A diferencia de otros barrios populares de la Ciudad, Los Piletones no cuenta con una ley específica para su reurbanización, mientras que la urbanización a cargo de la Corporación Buenos Aires Sur avanza a paso lento, según denuncian los y las vecinas. La iniciativa busca crear un plan de integración que incluya, entre otros puntos, apertura de calles, acceso a la vivienda y los servicios públicos, además de un plan de manejo ambiental del Lago Soldati.
“Necesitamos que el barrio sea reurbanizado definitivamente porque no podemos vivir así, no tenemos ni las cloacas ni el agua ni la luz como corresponde”, dijo a Página 12 Mónica Ruejas, presidenta de la junta vecinal del barrio Los Piletones de Villa Soldati, que reclama el tratamiento en la Legislatura porteña del proyecto de ley que presentó el año pasado por la reurbanización del barrio.
“Ley por la Integración Social, Cultural, Ambiental y Urbana del Barrio Los Piletones“, es el nombre oficial del proyecto que la junta vecinal presentó formalmente en noviembre del año pasado en conjunto con la Unidad Especializada en Procesos de Urbanización e Integración Social del Ministerio Público de la Defensa (MPD). Pasaron casi nueve meses y la iniciativa no tuvo movimientos, por lo que los vecinos y vecinas piden ahora que se traten en la Comisión de Vivienda de la Legislatura.
El barrio, como muchos otros barrios populares de la Ciudad, corre de atrás en su proceso de urbanización en relación con los que sí cuentan con una ley específica de integración urbana según los parámetros definidos por el Código Urbanístico, como el barrio Rodrigo Bueno, el Playón de Chacarita, el Padre Carlos Mugica – ex Villa 31 -, o la Villa 20. La suerte de Los Piletones, por el contrario, depende del Programa de Regularización y Ordenamiento del Suelo Urbano que desde 2008 lleva adelante la Corporación Buenos Aires Sur, por el que se construyó el Complejo Habitacional Los Piletones con 340 viviendas.
Ese proyecto, advierten la junta vecinal y el MPD en los fundamentos del proyecto, “nunca llegó a finalizarse en su totalidad”. Según el texto, el barrio cuenta todavía con “numerosos problemas de suministro eléctrico, la inadecuada provisión de agua potable, la falta de alumbrado público, problemas en la gestión de residuos, la ausencia de desagües pluviales, el colapso de los pozos ciegos, la informalidad de las redes de agua y cloacas, inundaciones frecuentes, zonas anegadas y la existencia de plagas de roedores, entre otras cuestiones”.
“Todo es precario”, califica Ruejas a la situación de Los Piletones, “Necesitamos que el barrio sea reurbanizado definitivamente porque no podemos vivir así, no tenemos ni las cloacas ni el agua ni la luz como corresponde. La Ciudad tiene los recursos para invertir en los trabajos de solución definitiva, en vez de pagar a las empresas para hacer parches y que se siguen enriqueciendo a costillas de los villeros y villeras “, agrega la representante de la junta vecinal.
Los y las vecinas están organizadas desde hace años en la junta vecinal lo que les permitió, entre otros puntos, conformar instituciones como un bachillerato popular , un centro comunitario y espacios en los que se trabaja con personas con situaciones de consumos problemáticos. De ese trabajo surgió el proyecto de ley, “Lo trabajamos durante ocho meses manzana por manzana y calle por calle. Para nosotros es muy importante que sea una ley surgida de nuestro barrio”, sostiene Ruejas. Con ella coincide Ramiro dos Santos Freire, titular de la Unidad del MPD, que asegura que el proyecto “fue elaborado de manera participativa en este lugar y con reuniones con las personas que viven en las diferentes manzanas para asegurar que todas las voces fueran escuchadas”.
El proyecto está dividido en catorce capítulos que en conjunto conforman el Proyecto Integral de Reurbanización (PIRU) con eje en la vivienda, en la infraestructura y los servicios públicos, en el fomento al trabajo y la productividad del barrio, y en la cuestión ambiental en relación al Lago Soldati. En el primer punto, la iniciativa busca establecer un plan de relocalizaciones dentro del propio barrio y de soluciones habitacionales que incluyan programas de mejoramiento y de canje de viviendas.
En cuanto a la infraestructura y los servicios, el proyecto prevé la apertura de calles internas del barrio y la realización de las obras que “garanticen el acceso, la provisión, conectividad y sustentabilidad de los servicios de electricidad, agua potable, desagües pluviales y cloacales, alumbrado público, redes de gas y recolección de residuos“. El articulado también propone la “construcción, el otorgamiento y la gestión de espacios destinados a locales comerciales y/o productivos“ siguiendo los “principios rectores de la economía popular y social”, por lo que se deberá “priorizar” a las cooperativas y unidades productivas de la economía social.
“La reurbanización también significa trabajo para los vecinos y vecinas. Tenemos gente con mucha experiencia: maestros mayor de obras, albañiles o electricistas. Por eso el proyecto también dice que tiene que haber un porcentaje importante de los trabajadores que sea mano de obra del propio vecino del barrio”, agrega Ruejas en este sentido.
El apartado del manejo del Lago Soldati, en tanto, es uno de los más importantes para los vecinos y vecinas, que vienen denunciando su contaminación. Según indica el MPD, la situación del lago es “crítica” por su “falta de limpieza, contaminación, proliferación de mosquitos y otras plagas, y la imposibilidad de disfrutar de ese espacio verde“. Según los datos del Registro Nacional de Barrios Populares, al año 2022 habitaban en el barrio 3300 familias a orillas de ese lago.
En este sentido, el proyecto dedica un capítulo especial a la “Política ambiental” para Los Piletones, que estipula la creación de la “Comisión Lago Regulador Soldati” para gestionar el lago. “Tendrá como objetivo la educación ambiental en relación al medio ambiente en el cual se inscribe el barrio, promoviendo la investigación y protección sobre las especies de flora y fauna“, explica el proyecto, que también prevé incorporar al barrio “el equipamiento adecuado para llevar adelante una gestión integral de residuos sólidos urbanos“.
El proyecto también incorpora mecanismos de gestión participativa a partir de la conformación de una mesa integrada por representantes del GCBA, delegados y delegadas del barrio y sus organizaciones, representantes de la junta vecinal, del MPD y la Defensoría del Pueblo, así como legisladores y comuneros. La mesa estaría a cargo del “diagnóstico, elaboración, ejecución, control, monitoreo y evaluación del PIRU“, que contaría con partidas presupuestarias específicas fijadas por el Gobierno porteño.
El MPD y la junta vecinal organizaron la semana pasada una reunión en el barrio de la que participaron legisladores de Unión por la Patria como Victoria Freire, Benerice Yañez y Juan Pablo O´Dezaille, así como el legislador porteño de la UCR-Evolución, Gustavo Mola, presidente de la Comisión de Vivienda donde debería comenzar a tratarse el proyecto. Los vecinos y vecinas recibieron el compromiso de trabajar en conjunto en torno a la iniciativa para avanzar en su debate en la comisión. “Hemos visto la voluntad de que se trabaje en la comisión y de que llegue al recinto”, confirmó Ruejas.
Fuente: Nueva Ciudad