La ONU aprobó una intervención militar para frenar la violencia en Haítí

Una nueva misión internacional de seguridad, esta vez encabezada por Kenia, se instalará en Haití para atender la crítica situación de seguridad generada por el vacío de poder político y el empoderamiento de múltiples y violentas pandillas, según resolvió este lunes el Consejo de Seguridad de la ONU. El Gobierno de ese empobrecido país caribeño hacía más de un año que pedía una intervención militar extranjera. Por eso, calificó la decisión en Nueva York como “un rayo de esperanza”.

La resolución, aprobada con 13 votos a favor y las abstenciones de Rusia y China, impone también un embargo de armas ligeras, que hasta ahora solo se aplicaba a líderes de las bandas criminales que actúan en el país.

Haití es la nación más pobre del continente americano y una de las más violentas. Además, ha sido escenario de repetidos desastres naturales que no solo provocaron miles de muertos, sino que aniquilaron cualquier esperanza de un desarrollo económico en el corto y mediano plazo. En ese contexto y tras el fracaso de la última misión de la ONU, que abandonó el país en 2017, no es sorpresivo que poderosas pandillas fueron ganando fuerza hasta controlar grandes partes del país y desafiar una y otra vez al débil Gobierno nacional

Por eso, el año pasado el Gobierno haitiano pidió sin titubear “una intervención militar internacional”, algo muy inusual. Este lunes, tras la votación en la sede de la ONU en Estados Unidos, el canciller haitiano, Jean Victor Geneus, celebró la noticia y la calificó como “un rayo de esperanza”. 

La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad establece la creación y el despliegue de una “misión multinacional de apoyo a la seguridad” -es decir no es una misión de paz de la ONU formalmente hablando- por “un periodo inicial de 12 meses”, con una revisión a los nueve meses. Esto significa que, a diferencia de la misión que dirigieron Brasil y Argentina entre 2004 y 2017, no será responsabilidad de Naciones Unidas, sino que se tratará de un contingente multinacional, reconocida por la ONU, pero independiente de ella. 

Esta caracterización fue clave para conseguir la aprobación de la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad y la abstención de China y Rusia, quienes ahora sí eligieron no vetarla. También fue clave que Kenia asumiera el liderazgo y pusiera 1.000 soldados propios. Aunque el texto no establece de manera clara cuántos más militares tendrá la misión, se estima que podría ser el doble. 

Estados Unidos, que se mostró dispuesto a proporcionar apoyo logístico, pero no a desplegar tropas sobre el terreno, indicó el mes pasado que otros países estaban dispuestos a contribuir a una fuerza de seguridad multinacional, entre ellos Jamaica, Bahamas y Antigua y Barbuda, reseñó la agencia AFP.

Los objetivos centrales serán “proporcionar apoyo operativo a la policía haitiana” en su lucha contra las bandas, contribuir a la seguridad de escuelas, puertos, hospitales y aeropuertos, y “mejorar las condiciones de seguridad en Haití”. Además, a mediano plazo, la meta es crear un contexto lo suficientemente seguro como para poder organizar elecciones nacionales, algo imposible en la isla desde 2016.

Un Estado fallido

Según un reciente informe de la oficina del secretario general de la ONU, las múltiples crisis de Haití se agravaron en el último año, porque la violencia de las bandas que controlan gran parte de la capital haitiana, Puerto Príncipe, y algunas zonas más alejadas, se agudizó. El documento daba cuenta del uso de la violación como arma, francotiradores en los tejados aterrorizando a los residentes locales e incluso personas quemadas vivas, pero también afirmaba que parte de la ciudadanía había empezado a formar unidades de autodefensa.

Entre octubre de 2022 y junio de 2023 se contabilizaron casi 2.800 asesinatos, 80 de ellos de menores, continuó el reporte.

Aunque la sociedad haitiana reclama a gritos cambios, no está claro cómo recibirá la nueva intervención militar extranjera ya que integrantes de la última misión de la ONU, conocida como Minustah y presente de 2004 a 2017 en el país, llevaron el cólera a la isla, provocando una epidemia que causó más de 10.000 muertes, y fueron denunciados además por algunos maltratos y hasta ataques sexuales.

Fuente: El Destape


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