Patricia Bullrich y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, llegaron este lunes al paso fronterizo de Yacyretá para participar de su reapertura, después de que se mantuviera cerrado casi en su totalidad desde la pandemia. La rehabilitación estaba prevista para el mes pasado, a la espera de que Javier Milei y Santiago Peña participaran de la ceremonia, pero ninguno de los dos estuvo presente esta tarde.
La ministra de Seguridad de Milei apuntó al gobierno de Alberto Fernández por el cierre. “En la pandemia era entendible, pero fue hace tiempo y no se abría por un capricho. Es un puerto que va a abaratar la producción y los alimentos de todos los ciudadanos. Una inversión de más de 50 millones de dólares no podía tener un puente cerrado”, dijo Bullrich sobre el puerto que unirá las ciudades de Ituzaingó, en Corrientes, y Ayolas, en el departamento paraguayo de Misiones.
La obra, financiada por el gobierno de Corrientes, tendrá una extensión inicial de 300 metros y permitirá conectar ambos países, en una región clave para el Gobierno de Peña. Mientras Valdés avanza en Ituzaingó, el vicepresidente Pedro Alliana busca darle mayor impulso al puerto de Pilar, en su departamento natal de Ñeembucú, limítrofe con las provincias argentinas de Formosa, Corrientes y Chaco.
Valdés, que pidió “levantar fronteras en el Mercosur”, se mostró en sintonía con los planes del Gobierno paraguayo. El reciente acuerdo entre el bloque y la Unión Europea supondrá un mayor movimiento comercial y, por ende, nuevas rutas, puertos y puntos de interconexión. Peña quiere transformar a Paraguay en un hub logístico regional, con el corredor bioceánico (la ruta que conecta al Atlántico con el Pacífico) como eje central de su proyecto.
En concreto, el paso de Yacyretá, que se levanta el coronamiento de la hidroeléctrica, fue inaugurado en agosto de 2019 por Mario Abdo Benítez y Mauricio Macri, pero siete meses más tarde cerró por las restricciones que impusieron los dos países ante la pandemia. En octubre de 2022 reabrió parcialmente, solo para el transporte público, y a finales de noviembre fue habilitado para que circulen autos particulares.
Desde Corrientes (Argentina) y Misiones (Paraguay) esperan que la reapertura dinamice el comercio, el turismo y, sobre todo, descomprima el tránsito de personas y productos por el puente San Roque González de Santa Cruz que comunica a Encarnación con Posadas. Para Paraguay, el paso de Yacyretá y el puerto de Ituzaingó es una oportunidad para desviar los niveles de cargas -y sortear los problemas de bajante- de los puertos de Villeta y Asunción.
Enrique Riera, ministro del Interior de Paraguay, también festejó la reapertura. “A partir de ahora, miles de paraguayos y argentinos van a poder pasar por esta represa, buscando salud, comercio, cultura, mejorando la educación y creciendo juntos”. Riera y Bullrich mantienen buen vínculo -pese al impasse por el caso Loan y la fuga de las Villalba de Argentina- y son los encargados de supervisar el tráfico por los pasos fronterizos.
Los primeros en estrenar el paso Ayolas-Ituzaingó fueron los hinchas de Racing para la final de la Copa Sudamericana, a finales de noviembre. “No nos vamos a convertir en Ciudad del Este o Encarnación de la noche a la mañana, pero vamos a ir progresando”, admitió Carlos Duarte, intendente de Ayolas. El paso permanecerá vedado para peatones y camiones de carga. La prioridad serán los vehículos livianos y, por supuesto, las máquinas y camiones autorizados por Yacyretá.
Fuente: La Politica Online