JxC superó al FdT por 8,3 puntos a nivel país y ganó en 13 provincias

En una elección legislativa que proyecta sus resultados hacia la presidencial de 2023, y tal como anticiparon las primarias de setiembre, la oposición de Juntos por el Cambio obtuvo este domingo un amplio triunfo en casi todo el país, incluyendo la estratégica provincia de Buenos Aires.

A nivel nacional, Juntos por el Cambio le sacaba este domingo a la noche 8,3 puntos de diferencia al Frente de Todos.

En un escenario de duro golpe para el Gobierno, la novedad principal respecto de las primarias fue que el Frente de Todos logró acortar al mínimo la distancia en la provincia de Buenos Aires, que había sido de 4 puntos. Y aunque perdió, la remontada dejó cierto alivio en el kirchnerismo frente a pronósticos mucho más apocalípticos que le auguraban una paliza electoral mayor.

En la provincia gobernada por Kicillof, el FdT creció respecto de las PASO (de 33% a 38,5%), y la lista encabezada por Tolosa Paz se acercó a la de Diego Santilli. Pero el candidato opositor no solo retuvo -en un primer análisis- el voto que había ido a Juntos a través del radical Facundo Manes, también electo diputado este domingo. Santilli creció menos que Tolosa, pero pasó de 37,3% (en las PASO) a casi 40%.

Juntos por el Cambio ganaba además en otras 13 provincias, incluidas 6 de las 8 en las que se elegían senadores. Con lo que lograba reducir el bloque que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner de 41 a 35 bancas (y quedaba a dos del quórum propio). Es la primera vez en 38 años de democracia que el peronismo perderá la mayoría propia en la Cámara alta.

Con respecto a las primarias del 12 de septiembre la distancia final era apenas inferior (pasó de 9 a 8,4 puntos).

Los candidatos oficialistas sólo ganaban en Catamarca y Tucumán, mientras que Juntos por el Cambio se quedaba con Chubut, Corrientes, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y La Pampa.

En tanto que en la competencia por la Cámara de Diputados, Juntos por el Cambio se imponía en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Chubut, Corrientes, Jujuy, La Pampa, Misiones y Santa Cruz. Ganaban partidos provinciales en Río Negro (Juntos Somos Río Negro), Neuquén (Movimiento Popular Neuquino). En San Luis, con una coalición opositora a los Rodríguez Saá y al Gobierno, se imponía Unidos Por San Luis, de Claudio Poggi.

Para la Cámara Baja, el Frente de Todos se imponía en Catamarca, Chaco, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan, Tucumán, Tierra del Fuego y Santiago del Estero.

La derrota kirchnerista fue contundente en la ciudad de Buenos Aires (por 22 puntos), Córdoba (44), Santa Fe (9), Mendoza (23) y Entre Ríos (23). En tanto que rescató un triunfo agónico en Tucumán. Mientras que en Santa Cruz el kirchnerismo quedó en tercer lugar.

Nada más que dos provincias cambiaban de signo político con respecto de las PASO: Chaco y Tierra del Fuego, que pasaron de Juntos por el Cambio al Frente de Todos.

En la Cámara de Diputados, el oficialismo se encaminaba a seguir siendo la primera minoría, con 118 bancas (2 menos). El principal bloque opositor tendrá 116 (uno más que ahora).

Mientras que los liberales se preparaban para incorporar dos bancas de la lista porteña de Javier Milei y tres bonaerenses de José Luis Espert (ambos, que crecieron respecto de las PASO, terminaron terceros en sus distritos). En tanto que la izquierda mostraba una mejora al duplicar sus bancas de 2 a 4.

Los comicios, que tuvieron una participación del 71,67 por ciento, llegan precedidos de las primarias de hace dos meses, en las que ya había quedó patente la pérdida de popularidad del Gobierno en medio de la recesión agravada por la irrupción del coronavirus, altos números de pobreza e inflación, escándalos relacionados con la gestión de la pandemia y las antipáticas medidas tomadas para paliarla.

Esa derrota en septiembre generó fuertes tensiones entre el jefe de Estado y la Vicepresidenta, lo que elevó la incertidumbre por el futuro de la coalición de Gobierno tras otra posible derrota en las elecciones de ayer.

Con todo, en la noche del domingo Cristina Fernández fue la gran ausente en el búnker del Frente de Todos, adonde sí acudió el jefe de Estado.

Hace diez días, la líder kirchnerista, que como vicepresidenta también preside el Senado, fue intervenida de una cirugía programada, y poco después de cerrarse los colegios electorales, en un mensaje a través de Twitter, excusó su ausencia en la sede partidaria por la necesidad de hacer reposo.

El escrutinio del domingo, aunque no varía en demasía al de las primarias, sí vislumbra una mejoría del peronismo en lugares cruciales como la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país y tradicional bastión peronista, donde la lista del Frente de Todos logró achicar la distancia con la de Juntos por el Cambio.

Por su parte, Juntos por el Cambio celebró su victoria en unidad en su búnker de Buenos Aires, pese a que confiaba en haber podido ganar con más diferencia en la provincia bonaerense y haber logrado mayor presencia en la Cámara de Diputados, donde el peronismo seguirá siendo la primera fuerza, según los resultados provisionales.

La participación en las urnas fue del 71% del padrón, la más baja desde 1983. Sin embargo, fue por arriba del poco más de 66% de las PASO. El oficialismo especulaba con poder mejorar su desempeño respecto de las primarias si crecía la afluencia a las urnas, interpretando que un sector de su propio electorado le había dado la espalda en las PASO. Fue lo que sucedió en parte: hubo más votos, y se recuperaron, pero no le alcanzó.

Todo en medio de un contexto de un cuadro social grave, con 40% de pobreza, 7 de cada diez niños en situación de pobreza en el GBA, inflación mayor a 51% anualizada, que de las PASO hasta hoy aumentó 7% (3,5 en setiembre y otro tanto en octubre) pese a los controles y las peleas con los empresarios, a los que el Gobierno les echa la culpa.

Fuente: Noticias Urbanas

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