En el PRO se están preguntando si valió la pena no fortalecer el tibio vínculo que tejió el gobierno de Mauricio Macri en los últimos años con Jorge Bergoglio, elegido hoy como el nuevo papa de la Iglesia Católica.
Mauricio Macri tiene una mala relación con quien hasta esta tarde era el arzobispo de Buenos Aires. El mayor enfrentamiento entre ambos se dio con el tratamiento de la ley de matrimonio gay que impulsó el kirchnerismo en el Congreso.
Pero el vínculo nunca fue bueno puesto que, como explicó LPO, Bergoglio militó en el peronismo y su visión de la política y de cómo debe gestionarse una ciudad jamás encajó en el modelo de Macri.
En el Tedéum oficiado por Bergoglio en Plaza de Mayo el año pasado por el aniversario de la revolución de 1810, Macri pegó el faltazo confirmando que la relación estaba muerta. No
es casual que casi no haya fotos en los archivos en las que se pueda ver a Macri sin bigote junto al cardenal.
Pese a esto, Macri le ha pedido varias audiencias privadas al entonces arzobispo, que siempre ha accedido por una cuestión de cordialidad.
Quien siempre ha hecho ostentación de su relación directa con el nuevo papa, Gabriela Michetti. Ni bien enterada de la elección de Bergoglio, la ex vicejefa de gobierno salió a decir que Fransico I “es mi gran guía espiritual, es una persona hiper formada, con un nivel intelectual muy alto”.
Pero la realidad es que la relación entre Michetti y Bergoglio tampoco es como la cuenta la diputada. El vínculo se diluyó también por la postura del PRO ante el matrimonio gay. Durante el tratamiento de la norma, Michetti se recluyó en Córdoba en un retir espfffual y no le atendió el teléfono a nadie.
Desde entonces, al igual que con Macri, Bergoglio sólo la recibió por cordialidad.
Los vínculos reales
A pesar de no coincidir con la visión del mundo que tiene el PRO, Bergoglio tiene nexos muy fuertes con algunos dirigentes del PRO. Uno de ellos es el Auditor General de la Ciudad, Santiago De Estrada.
De Estrada supo ser el presidente de la Legislatura porteña y su estrecha relación con Bergoglio hizo que no pegara el salto al gabinete justamente por pedido del entonces arzobispo, enfrentado con Macri por el matrimonio gay.
En tanto que en la Legislatura porteña el reemplazante de Benedicto tiene un nexo directo con la macrista Victoria Morales Gorleri, que algunos consideran “la diputada de Bergoglio”.
Morales Gorleri trabajó cerca de Bergoglio durante una década, como coordinadora y evaluadora de programas sociales y educativos en la Vicaría Episcopal de Educación del Arzobispado de Buenos Aires desde 1997 hasta 2007, cuando asumió como legisladora.
Morales Gorleri señaló hoy que “haber tenido el privilegio de trabajar durante muchos años cerca suyo, me permite tener una profunda convicción de que su misión apostólica redundará en beneficio de la Iglesia y de todos los hombres de buena voluntad”.
Bergoglio le atribuye a esta diputada el rédito por haber frenado los intentos de la oposición de sancionar una ley que permitiera el aborto en la Ciudad. Pese a que el nuevo papa se puso contento con el modo en el que el PRO resolvió ese conflicto, el rédito nunca se lo dio a Macri.
Por otro lado, Bergoglio tiene buena relación con otros dos funcionarios de primera línea del gobierno porteño como la vicejefa María Eugenia Vidal y el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
Fuente: La politica on line