Quito sin dejar víctimas, en un hecho inusual en la capital de Ecuador, que sufre un fuerte embate de la violencia vinculada al narcotráfico y que cobró aún más protagonismo en la campaña presidencial, con el asesinato de un candidato y amenazas a otros.
Aún no está claro quién está detrás del ataque o cuál era el objetivo. El auto explotó a causa de la activación de “dos cilindros de gas con combustible, mecha lenta y aparentemente tacos de dinamita”, dijo el director de Investigaciones de la policía, el general Pablo Ramírez, en declaraciones a los medios cerca de la medianoche del miércoles.
Los bomberos indicaron que “el incendio vehicular fue controlado” y que “no existen personas afectadas”, consignó la agencia de noticias AFP. La policía informó este jueves que está investigando informes sobre un segundo vehículo “incinerado” en Quito, para analizar si de alguna forma está involucrado en el hecho.
Horas después del primer incidente, Ramírez señaló que agentes detuvieron a varios kilómetros del sitio del estallido a seis personas, entre ellas una de nacionalidad colombiana, que tienen antecedentes por extorsión, robo y asesinato, y que estarían involucrados en el hecho. “Tres de ellos fueron detenidos hace 15 días por el robo de un camión y secuestros extorsivos en diferentes puntos de la ciudad y fueron liberados con medidas sustitutivas”, apuntó el jefe policial.
Previamente, el presidente Guillermo Lasso expresó por Twitter que “la Policía está levantando evidencias para determinar si se trató de un accidente o es un hecho provocado“.
Se trata de un hecho más de violencia de los que sufre Ecuador en los últimos meses, cuando dirime en sus elecciones el nuevo presidente que reemplazará a Lasso de cara al balotaje de octubre. Hace dos semanas, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado en un hecho no esclarecido, más allá de las sospechas de que fue perpetrado por el narcotráfico.
El último lunes, Christian Zurita, el candidato que reemplazó a Villavicencio en las elecciones presidenciales del 20 de este mes en Ecuador, anunció que se irá del país debido a las amenazas recibidas, informó la prensa local. Este tipo de hechos es inusual en la capital ecuatoriana: en enero de 2018 se registró el estallido de un coche bomba en un poblado fronterizo con Colombia para atentar contra un cuartel policial, que dejó daños materiales y 23 heridos leves.
En este último hecho, el auto quedó destruido, según fotografías difundidas por la policía por Twitter, en la que apuntó que “individuos habrían dejado abandonado el vehículo estacionado” y que se “habría encontrado con un artefacto de mecha lenta”. Dos ciudadanos “que se movilizaban en una motocicleta habrían lanzado líquido inflamable, que produjo la explosión del automotor, en cuyo interior existían 2 cilindros de gas”, añadió la institución, que confirmó que no se registraron víctimas.
La explosión se produjo cerca de un edificio donde funcionaban oficinas del organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI), que el miércoles trasladó a presos para evitar enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes, que protagonizaron varias masacres carcelarias en el país, que dejan más de 430 reclusos muertos desde 2021. Ramírez sostuvo que el traslado de presos “posiblemente sería” lo que motivó el estallido del coche bomba en ese sitio.
Bandas del narcotráfico, que usan los reclusorios como centros de operaciones, también se enfrentan en las calles, donde la tasa de homicidios subió al récord de 26 por cada 100.000 habitantes en 2022, casi el doble del año anterior. Desde 2021, Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales de cocaína, incautó unas 530 toneladas de cocaína.
Fuente: El Destape