personal estatal.
La conversación entre ambos mandatarios incluyó una invitación del presidente ruso para que su par argentino visite la Federación Rusa para “seguir profundizando la relación entre ambos países”.
Fuente: El Pais