El gobierno porteño diseñó el plan de seguridad para utilizar las pistolas Taser, una vez que la Justicia en lo Contencioso Administrativo Federal defina si acepta el recurso de amparo sobre la compra de las 60 armas no letales a una firma brasileña.
Según informó el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, 30 de las de 60 pistolas serán destinadas a los policías que custodian las estaciones de subtes y trenes. Esta decisión se fundó en que ese tipo de armas –que disparan dardos que administran una descarga eléctrica de efectos paralizantes momentáneos– son más útiles para controlar una situación de crisis de una persona con problemas psiquiátricos o de toma de rehenes en un ambiente cerrado y con gran concentración de gente.
Lo novedoso es que las otras 30 pistolas se asignarán a los denominados “móviles Taser”. El plan operativo diseñado por el titular de la cartera de Seguridad porteña apunta a que dos móviles por cada una de las 15 comunas tengan esas pistolas electrónicas.
Su intervención será canalizada a través del operador de la central de emergencias 911, ante una situación de crisis en la que un policía deba reducir a una persona que sufre una patología psiquiátrica o una episodio de toma de rehenes.
“Poder dotar a los policías con una herramienta como la Taser constituye una deuda pendiente que tenemos en materia de tecnología y que le llevaría tranquilidad al vecino. Se presentó un recurso de amparo por mora que debe resolver un tribunal del fuero Contencioso Administrativo federal. Se recurrió a la Justicia para que el gobierno nacional desbloquee la prohibición para que las pistolas Taser puedan ingresar en el país”, sostuvo el ministro de Seguridad porteño.
D’Alessandro realizó el anuncio sobre los móviles Taser luego de exponer en el foro sobre seguridad y tecnología en el que se discutió “si las ciudades inteligentes le están dando prioridad a la Seguridad”, realizado en Barcelona durante el congreso Smart City, que se desarrolló en esta ciudad esta semana.
“Ante una situación de crisis provocada por una persona con problemas psiquiátricos o alguien que toma cautivo a un vecino y amenaza con matarlo, la única herramienta con la que cuenta el policía es la exposición de su cuerpo o su arma reglamentaria. A raíz del aislamiento aplicado para evitar el contagio del Covid-19, aumentaron los casos de pacientes que sufren patologías psiquiátricas a los que les suspendieron los tratamientos. Esta circunstancia derivó en el crecimiento de situaciones donde el policía debe enfrentar una situación de extrema violencia causada por una persona que no es un delincuente, sino alguien al que le suspendieron el tratamiento”, explico D’Alessandro.
El 23 de diciembre de 2020, el Ministerio de Seguridad porteño inició el trámite de la licitación para la compra de las pistolas Taser ante la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC). El 10 de mayo de 2021, la ANMaC aprobó la adquisición de las 60 pistolas Taser. Dos meses después, Gobierno echó Ramiro Urristi, el director del organismo que había autorizado la compra de dichas armas.
En la actualidad, la Justicia debe resolver el amparo presentado por el gobierno porteño para que se revoque la resolución de la ANMaC que prohibió la importación de esas armas.
Anillo digital
Otra de las herramientas tecnológicas cuya aplicación sirvió para bajar la cantidad de robos de autos en territorio porteño y que el ministro D’Alessandro destacó en su exposición en Cataluña fueron los lectores de patentes.
“Cuando asumí como ministro de Seguridad se robaban 500 vehículos por mes y ahora se roban 60. Además, hace cinco años que no se registran secuestros extorsivos. La clave para semejante descenso de casos fue la instalación de más de 700 lectores de patentes. Con esta herramienta, cuando un auto pasa por en lector, se detecta si tiene pedido de secuestro por haber sido robado. Cuando los delincuentes comenzaron a robar patentes de autos sin pedido de secuestro y se las colocaban a los vehículos robados, se actualizó el sistema para que pueda aportar información que determine si esa patente corresponde a ese rodado o a otro”, agregó D’Alessandro.
En el evento del congreso Smart Cities expusieron, junto al ministro de Seguridad porteño, Mauricio Vidal Dosal, gobernador del estado de Yucatán, México; Emilia Saiz Carracedo, secretaria general de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, de España; Matthew Fraser, director de Tecnología de la ciudad de Nueva York, y Eduardo Pimentel Slaviero, vicealcalde de Curitiba, Brasil.
“La tecnología se convirtió en una de las principales aliadas de nuestra política de seguridad pública. Además de la instalación del Anillo Digital con los lectores de patentes, se pusieron en funcionamiento 15.000 cámaras de videovigilancia. Actualmente, cubren el 75% del territorio de la Ciudad. Se modernizó todo el sistema de atención de emergencias telefónicas, logrando atender los llamados en cuatro segundos, y la llegada de móviles en cinco minutos. La consecuencia de la aplicación de esta tecnología fue la reducción de 37% los robos respecto de 2016 y el descenso de 79% de los robos de autos respecto de 2016, con una tasa de recupero del vehículo de 72 horas. Además, nuestra ciudad, se consolidó como la segunda ciudad capital de América con menor tasa de homicidios”, explicó el ministro.
La ampliación del narcotráfico
Al ser consultado sobre la relación con el gobierno nacional en una cuestión sensible como la lucha contra el narcotráfico, el ministro recordó que durante la gestión de Sabina Frederic al frente del ministerio de Seguridad de la Nación se retiraron las fuerzas federales asignadas al patrullaje en los barrios Zavaleta y 21-24, en tanto que la Gendarmería permanece en la 1-11-14, pero sin hacer recorridas.
“En esos barrios en que el gobierno nacional dejó de proteger de un día para el otro fue el único lugar donde crecieron los homicidios. En diez meses hubo tantos homicidios como en cuatro años. Es necesaria una coordinación con las fuerzas federales para combatir el narcotráfico. En un año cerramos 50 búnkeres de venta de droga. Cada vez que avanzamos en una investigación sobre esos puestos de venta droga, los vínculos de las bandas nos llevan a Misiones. Ahí se terminan porque el gobierno nacional no hace nada. No tiene plan”, afirmó el ministro.
D’Alessandro confirmó que la guerra entre narcos que castiga a Rosario repercutió en territorio porteño, debido a que muchos de los puestos de venta de droga que fueron derrumbados eran explotados por bandas vinculadas a organizaciones criminales de Rosario.
“Nos duele la situación que se vive en Rosario. El enfrentamiento entre bandas traspasa los límites de esa ciudad y afecta a todo el país. Tanto es así que algunos grupos comenzaron a operar en territorio porteño. Encontramos conexión directa en uno de los allanamientos con algunos soldaditos de la banda de Los Monos. Por eso hay que tener en cuenta que es una situación que excede a Rosario “, agregó D’Alessandro.
Además de la exposición en el congreso sobre la aplicación de la tecnología como una herramienta para luchar con toda el delito, la actividad del ministro de Seguridad porteño incluyó reuniones con el jefe de la Policía Nacional de España en la capital de Cataluña, comisario principal Luis Fernando Pascual Grasa; la alcaldesa Ada Colau; el vicealcalde Albert Batalle, y el responsable de los Mossos d’Esquadra –la policía local–, Eduard Sallent.
Con la menor tasa de homicidios de los últimos años, el gobierno porteño afronta un problema importante con la cuestión de los cortes de avenidas y los piquetes.
“En un país con una inflación que probablemente llegue a los tres dígitos, con reclamos sociales más intensos, la solución no viene con gas pimienta y balas de goma. Eso lo debe solucionar la política. El problema es que los ministros del gobierno nacional que tienen que dar una respuesta están escondidos detrás de un escritorio. Cuando hay una marcha, al primero que llaman es al ministro de Seguridad. Pero, ¿dónde están los ministros de Desarrollo Social o de Trabajo? Siempre buscan echarle la culpa al otro”, concluyó D’Alessandro.
Fuente: La Nacion