Continua el Marengogate, ahora con carta abierta

La vedette defendió sus intenciones en un escrito que dio a conocer a través de su perfil en Twitter. Allí, dice que tiene “derecho a ser elegida” y plantea cuáles son sus principales preocupaciones ciudadanas.

Rocío Marengo dijo que quiere ser diputada nacional y se desató una polémica. Luego de afirmar que varios partidos se disputan su candidatura y ninguno saliera a respaldarla, la vedette decidió escribir una carta abierta en la que explica por qué quiere dar el salto a la política partidaria.
“Escribí una carta. Me encantaría que los medios me ayuden a difundirla. Estoy haciendo todo a pulmón. Estoy sola en esto por ahora, tengo mucha fuerza”, tuiteó Marengo a la hora de compartir su texto.

La carta completa:
Hace unos pocos días, recibí ofrecimientos y “tanteos” varios para ingresar en la actividad política activa en la Provincia donde nací y me crié. La provincia de Buenos Aires.
Desde las redes sociales primero y los demás medios después, recibí críticas y elogios. Más allá de lo que en el futuro haga, la cuestión disparó un debate necesario.
La Argentina ha entrado en estos últimos dos años en una profunda crisis política. Casi, de la magnitud del 2001. No es responsabilidad exclusiva del gobierno. La oposición, desde 2009 a la fecha, no encuentra tampoco un líder claro y definido. Son los partidos políticos los que están en crisis. Somos los ciudadanos, obligados a participar en política a través de ellos, los que cada vez encontramos más difícil ejercer el derecho de ‘elegir y ser elegidos’.
Nací en un hogar peronista, integrado por militantes, en un pueblo perdido del sur de la provincia, Mayor Buratovich. Viví años en Bahía Blanca. Todo lo fui consiguiendo, a los ‘codazos’.
Me mantengo sola hace varios años. Terminé mis estudios secundarios y pago todos mis impuestos. Nunca ejercí un cargo público ni recibí subsidios o prebendas del Estado. La Constitución provincial, garantiza mi derecho a elegir y ser elegida. Para ser diputada, cumplo todos los requisitos legales, que arrancan con un mínimo de sólo 22 años de edad.
Al igual que toda la población, estoy legitimada para ser elegida. Y tengo hoy tres preocupaciones centrales que también tenemos todos: la inseguridad, que vive el más pobre y del que sólo escuchamos quejarse a los ricos. La inflación y su consiguiente percepción de pobreza que nos deja cada domingo el ‘changuito’ del supermercado semivacío. Y el desempleo (que con gran esfuerzo el gobierno morigera con los planes sociales), en el concierto de un país donde el 40% trabaja ‘en negro’.
No necesito un ‘cargo’. Simplemente siento que todos tenemos que hacer algo. Comprometernos, es un buen comienzo.
Pienso en Eva, peleando por el voto femenino hace apenas 60 años. En los muertos del 20 de diciembre. En Cromagnon. Pienso en todo eso, como todos ustedes. Pienso que podríamos hacerlo mejor, si pudiéramos entre todos.

Fuente: Infonews

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