El intendente de Ezeiza asumiría el viernes pero adelantó cómo será el nuevo sistema de patrullaje. Habrá acciones coordinadas con la Ciudad y llamó al jefe de Gobierno
El gobernador Daniel Scioli le tomaría juramento recién el viernes, luego de la aprobación en la Legislatura local de los cambios en el organigrama que crearán su ministerio.
Pero el designado titular de la cartera de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, bosquejó ayer en conferencia de prensa los objetivos de su gestión, que buscará sumar votos tras la derrota electoral del kirchnerismo en las primarias. Según prometió, “habrá 100 mil hombres” en las calles y acciones coordinadas con la Ciudad de Buenos Aires.
“No hablamos ni de mano dura ni de mano blanda”, dijo el histórico intendente de Ezeiza, al intentar minimizar la polémica que trajo su nombramiento. Más temprano, el mandatario provincial también había salido en su defensa, al justificar el tiroteo que protagonizó Granados en 1999 cuando tres delincuentes ingresaron a su quinta. “Hay que entender que, en momentos de emoción violenta, cuando te están amenazando a una hija y entran a punta de pistola en tu casa, uno puede reaccionar; fue un episodio de hace 14 años”, adujo Scioli.
En un marco similar a la congelada Agencia Metropolitana de Transporte, Granados reveló que se comunicó ayer con el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, para coordinar con el responsable de la seguridad capitalina, el ministro Guillermo Montenegro, la prevención del delito.
“La presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), el gobernador, el secretario de Seguridad (Sergio Berni) y el Jefe de Gobierno con el que hablé hoy, estamos con todas las ganas de que este flagelo se vaya solucionando”, apuntó el intendente.
Sobre su futuro rol, admitiendo que “la población está totalmente clamando más seguridad”. Y reveló que pondrán “100 mil hombres” para atender la seguridad de la provincia. Será un esquema similar al aplicado en Ezeiza, pionero de la patrullas municipales.
Según fuentes de la Gobernación esa futura fuerza se nutriría de a poco con los 6 mil policías egresados por año, los oficiales retirados y la Gendarmería. “Se irán multiplicando año a año, esos 100 mil no van a estar mañana”, admitieron en despachos platenses.
También quedó claro que Granados sellará su impronta en el futuro ministerio. “Me gusta ver los patrulleros, ir a las comisarías y hablar con el personal. No me van a ver en ningún acto entregando patrulleros. Tenemos que ir a los bifes, que la gente vea en el policía una cara y un ánimo distinto”, opinó.
Otra particularidad que se espera de la futura gestión Granados es la relevancia en su plan de sus ex colegas. “Los intendentes son los jefes de la Seguridad, son quienes más saben dónde tienen que destinar los patrulleros”, promete el sciolismo, que está enfrascado en una batalla con el massismo por la Policía Comunal.
Con respecto al municipio, el cacique pejotista adelantó que su esposa, la diputada Dulce Granados, lo reemplazará en el sillón que ocupa desde 1995. “Le he pedido a Dulce que en este tiempo que estoy a préstamo en la provincia se ocupe de estar al frente de la Municipalidad”, confió, con una sentencia que no augura una extensa trayectoria provincial.
Fuente: El Cronista