El periodismo feminista “difunde un discurso especialmente protegido” cuando denuncia violencias hacia las mujeres, sentenció la Corte Constitucional de Colombia en un fallo a favor de dos periodistas que publicaron una investigación sobre supuestos abusos sexuales del cineasta Ciro Guerra que las denunció, y una de ellas, Catalina Ruiz Navarro, analizó en diálogo con Télam la importancia de esta decisión para el periodismo de la región. –
El 24 de junio de 2020, Catalina Ruiz Navarro y Matilde de los Milagros Londoño Jaramillo publicaron en la revista digital Volcánicas la investigación ‘Ocho denuncias de acoso y abuso sexual contra Ciro Guerra’. –
El cineasta colombiano negó las acusaciones e inició una acción penal, una civil y acciones de tutela -mecanismo que permite a toda persona acudir ante las autoridades judiciales de Colombia para obtener la protección de sus derechos si considera que fueron violados-, instancia que define la Corte Constitucional, que hizo pública su decisión favorable a las periodistas el último 31 de enero.
En la sentencia 452, de 111 páginas, que tiene un exhaustivo análisis, la Sala Primera de la Corte a cargo de la magistrada Diana Fajardo Rivera dijo que “no encuentra ningún elemento de juicio que conduzca a pensar que la publicación se inspira en la intención de dañar” a Guerra, y desestimó la acción de tutela.
Entre otros considerandos, destacó que “el periodismo feminista difunde un discurso especialmente protegido y proyecta la decisión ética de denunciar la violencia contra la mujer, correr el velo de la discriminación estructural, y proveer un espacio seguro para voces que se sienten inseguras ante instituciones como el derecho penal, o en riesgo frente a la posibilidad del escrache ‘directo'”.
Para Ruiz Navarro, este fallo “no solo es un triunfo del periodismo feminista, es una defensa de todo el periodismo de Colombia y de la región”.
La periodista estuvo esta semana en Buenos Aires invitada por Sembramedia y presentó en Espacio Brandon su libro ‘Las mujeres que luchan se encuentran’, que va por su sexta edición.
– ¿Cuáles son los ejes que destaca del fallo de la Corte?
– Por un lado dice que no le vulneramos ningún derecho fundamental a Ciro Guerra y que las denuncias por violencia de género son discursos especialmente protegidos por la libertad de expresión porque es un discurso que busca avanzar derechos. Y habla del periodismo feminista como algo diferente, porque agrega una técnica con la posibilidad periodística de verificación de fuentes y corroboración de los hechos, y lo define como una pieza fundamental para el avance de las democracias. Y que las periodistas feministas agregamos una capa ética a nuestro trabajo que es la defensa de los derechos de las mujeres.
– En el informe periodístico se mantiene la reserva de los nombres de las víctimas y no hay denuncia judicial de ellas. ¿Por qué decidieron publicar sin esa instancia que casi todos los medios requieren?
-Desarrollamos el método Volcánicas que pone los testimonios de las mujeres en el centro, como prueba central de las denuncias, y luego encontramos los puntos que se pueden corroborar en tiempos, modos y lugares, mediante chats, correos, pasajes de avión y otros rastros. También hablando con otras personas para acompañar estos testimonios. Por ejemplo, gente que vio que estas personas estaban en ese lugar en específico o de las primeras personas a quienes las mujeres les contaron lo que les había ocurrido.
– Proteger las fuentes y publicar sin denuncia judicial implicó que las denunciadas sean ustedes, las periodistas.
– La protección de fuentes disminuye la revictimización de las denunciantes, pero claro, nos expone a las periodistas al acoso judicial, que es muy injusto y que consiste en persecuciones legales, excesivo uso de la fuerza judicial para perseguirnos, demandas redundantes a cargo de abogados muy costosos y el pedido de indemnizaciones que terminan siendo absurdas, imposibles de cumplir para nosotras. Y es un intento de usar el sistema de justicia para silenciarnos y para censurarnos. Con las demandas, Ciro Guerra pretendía obligarnos a revelar nuestras fuentes y que no se pudiera decir nada en el periodismo de investigación si no hay un fallo judicial, lo cual acabaría con todo el periodismo.
El primer paso de un largo proceso
Este fallo de la Corte Constitucional es el primer paso del largo proceso judicial porque sigue en curso una denuncia penal “que nos puede llevar a la cárcel” y una demanda civil por un millón y medio de dólares que “busca callarnos, que es impagable e intimidante”, dijo la periodista.
La profesional valoró el trabajo de las abogadas que las representan, Ana Bejarano y María Camila Correa, de la organización en defensa de la libertad de expresión El Veinte.
“Esperamos que el fallo sirva para que estos procesos también terminen a nuestro favor”, compartió Ruiz Navarro durante la presentación de su libro, que no se editó en Argentina pero algunos ejemplares pueden conseguirse en la librería Mandrágora.
Las periodistas argentinas Luciana Peker y Florencia Alcaraz tuvieron a cargo la presentación de ‘Las mujeres que luchan se encuentran’ (Grijalbo), que definieron como “un manual de feminismo pop latinoamericano” y “una herramienta para los activismos de la región”.
“Ni medios de comunicación ni periodistas tenemos la obligación de mantenernos neutrales ante violaciones de derechos humanos. Eso también lo dice el fallo de la Corte. Históricamente se ha pretendido un periodismo objetivo y neutral, cuando esto es falso.Eso que se llama objetividad no es mas que el discurso hegemónico. Un periodista que ingenuamente crea que no está defendiendo ninguna causa, pues está defendiendo el status quo que no es más que el patriarcado”, concluyó Ruiz Navarro.
Fuente: Telam