Los países del G20 decidieron dejar de lado sus diferencias sobre la crisis en Afganistán y se comprometieron a brindar ayuda humanitaria al país asiático, según informó hoy el primer ministro de Italia y organizador de la cumbre telemática del grupo, Mario Draghi, quien admitió que para ello deberán “involucrar” al Gobierno talibán.
“Resulta muy difícil ayudar a los afganos sin involucrar al Gobierno de los talibanes, pero ello no implica su reconocimiento”, aseguró Draghi, en una conferencia de prensa al término de la reunión.
“Somos conscientes de la emergencia y de las enormes responsabilidades que tiene el G20 con los afganos y Afganistán, donde hemos permanecido por 20 años”, sentenció.
El grupo que reúne a los 19 países más ricos del mundo, a los que se suma la Unión Europea (UE), comenzó la cumbre sobre la situación en Afganistán con la promesa de la UE de dar una ayuda de unos 1.160 millones de dólares para contribuir a evitar una crisis humanitaria.
“Lo que nos preocupa es el aislamiento económico del país (…) y la gran cantidad de personas desplazadas, 600.000 dentro del país. Eso tiene un efecto desestabilizador bastante poderoso”, señaló la Presidencia francesa, tras recalcar que no se pusieron condiciones para que Afganistán reciba ayuda humanitaria.
En tanto, la canciller alemana saliente, Angela Merkel, consideró que la comunidad internacional no puede “dejar de reaccionar mientras 40 millones de personas” en el país “se hunden en el caos”, según reportó la agencia de noticia AFP.
La cita, convocada por Italia -que ocupa la presidencia rotativa del G20-, contó con la participación del presidente argentino, Alberto Fernández, y sus homólogos de Estados Unidos, Joe Biden, de Turquía, Recep Tayyip Erdogan y de India, Narendra Modi, entre otros.
Sin embargo, no participaron ni enviaron representantes, el mandatario chino, Xi Jinping, y su par ruso, Vladimir Putin.
La ONU y Qatar, un intermediario clave en Afganistán que ha organizado conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes, también fueron invitados a la cumbre virtual, que se realizó a puerta cerrada.
La comunidad internacional teme una catástrofe humanitaria en Afganistán desde que el movimiento islamista radical de los talibanes tomara el poder en agosto pasado, tras la retirada de las tropas estadounidenses después de 20 años de guerra.
Desde entonces, la economía afgana permanece en una situación difícil, tras la suspensión de la ayuda internacional, el aumento del precio de los alimentos y el auge del desempleo.
El paquete de ayuda del bloque europeo incluye una provisión de 461 millones de dólares ya aprobados por la UE, y también ayudas suplementarias especializadas para acciones como vacunación, acogida, protección de la población civil y respeto a los derechos humanos.
Esos recursos estarán destinados a apoyar directamente a la población local y se canalizarán a organizaciones internacionales que ya actúan en esas regiones.
El régimen talibán, que aún no ha sido reconocido como gobierno legítimo por otros países, enfrenta la amenaza del Estado Islámico-Khorasan, que ha realizado una serie de atentados mortales, entre ellos uno que el viernes pasado dejó más de 40 muertos en una mezquita en el norte de Afganistán.
También, en Qatar, una delegación de los talibanes se reunió con funcionarios de la UE, tras su primer encuentro con enviados de Estados Unidos el fin de semana.
Los afganos ya se han reunido con representantes del Gobierno alemán y con un parlamentario británico.
La vocera de la UE, Nabila Massrali, dijo que el encuentro iba a tener lugar en Doha, pero sin precisar el número ni las funciones de los enviados europeos.
“Se trata de un intercambio informal, a nivel técnico. No constituye un reconocimiento del ‘gobierno interino'”, señaló.
Agregó que el intercambio debería “permitir a Estados Unidos y a los europeos abordar problemas” como la libertad de desplazamiento para las personas que quieran salir de Afganistán, el acceso a ayuda humanitaria, los derechos de las mujeres o impedir que el país se convierta en un santuario para grupos “terroristas”.
El sábado y el domingo, funcionarios de Estados Unidos se reunieron con representantes de los talibanes en Qatar para hablar sobre seguridad y derechos humanos en Afganistán, según el Departamento de Estado.
Los talibanes buscan reconocimiento internacional así cómo ayuda para evitar un desastre humanitario luego de haber vuelto al poder en agosto en Afganistán tras la retirada de las tropas estadounidenses, al cabo de 20 años de conflicto.
Fuente: Telam