La inflación de los alimentos no se detiene y, si bien se espera que abril cierre por debajo del 7,2% de marzo último, lo cierto es que se redondeará un primer cuatrimestre del año preocupante, con un incremento de precios que rozará el 30%. Ante esto, el Gobierno saldrá a pedir explicaciones a las empresas, y las citó para el viernes por la mañana.
Según afirmaron fuentes oficiales a El Cronista, la idea de la Secretaría de Comercio Interior no es solo buscar los por qué de esos incrementos, sino además “reforzar” el discurso oficial respecto de que no se permitirán aumentos desmedidos, algo que evidentemente está ocurriendo.
Esta reunión está pensada como la primera de una nueva serie de encuentros que se pretenden llevar adelante, ya que el Gobierno quiere a partir de ahora comenzar a seguir más de cerca el movimiento de precios.
Nestlé, Molinos, Mondelez, Arcor, Mastellone y Unilever formarán parte de la reunión, a la que no fueron invitados los supermercados, con los que posiblemente se realicen encuentros a parte más adelante. Además, con estos centros de venta el contacto es bastante fluido ya que son quienes deben informar a la Secretaría de Comercio Interior ante subas importantes en los listados de las compañías.
“El objetivo más urgente en este momento es ver qué está pasando. Los niveles de inflación en alimentos están mostrando saltos muy fuertes y no lo podemos permitir”, sostuvieron fuentes oficiales a El Cronista.
COMBO PELIGROSO
Desde las empresas afirman que entienden la preocupación del Gobierno, aunque al mismo tiempo sostienen que los fundamentos de estas subas ya fueron dados: la invasión de Rusia sobre Ucrania aparece como uno de los grandes culpables de estos movimientos.
“Es imposible negar el crecimiento de los precios de las materias primas. El mismo Gobierno se basa en el conflicto bélico para explicar buena parte de la inflación”, dijeron desde una de las alimenticias que este viernes estará presente en la reunión.
Más allá de esta situación puntual, desde Comercio Interior también se intenta mirar hacia adelante, y analizar cómo seguirá este proceso inflacionario en el sector.
La industria advierte no solo que el incremento de los commodities se mantendrá, sino que además el adelantamiento de las paritarias acordado por el Gobierno, la CGT y los empresarios tendrá un efecto “imposible de evitar”.
“Se comienza a dar un combo que no es fácil de manejar. Porque a las situaciones internas les debemos sumar las internas, que son varias”, apuntaron las fuentes.
En este sentido, cabe destacar que el gremio de Alimentación ya anticipó que reclamará para sus trabajadores una mejora de no menos del 60% en sus ingresos, a lo que habrá que sumarle algunas revisiones periódicas que se intentarán pautar.
También se deben sumar inconvenientes para importar algunos productos, que no siempre son terminados sino que tienen que ver con insumos para fabricar otros.
La gran preocupación del Gobierno en este sentido es que ese combo del que habla la industria “pegue de golpe” en el precio final de los alimentos, lo que sin dudas terminaría por agravar la situación actual.
En la reunión de este viernes lo que también se intentará analizar es de qué modo, justamente, se pueden ir dosificando esos aumentos -que no serán convalidados en su totalidad por el Gobierno-, para que no tengan un impacto tan de golpe sobre los precios.
Los empresarios sostienen que, si los incrementos salariales se deben dar dentro de este semestre, tal como acordó el Gobierno, difícilmente se pueda lograr que al menos la mayor parte de los traslados de estos sobrecostos no vayan a precios en sintonía con el momento de pagar esas subas.
También se pondrá el ojo en el nivel de abastecimiento, ya que Comercio Interior acusa a las empresas de no estar cumpliendo con la normal entrega de productos, incluso en algunos casos con aquellos que forman parte del programa +Precios Cuidados.
Fuente: El Economista