“La fiesta no tiene estatus y nos pone igual a todos”, resaltó en una entrevista con Télam el destacado modisto Juan Carlos ‘Juancho’ Martínez, pionero del carnaval que en tiempos de la dictadura se atrevió a salir en la murga vestido de mujer, que desfiló en todos los circuitos de Gualeguaychú.
A sus 88 años, algunos lo llaman simplemente “el carnaval” por una vasta trayectoria que esta temporada es homenajeada por la comparsa Papelitos con una carroza.
Actor, transformista, modisto, integrante y director de comparsas, Juancho Martínez es un ícono del carnaval de Gualeguaychú que empezó luciendo en los corsos trajes decorados con porotos y fideos y llegó a convertirse en un referente de la comunidad LGBTIQ+.
Juancho desfiló en todos los circuitos de esa ciudad entrerriana, desde los diferentes corsos populares hasta el Carnaval del País, y en 2021 fue declarado “Ciudadano Destacado de la Cultura” por el Concejo Deliberante de Gualeguaychú.
Conocido por haberse ganado el respeto de todo el pueblo carnavalero, Juancho recibió a Télam en el taller de Papelitos, comparsa de la que fue director y modisto durante años.
“El carnaval es la fiesta más importante que empareja al que tiene millones de pesos y al que limpia la calle. Acá hasta el intendente dirige la batucada de una comparsa”, asegura Juancho, que viste una camis
Una vida dedicada al Carnaval
Nacido en 1934 en Gualeguaychú, empezó a salir en el carnaval a los quince años cuando se juntaba con otras chicas y chicos del barrio y salían al corso en grupo.
Hoy, a sus 88 años, Juancho camina por el taller con la prestancia de un hombre que dedicó su vida al arte y se detiene frente a la carroza que este año cierra la comparsa Papelitos. Entonces, levanta la vista y, a unos diez metros por sobre su cabeza, mira a los ojos a un personaje hecho con goma espuma, papel y cola vinílica que es idéntico a él.
“La primera vez que lo vi en el corsódromo no lo podía creer. Veía mi cara en todas partes”, dice Juancho y se palpa las mejillas con las manos, como si constatara que el muñeco no le quitó alguna parte de su piel.
“Es la primera vez que homenajean a un tipo que no está muerto porque todos los años la edición del Carnaval lleva el nombre de una persona que se murió y que no se entera nunca. Y ahora el homenaje lo veo todos los sábados”, asegura Juancho.
Este verano, Papelitos presenta la historia de León, un niño que tenía el don de dar vida a los cuentos que leía en la biblioteca, pero que al crecer perdió esa capacidad. Cuando León vuelve a la biblioteca, ya mayor, se reencuentra con todos los personajes de su infancia y ahora es él quien les cuenta la historia de su vida.
El muñeco del León mayor lleva una aguja con hilo que es el cetro del rey del carnaval, en una clara alusión a Juancho, mientras que el León niño es interpretado por Amir González, un bailarín de 10 años que cada sábado asombra al público con saltos y pasos de samba
“Mirá la mano, es increíble el movimiento que tiene”, dice Juancho maravillado sobre los pliegues y detalles que solo se logran modelando la goma espuma.
Fuente: Telam