Por qué es importante el reconocimiento previsional del trabajo de las amas de casa

La jubilación para amas de casas y las moratorias para mujeres son decisiones políticas que reconocen “el aporte de ellas como sostén del hogar”, con tareas que “sostienen el mundo productivo”, además de que son las propias mujeres que se dedican al cuidado de la familia “quienes están financiando su prestación”, afirman economistas a Somos Télam, luego de que el presidente Javier Milei considerara que su mamá “no trabajó” y que por lo tanto no debería cobrar el mismo monto jubilatorio que su papá.

“Mi papá y mi mamá tienen la misma jubilación ¿Cómo puede ser? Mi mamá no trabajó y mi papá sí, trabajó desde muy chiquitito”, declaró el mandatario en una entrevista con Chiche Gelblung por el canal Crónica.

Milei sostuvo que “ser ama de casa es una elección personal” y consideró que “tendría que haber una separación entre lo que es una asistencia y darle contención a un grupo y no mezclarlo con las jubilaciones porque queda degradado el concepto de jubilación”. 

En su plataforma electoral, el actual jefe de Estado propuso “recortar el gasto del Estado en jubilaciones y pensiones” y en sus últimas declaraciones apuntó a las jubilaciones y pensiones de mujeres.

A nivel mundial se están aplicando distintas políticas públicas para reconocer el trabajo no remunerado de mujeres en el hogar, en el cuidado de sus hijas e hijos, de personas mayores y con discapacidad.

De hecho, esta semana se está realizando la 68ª  Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de ONU y, en ese contexto, Maria Noel Vaeza, responsable regional de ONU Mujeres, manifestó que “financiar la igualdad significa financiar los sistemas integrales de cuidados públicos y privados”.

El decreto de 2021 y la Ley 27.705

Reconociendo el trabajo de las amas de casa, en 2021, un decreto estableció que a las mujeres con hijas e hijos en edad de jubilarse y que no cuenten con los años de aportes necesarios se les compute 1 año de aporte por cada hija o hijo y 2 años de aportes en caso de adopción.

Además,  se le reconoce 1 año adicional si sus hijos e hijas conviven con discapacidad y 2 años en caso de que la persona haya percibido la Asignación Universal por Hijo. 

“Gracias a esta medida, desde julio de 2021 hasta octubre de 2023, 440 mil mujeres lograron acceder a una jubilación”, revela un informe del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).

Además, la Ley 27.705, sancionada el año pasado, contempla un plan de pago por deuda previsional para mujeres y varones, y hubo moratorias en los últimos años que permitieron a las amas de casa acceder a una jubilación.

En declaraciones a Somos Télam, Mora Straschnoy, integrante del área de Políticas de ELA, sostiene que “creer que la moratoria es un regalo o una acción de beneficencia es un error. La moratoria es un estricto acto de justicia social y económica: el trabajo de cuidado aporta el 17,7% al Producto Bruto Interno. Por lo que son las propias mujeres que se dedican al cuidado quienes están financiando su prestación”.

Qué dicen los especialistas

En tanto, la doctora en Economía Mercedes D’Alessandro  aporta que en Argentina “solo 1 de cada 10 mujeres en edad de jubilarse tiene los aportes necesarios para hacerlo. Eso se debe a varios motivos: tienen una menor participación laboral, cuando trabajan lo hacen con mayores niveles de precarización e informalidad, enfrentan mayores niveles de desempleo y el mercado laboral las expulsa cuando son madres”.

“Ellas dedican 3 veces más tiempo a los trabajos del hogar y de cuidados de niños, adultos mayores o personas con discapacidad. Por eso, la jubilación para el ama de casa es un reconocimiento al aporte central que realizan las mujeres a la sociedad, como sostén de sus hogares”, añade a Somos Télam la  autora del libro Economía Feminista: cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour).

Por su parte, la economista Lucia Cirmi, autora de Economía para sostener la vida e integrante de Paridad en la Macro, propone poner en contexto: “Cuando se hicieron las moratorias se hicieron pensando que el mercado del trabajo, principalmente de los ’90, ha dejado muchísima gente afuera, porque la decisión de aportar o no aportar en la gran mayoría de los casos la toma el empleador, no el trabajador, y con una informalidad y desempleo creciente en esa década, que terminó con un 25% de desempleo”.

“Los que podían contar esa cantidad de años eran pocos. Cuando se ejecutó una moratoria aparecieron miles de amas de casa que, claramente, no se podían jubilar con la forma tradicional porque la cantidad de años que requiere el sistema previsional está pensada para la carrera laboral de un varón”, agrega en declaraciones a Somos Télam.

Resalta que además del trabajo de cuidados a familiares, las amas de casa  “consumen y con eso aportan al Estado, porque ahí va el principal impuesto de Argentina –aunque sea regresivo- que es el IVA.  Entonces, sí aportaron directa e indirectamente”.

Cirmi cuenta que “hoy,  hay 2 milllones y medio de argentinas que son amas de casa, esas horas dedicadas son trabajo, y ahí también hay mucho amor involucrado, pero por algo hay muy pocos amos de casa”.

También opina sobre otro planteo del presidente en relación a la sostenibilidad del sistema previsional. “Es decir, habla de dejar a las amas de casa afuera porque se hace insostenible. La sostenibilidad de un sistema previsional se construye con la gente que se cubre y con la plata que se junta para cubrir esa gente, y la plata para cubrir es materia de discusión”.

“En Argentina hay un montón de espacio fiscal no gravado, es decir, hay riqueza que se podría utilizar para garantizar que todas las personas mayores de nuestro país tengan una jubilación digna, uno de los objetivos más loables que puede tener una sociedad, además, si se quiere reducir la pobreza”, resalta la economista.

D’Alessandro explica: “No estamos proponiendo o demandando un pago al trabajo de cuidados en el hogar, sino que estas prestaciones a mujeres sirven para mostrar el aporte que significan estas tareas: sin estos trabajos no se sostiene el mundo productivo. Es así de simple”.

El equipo de ELA suma otro dato: en 6 de cada 10 casos, las mujeres no alcanzan los años de aporte para jubilarse sin moratoria.

La realidad es que, según el informe Un ajuste que agranda la brecha de género (ELA-ACIJ) “en relación al primer bimestre de 2023, este año se produjo una fuerte caída de la ejecución de los programas del sistema previsional. Particularmente el programa de moratorias experimentó un recorte del -38,5%”.

Fuente: Somos Telam

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