La caída del uso del cinturón de seguridad no solo ocurre en las autopistas como lo mostró un informe reciente de seguridad vial. En la ciudad de Buenos Aires la conducta temeraria también está presente en cerca del 40% de los automovilistas que eligen prescindir de un elemento indispensable para disminuir el riesgo de lesiones en un accidente.
A las campañas de concientización que ya se pueden ver en las principales trazas del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se sumará una acción más directa que apunta a controlar en forma más severa a los infractores que no utilicen el cinturón de seguridad, que usen el teléfono celular al conducir o que giren en forma indebida con multas de hasta $15.000, además del descuento de puntos de scoring.
Hasta el momento estas nuevas infracciones que se incorporan al espectro de las cámaras están siendo controladas por agentes de tránsito, pero desde el mes próximo la fiscalización será a través de las cámaras electrónicas utilizadas para monitorear los excesos de velocidad y el cruce de semáforos en rojo con el objetivo de elevar la calidad de los controles y aportar una herramienta más para tratar de reducir los siniestros viales.
La Ley de Tránsito porteña contempla estas tres acciones como infracciones y establece que la Secretaría de Transporte y Obras Públicas debe ser la autoridad de fiscalización de estos incumplimientos. Cabe aclarar que la validación de la multa no será automática, es decir, que la cámara registrará la falta que luego será comprobada por un agente de tránsito en un centro de monitoreo para determinar si se produjo o no.
Según el último informe anual de víctimas mortales presentado por la Secretaría, la utilización del cinturón en todos los ocupantes del vehículo se redujo de 68,5% en 2019 a 63,8% en 2021 (en 2020 no hubo medición por ser un año atípico debido a la pandemia). Además, en seis de cada 10 siniestros mortales se registró exceso de velocidad, en tres de cada 10 accidentes con fallecidos hubo violación de semáforo en rojo y se triplicó el uso del teléfono celular al manejar.
Estas cifras van en línea con el informe elaborado por el Observatorio Vial de Autopistas del Sol (Ausol) y del Oeste correspondiente a 2022 que analizó el comportamiento de los conductores mientras circulan por la avenida General Paz y los accesos Norte y Oeste, por donde todos los días se mueven al menos 1.300.000 vehículos.
El relevamiento concluyó que solo el 47% de los conductores utilizan el cinturón de seguridad en la Panamericana y la General Paz, mientras que en Acceso Oeste, solo lo hacen el 37%. En 2021, la anterior medición, las cifras fueron del 89% y 70%, respectivamente. Además, los datos del año pasado mostraron que el 25% de los conductores que circulan por el Acceso Norte y la General Paz usan el celular al conducir, mientras que en el Acceso Oeste esa cifra llega al 27%.
Nueva fiscalización
La incorporación de estas tres infracciones en la fiscalización de las cámaras se encuadra en el Plan de Seguridad Vial que tiene como principal objetivo disminuir las víctimas mortales y modificar comportamientos riesgosos al volante. La primera etapa se centró en controlar el exceso de velocidad y los cruces de semáforos en rojo y ahora se sumarán el uso del cinturón de seguridad, el teléfono celular al conducir y los giros indebidos.
Todas estas infracciones cuentan con una multa que se va actualizando de acuerdo a la Unidad Fija (UF) que tiene un valor de $75,71 desde el 5 de septiembre pasado. Así, las infracciones por exceso de velocidad son penadas con multas de entre $4086 y $233.480 (70 a 4000 UF), según el lugar y el excedente de los permitido; la violación de semáforo en rojo va de $17.511 a $87.555 (300 a 1500 UF); el uso de celular de $7571 a $15.142 (100 a 200 UF) y no usar el cinturón de seguridad, $7571 (100 UF), al igual que el giro indebido.
Además del castigo económico existe una sanción sobre el scoring personal. Cada conductor posee 20 puntos que irá perdiendo a partir del registro de infracciones. Si comete exceso de velocidad, se le restarán cinco si se supera el límite entre el 10% y 30%; y 10 si es mayor al 30%. Pasar un semáforo en rojo, en tanto, resta cinco al igual que conducir mientras se usa el celular. Girar en forma indebida o no utilizar el cinturón de seguridad tiene un descuento de cuatro puntos.
Las cámaras de control de tránsito son más de 200 que están distribuidas en toda la ciudad, identificadas con cartelería y visualizadas en las aplicaciones de movilidad como Waze o Google Maps. “Los criterios de ubicación se analizan según el tipo de conducta a fiscalizar: por ejemplo, para las cámaras que detectan cruces en rojo se identifican las intersecciones más peligrosas, con mayor riesgo peatonal y con mayor circulación como los centros de trasbordo. Mientras que las que detectan giro prohibido están colocadas en intersecciones donde está prohibido el giro”, explican desde el gobierno.
La puesta en marcha del sistema de fiscalización electrónica en la ciudad fue en 2000. Desde entonces, el número de víctimas mortales por año ha disminuido considerablemente, con una reducción del 39% hasta 2021, según las estadísticas oficiales.
“Cualquier distracción o inconducta al volante puede provocar una víctima mortal y cambiar la vida de toda una familia. La fiscalización electrónica nos permite profundizar los controles de manera más eficiente para que los conductores tomen conciencia y dejen a un lado estas malas costumbres al volante”, opinó la titular de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la ciudad, Manuela López Menéndez.
Fuente: La Nacion