Al transito de caos habitual se suma el TC 2000

La carrera de autos se hará en Semana Santa, el 30 y 31 de marzo, pero los preparativos ya arrancaron y, con ellos, los trastornos que generan. El Gobierno porteño empezó a armar el circuito con los muretes para el TC 2000 en Recoleta y la obra ya generó más complicaciones en zonas por donde pasará la competencia. Desde el lunes comenzaron a instalar los muretes de 1,10 m de altura sobre la avenida Libertador, entre Ayacucho y Pueyrredón, aunque desde la Ciudad dicen que recién habrá cortes totales los días previos a la competencia. El año pasado el TC 2000 se corrió por 9 de Julio y el Casco Histórico y convocó a un millón de espectadores en medio de críticas por el impacto ambiental y patrimonial. Esta vez se mudará a Recoleta por las quejas pero también por la obra del Metrobús.
El circuito callejero irá por las avenidas Libertador y Figueroa Alcorta, entre Tagle y Ayacucho: un triángulo de 3,2 km y con restricción ampliada entre Sánchez de Bustamante y Callao. Para eso, habrá cierres momentáneos de calles, se reducirá el paso en algunas y se controlarán los autos mal estacionados. Según el plan oficial, durante toda la semana se irán colocando los muretes, que abarcarán el recorrido perimetral del circuito, tanto interno como externo, salvo las salidas de escape y las salidas o calles de emergencia.
En total habrá 6.300 metros de recorrido de muretes de concreto.
Ayer avanzaron con tramos de Libertador y ya hubo problemas para circular hacia el Centro, sobre todo en horas pico. Es que, sumado a estos trabajos, también se están repavimentando tramos de Libertador, la Ciudad está retomando su ritmo habitual con el retorno de las clases, y los embotellamientos crecen, además, por las obras del Metrobús en la 9 de Julio, los obradores del subte E en Retiro y los trabajos de pavimentación que también se están haciendo en Paseo Colón. Todo reduce los carriles para circular y que el tránsito ­que mueve 1,3 millón de vehículos que vienen del GBA además de unos 800 mil que circulan en Capital­ genere graves trabas en los accesos al Centro por la mañana y en las salidas por la tarde.
Las obras de extensión de la línea E de subte, aunque necesarias, ya complican la circulación por Libertador.
Al 300 hay un obrador que ocupa un carril por una cuadra, y en Libertador y Ramos Mejía, otro más que deja apenas tres carriles para pasar, en ambos sentidos. Ahora, los muretes para el TC 2000 sumaron problemas en la zona. El tránsito que pasa por ahí, para tomar Alem, se encuentra con otro obrador entre Rojas y Marcelo T. de Alvear, que deja sólo dos carriles por mano. Y entre Tucumán y Lavalle apenas queda un carril en cada sentido.
De todos modos, y para evitar más trastornos, los trabajos ­que involucran a siete camiones y dos grúas que mueven los bloques de hormigón­ se harán de noche. “La competencia suma a Buenos Aires a la lista de las ciudades que adoptan distintas categorías de carreras callejeras para atraer más turismo y espectadores, como ocurre en Nueva York o Valencia, por citar sólo dos ejemplos”, explicó el subsecretario de Deportes porteño, Francisco Irarrázaval.
Pese a las críticas por las complicaciones que genera en el tránsito en el tránsito, el funcionario destacó que este nuevo circuito no solo causa menos problemas para la circulación, también es mejor porque es más abierto y no hay Casco Histórico.
“Prácticamente no va a haber obstrucciones de bocas de subtes, casi no hay cortes de calles ni se van a tapar tantas paradas de colectivos como en la 9 de Julio. Este un circuito más limpio”, señaló. El año pasado, la el TC 2000 había generado críticas y hasta un amparo que obligó a poner paneles acústicos. Según la Ciudad, este año esos problemas no estarán con el circuito en Recoleta.

“El autódromo es para otro tipo de público”

¿Por qué hacer una carrera en la calle cuando la Ciudad tiene un Autódromo? Según explicó Francisco Irarrázaval, subsecretario de Deportes porteño, la posibilidad de armar un callejero abre nuevas posibilidades para atraer turistas, suma alternativas deportivas gratuitas y posiciona a Buenos Aires entre las grandes ciudades que ofrecen estos espectáculos para toda la familia. Con esos argumentos, el año pasado el Gobierno porteño hizo frente a las críticas que despertaba el TC 2000 en la avenida 9 de Julio. Y con ellos también sale a defenderlo en Recoleta.
“El autódromo tiene su público, pero esto apunta a otro público, es más para la familia. El año pasado todos los pilotos coincidieron en que el evento fue algo positivo: mucha gente que no estaba vinculada a las carreras después de esta competencia empezó a acercarse al automovilisimo. El TC 2000 de 2012 amplió el deporte y eso se vio porque las carreras posteriores tuvieron más público”, explicó Irarrázaval. La largada de este año se ubicará justo frente de la sede del ACA. Y eso no es casual: será así para recordar aquellos premios de los años 50, en los que participaban Juan Manuel Fangio, Oscar Gálvez y José Froilán González.

Fuente: Clarin

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