El próximo domingo el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, iniciará un viaje protocolar
de seis días a España para visitar el Museo Pablo Picasso, en Málaga. Tratará de traer la muestra a la Ciudad.
Se reunirá con su par español para intentar firmar un acuerdo y montar en Baires una muestra similar en los próximos meses.
El problema es que también la vicejefa, María Eugenia Vidal, se encuentra de viaje en Europa. Tendrá en los próximos
días una audiencia privada con el Papa Francisco, en el Vaticano.
Las especulaciones de varios funcionarios no dejaron de crecer. Muchos mostraron su preocupación porque los efectos de la
tormenta que ya se desató en la Ciudad compliquen el viaje de Macri, que deberá delegar el poder en Cristian Ritondo, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña por al menos dos días. “No debería viajar, cada vez que pasa algo está fuera de la Ciudad, recomendamos que se quede”, ilustra un secretario macrista, confundido aún por la decisión de no suspender el viaje, al menos hasta ahora.
Sobre todo porque una de las armas más grandes de la crítica opositora apunta a la cantidad de días del año que Macri pasa fuera de la ciudad que Gobierna. ¿La cúpula PRO se irá de viaje finalmente?
Pedro de Mendoza