La inflación en China se mantuvo estable en mayo, con un ligero incremento del 0,1% interanual en comparación con el dato de abril, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas este viernes 9 de junio.

Sin embargo, a pesar del levantamiento de las medidas restrictivas relacionadas con la pandemia, la segunda economía más grande del mundo aún enfrenta dificultades para recuperarse debido a la débil demanda y la disminución de las exportaciones.

La situación aumentó los reclamos para que el Gobierno de Xi Jiping implemente más estímulos económicos y reduzca las tasas de interés, las cuales ya se mantienen en niveles bajos en comparación con otras economías importantes.

Por otro lado, el índice de precios al productor, que refleja la inflación en el sector industrial, experimentó una caída significativa del 4,6%, marcando su octavo descenso consecutivo y el registro más bajo desde 2016. Esta disminución sugiere una presión deflacionaria en la economía china, lo cual plantea desafíos adicionales para su recuperación.

¿China se dirige hacia la deflación?

Tras el dato que se conoció este viernes, cabe recordar que China reportó una variación en la inflación de 0,1 % para abril, siendo la más baja en dos años desde la pandemia. Esto se puede tomar como una sorpresa, ya que economistas esperaban que los precios al consumidor subieran un 0,4 % respecto al año anterior y se mantuvieran sin cambios respecto a marzo.

Durante ese mes se redujo al 0,7% después de marcar un pico reciente del 2,8% en septiembre como señala CNBC. Mientras que, el Índice de Precios al Productor en China cayó un 3,6%.

La economía de China muestra un marcado contraste con los últimos datos de inflación en Estados Unidos, donde los precios al consumidor aumentaron un 4,9% en abril, tras los esfuerzos de la Reserva Federal (FED) para controlar la inflación a través de 10 incrementos consecutivos en las tasas de interés.

Según Helen Qiao, economista de China en el Bank of America, “la inflación en China se ha moderado considerablemente después de su reapertura, lo que ha llevado a los observadores del mercado a cuestionar si la segunda economía más grande del mundo se encamina hacia la deflación”. Qiao también señaló que el Banco Popular de China ha desempeñado un papel destacado en el control de la inflación, cuando a otros bancos centrales les resulta difícil controlarla.

Además, Qiao destacó que China consiguió mantener la tasa de inflación del índice de precios al consumidor en un promedio del 1,8%, cerca de la lectura promedio más baja en los últimos tres años desde 2003.

Por otro lado, los economistas de Standard Chartered expresaron su expectativa de que la inflación subyacente en China aumente por encima del 2% interanual a finales de 2023, gracias a la continua recuperación económica. Sin embargo, señalaron que esta cifra es menor a lo que inicialmente se esperaba debido a la desaceleración económica a nivel mundial.

Fuente: Ambito