Es un hecho. El congelamiento de precios en los supermercados que lanzó el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, y cuyo período de vigencia inicial vence a fin de mes, será prorrogado. Y posiblemente hasta las
elecciones de octubre.
Así lo adelantó en las últimas horas el propio Moreno a diversos supermercadistas y empresarios con los que tuvo contacto. “Hay que alargarlo. Por qué dejar de usar algo que funciona bien. Hay que alargarlo tres o cuatro meses más, y por qué no hasta las elecciones”, fueron las palabras de Moreno, según relató Yolanda Durán, la titular de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa).
Durán estimó que Moreno va a ampliar el acuerdo para cuando concluya a fin de mes, porque consideró que “conviene a los consumidores”. Por otro lado, la empresaria defendió la idea de que los supermercados acepten una tarjeta de crédito única del Banco Nación, otra idea de Moreno.
“Nosotros pagamos 8% de comisión. Con la tarjeta nueva pagaríamos 1%. Nos pone en pie de igualdad con las grandes cadenas”, explicó Durán.
No obstante, la idea de la “SúperCard” despierta varios interrogantes. Aún no se definió si su uso será excluyentes para los consumidores que hoy tengan otras tarjetas de crédito de los distintos bancos del sistema. Tampoco está claro qué rol tomarán las entidades financieras, a quienes la rebaja de las comisiones que cobran por el uso de los plásticos (del 3% actual al 1%) implicará resignar millonarios ingresos.
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también se refirió al tema al publicar un informe que afirma que “en 2012 sólo por compras con tarjetas en supermercados, los consumidores transfirieron casi 2.000 millones de pesos en intereses a los bancos”.
El problema de los supermercados es que para cumplir con el congelamiento que les exige Moreno, y en medio de costos en alza por la inflación y las paritarias que se avecinan, se ven forzados a recortar gastos por otro lado. Por caso, las comisiones que les cobran los bancos.
Fuente: Cronista