El macrismo, con la consigna del propio jefe de Gobierno, le imprimió a la Legislatura un ritmo desacelerado este año, debido al calendario electoral, al considerar que no es cuestión de agitar el casi siempre polémico recinto porteño en tiempos de comicios. Pero, para después de las elecciones, sobre las cuales hoy el PRO hará anuncios importantes, ya preparan un show de leyes acompañado de un reparto de cargos para seducir a los rivales.
Es que algunos organismos de control de la Ciudad de Buenos Aires deben renovar sus autoridades y también, un punto clave para Mauricio Macri en el orden judicial, el Ministerio Público. Si bien algunos de esos puestos pueden esperar hasta el año próximo, el PRO cree que las propuestas pueden acordarse antes de que termine 2013. La idea, por ahora, es armar un combo de designaciones al tiempo que llega a las comisiones el tradicional paquetazo de fin de año. Eso es la discusión y sanción del Presupuesto 2014, la Ley Tarifaria y el Código Fiscal, que obliga a un paseo de todos los ministros por los despachos legislativos para explicar en qué van a gastar la plata. Después de las inundaciones del 2 de abril pasado, y tras las elecciones donde el PRO asegura que ganará en el distrito que gobierna, el Presupuesto, consideran, no será fácil de debatir con la oposición.
El Ente Único Regulador de los Servicios Públicos y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad entrarían en la discusión entre el macrismo y el resto de los bloques. Para
el organismo que controla el transporte, la renovación de los puestos requiere del voto de la mayoría de los diputados, pero no es así en la designación del defensor y sus adjuntos, como en la del fiscal de la Capital Federal, que necesita de dos tercios. En esa instancia al PRO no le queda otra alternativa que negociar con los bloques opositores ya que no llega a reunir quórum propio y mucho menos mayoría calificada.
Según las normas porteñas, el Ente es conducido por un directorio de cinco miembros que son designados por la Legislatura por mayoría absoluta, una vez que pasaron por la instancia de una audiencia pública donde se ponen a consideración sus antecedentes. El presidente es propuesto por el Poder Ejecutivo y los vocales por la Legislatura “garantizando la pluralidad de la representación, debiendo ser uno de ellos miembro de organizaciones de usuarios y consumidores”. Los mandatos duran cuatro años y actualmente el organismo es presidido por el abogado Lisandro Ferrali, quien asumió en febrero de 2009, por lo cual el directorio está en condiciones de renovarse, mientras que se prorrogan automáticamente los mandatos hasta que se realicen las nuevas designaciones. El PRO abrirá la lista de directores a la oposición, pero quiere ver antes los resultados de los comicios de octubre próximo.
La Defensoría la preside actualmente Alicia Pierini y, aunque la renovación de los cargos puede esperar hasta marzo próximo, las propuestas comenzarían a evaluarse también este año. Los cargos duran cinco años, el defensor cuenta con cinco adjuntos y su designación pasa por el recinto para obtener como mínimo dos tercios de los votos. Pierini se encuentra terminando su segundo mandato y de acuerdo con las leyes porteñas no puede ser reelecta otra vez, tal como sucede con los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires.
En el caso del Ministerio Público vencen los mandatos de los tres principales cargos de esa dependencia, es decir, el del fiscal general, que ocupa Germán Garavano, el de la Defensoría General de la Ciudad y el de la Asesoría Tutelar. Por ahora, suena como candidato al lugar de Garavano el legislador Martín Ocampo.
Fuente: Ámbito Financiero