Caputo presiona a Jorge Macri para que habilite sus oficinas top del Paseo Gigena, pese a que amenaza un mega caño de AySA

Toto Caputo presiona para que el gobierno de Jorge Macri le habilite el Paseo Gigena, el mega complejo de oficinas de lujo ubicado en el ex estacionamiento del Hipódromo, en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad, a metros de la cancha de Polo de avenida Libertador. 

El problema es que por debajo del moderno edificio pasa el caño de agua potable más importante de la Ciudad. AySA advirtió de la peligrosidad del proyecto, que si daña ese caño podría dejar a buena parte de la Ciudad sin agua.

Pero la presión del ministro de Economía sería tan intensa que el gobierno porteño cedería a los intereses de Caputo, que por otro lado, le tiene pisada la restitución de la coparticipación al gobierno porteño. No es una decisión arbitraria, sino que fue ordenado hace meses por la Corte y el ministro de Milei eligió desobedecer, hasta ahora sin consecuencias.

Toto no es el único que apura la habilitación del Gigena: Ualá, el unicornio del empresario oficialista Pierpaolo Barbieri, es otra de las empresas que presiona para mudar sus oficinas.

El Paseo Gigena es una megaobra ubicada en Libertador y Dorrego, la zona más cotizada de la Ciudad. Dentro del moderno edificio, localizado a pocos metros de la planta potabilizadora de AySA, funcionarán oficinas, cocheras y un shopping. El problema es que por debajo del predio pasan dos caños maestros de la empresa, caños que llevan enorme presión de agua y abastecen a medio millón de personas.

AySA recomendó que se movieran los caños maestros para habilitar las cloacas y el agua corriente, pero nada de eso sucedió aún. En cambio, en el edificio se colocaron unos pilotes que son una solución temporaria. La presión es tal, que el gobierno le daría luz verde.

Horacio Rodríguez Larreta había previsto destinar 3000 millones de pesos para el corrimiento de los caños, pero Jorge Macri rechazó hacerse cargo de esa obra. Tanto el gobierno como la empresa concesionaria intentaron descargar la responsabilidad en AySA, que se negó.

Es que el costo final de la obra equivale casi a 4 años del canon que percibirá el gobierno porteño por el alquiler del predio. En 2021, Larreta le dio la concesión del Paseo Gigena a BSD Investments, que corrió con los gastos de construcción del edificio. Cuando la concesión termine, pertenecerá a la Ciudad.

Para conseguir los fondos BSD se asoció con Anker, la consultora de Toto Caputo y Santiago Bausili. En el proyecto también interviene Coinsa, la constructora de Martín Maccarone. Todos son viejos conocidos: la inversora del ministro de Economía y del presidente del Central, Axis, funcionó durante años en un edificio perteneciente a Coinsa, según publicó El DiarioAR.

Fuente: La Politica Online

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