El policía es un ex agente de inteligencia de la Federal que en 2012 se sumó a las filas de la fuerza creada por Macri. La justicia busca determinar si se infiltró ilegalmente en la hinchada del club o si era parte del negocio con los tickets.
Uno de los principales involucrados en el escándalo por la reventa de entradas en el club River Plate es un ex agente de inteligencia que hoy integra las filas de la Policía Metropolitana. Alejandro Rivaud, alias “el Francés”, estaba supuestamente infiltrado en la barrabrava del Millonario, aunque según pudo confirmar Tiempo Argentino reporta directamente a la Superintendencia de Investigaciones de la Metropolitana, a cargo de Carlos Alberto Kevorkian.
La fuerza ideada por el alcalde porteño, Mauricio Macri, tiene prohibidas por ley las tareas de inteligencia, pero ya antes ocurrió lo contrario, como sucedió con el escándalo de las escuchas ilegales que protagonizó el ex espía Ciro Gerardo James. A esto se suma el listado de “plumas” –así se conoce en la jerga policial a los agentes de inteligencia de la Federal- que pretendían ingresar a la fuerza de la Ciudad de Buenos Aires.
El fiscal José María Campagnoli había pedido la detención de Rivaud en el marco de la pesquisa que llevó adelante, pero ahora los investigadores intentan determinar si estaba realizando tareas ilegales o si formaba parte del negocio que lideraban barras y dirigentes del club.
Retirado de la Policía Federal como auxiliar 1º de inteligencia, Rivaud figura en la investigación que el suspendido fiscal de Saavedra y Núñez llevó adelante por casi un año y medio. La denuncia penal por estafa la realizó un hincha de River que encontró ocupado su asiento en el último partido del club en la B Nacional, disputado ante Almirante Brown, el día en que logró ascender. A partir de allí se comenzó a desanudar la madeja que involucra a los principales dirigentes del club, incluido Daniel Pasarella, y los líderes de Los Borrachos del Tablón, que supuestamente participaban de una organización en la que revendían entradas destinadas a los socios vía canje.
De acuerdo a la pesquisa, se fraguaba la realización del intercambio y las entradas iban a parar a la barra, que las comercializaba a través del sitio Mercado Libre y de revendedores en las inmediaciones del estadio.
Aunque trascendió que la información para lograr la investigación había sido aportada por la Metropolitana, las escuchas telefónicas autorizadas por el juez Fernando Caunedo fueron solicitadas a la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE).
EX FEDERAL. De 48 años, desde 1997 Rivaud fue –con el legajo Nº 1919– el encargado de liderar un sector especial de la División Investigación de Conductas Delictivas en Espectáculos Deportivos de la Policía Federal, también conocida como “conductas delictivas”.
Allí comenzó a trabar relación con los barras y, se supone, que tuvo acceso a la posibilidad de conocer el negocio de la reventa de entradas.
A partir de 2012, Rivaud –quien antes de su ingreso en la PFA había sido personal civil de la Fuerza Aérea– selló su ingreso a la Metropolitana. Hasta ahora, la pertenencia del espía a la fuerza creada por Macri no había sido revelada.
Tanto Rivaud como Kevorkian son viejos conocidos. Años atrás, ambos fueron imputados por la muerte violenta del hincha de Defensores de Belgrano Fernando Blanco, de apenas 17 años. Su deceso ocurrió luego de que el 25 de julio de 2005 fuera trasladado por un móvil policial de la Federal, tras una golpiza a los hinchas por parte de la fuerza en un partido contra Huracán.
Un video del programa Cámara Testigo (ver capturas) mostró que Rivaud fue uno de los que llevó a Blanco de los pelos, quien supuestamente luego se arrojó del móvil policial y, dos días después, perdió la vida. La víctima había sufrido graves heridas: fractura de cráneo, contusión cerebral y hemorragia meníngea. En ese momento, Kevorkian era el responsable del operativo.
Sin ser convocado a declarar en la causa que mereció el repudio de la dirigencia política y un pedido de justicia, tiempo después pidió su pase a retiro. El 23 de abril de 2009 fue designado en la estructura que había sido diseñada para la Ciudad por el ex comisario Jorge “Fino” Palacios.
NEXO PRO. Ferviente hincha de Boca Juniors, Rivaud también tiene lazos con el presidente de esa institución, Daniel “El Tano” Angelici, uno de los principales hombres de confianza de Macri y el nexo judicial del líder del PRO.
Según Campagnoli, Rivaud había formado parte de la maniobra y en una escucha entre Matías Goñi y Martín Araujo, dos de los líderes de la barra de River, se hace referencia a la supuesta “infiltración” por parte de la Metropolitana, tarea que no está prevista en los delitos que la fuerza tiene asignados por ley, lo que generó que ahora se sospeche sobre su participación en los ilícitos.
El caso salió a la luz en un momento de ebullición política. Aunque estaba en plena etapa investigativa, fueron filtrados a los medios de comunicación los detalles de la trama y las escuchas recopiladas por la fiscalía que ocupaba Campagnoli el mismo día en que debía dirimirse judicialmente su pedido de amparo para ser reintegrado en sus funciones, luego de ser suspendido por el Tribunal de Enjuiciamiento que debe determinar su acusación por mal desempeño y abuso de poder en la causa por supuesta extorsión que involucra a Lázaro Báez.
El juez Caunedo había rechazado los pedidos de detención previos a que el caso fuera ventilado, a la espera de mayores diligencias, pero aun así trascendieron los pedidos de Campagnoli como un intento de apuntalar mediáticamente su estrategia defensiva. De hecho, el fiscal solicitó a la SIDE escuchas que debieron luego ser anuladas por carecer de autorización.
El fiscal había solicitado el allanamiento del club, de los domicilios particulares de los implicados y las detenciones de Pasarella, del ex vicepresidente Diego Turnes; del responsable del área socios y ex vocal Eduardo Rabufetti, así como de los gerentes de la empresa Top Show. El pedido también incluyó a Diego Rodríguez, hermano de la flamante Ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, y ligado al mundo de River. Por el lado de los policías, se pidió detener a Rivaud y a Alejandro Hayet, hijo del jefe de Asuntos Internos de la Federal.
Además, el fiscal señaló a los barrabravas Goñi, Araujo, Guillermo Godoy y José Uequín, quienes aparecen en la mayoría de las escuchas.
Los investigadores intentan determinar si Rivaud, al estar cercano a esa estructura de su paso por la Federal, integraba la maniobra o si estaba realizando tareas de inteligencia para Kevorkian, como se dijo, algo que está prohibido por la propia ley de creación de la Metropolitana.
INTELIGENCIA PROHIBIDA. La policía de proximidad de la Ciudad no puede hacer tareas de inteligencia. Sí tiene permitido realizar investigación criminal, un trabajo que se ejecuta a través de otras metodologías. Con ese fin, incluso la fuerza adquirió un sofisticado software de entrecruzamiento de datos con el que lograron varios operativos exitosos contra pedófilos.
El 28 de octubre de 2008 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley Nº 2894 de Seguridad Pública, que creó la Policía Metropolitana. En su artículo 14, manifiesta que “adhiere a la Ley Nacional N° 24.059, de Seguridad Interior, y Decreto N° 1.273/92, y participa e integra en todas las instancias creadas por la Ley Nacional N° 25.520 de Inteligencia Nacional”. El artículo 29 es más específico: “En ningún caso, el personal de la Policía Metropolitana, en el marco de las acciones y actividades propias de sus misiones y funciones”, puede “influir de cualquier modo” en la situación de “asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo”, ni tampoco “obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas”.
Cuando estalló el caso de las escuchas ilegales por las que Macri está en la recta final al juicio oral, a lo largo de la investigación se pudo constatar que la intención de Palacios, cuando en 2007 comenzó a idear la nueva fuerza, fue la de incluir alrededor de 25 “plumas”, es decir agentes de inteligencia de la Federal. Hasta hoy se creía que tras el escándalo con el espionaje telefónico que involucró al espía Ciro James, esa decisión había sido revertida.
La presencia de Rivaud como agente activo, lo desmiente.
CASO ACRO. En 2011, luego de un juicio oral que duró dos días, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 sobreseyó a Rivaud, quien junto a dos policías habían sido acusados por el ex barrabrava de River William Schlenker por “privación ilegal de la libertad y falsificación de documento público”, durante un allanamiento en el marco de la causa por la denominada “Batalla de los Quinchos”, que también instruyó Campagnoli. Precisamente, el testimonio de “El Francés” fue clave en el juicio oral contra los hermanos Schlenker, acusados por Campagnoli, y finalmente condenados por el asesinato del barra Gonzalo Acro. En esa oportunidad, Rivaud hizo un informe de las comunicaciones de Nextel, en la zona y el día en que se produjo el caso, entre los barras y el autor material del crimen. También hizo lo mismo con las llamadas que habrían realizado los instigadores, antes y después del ataque.
Metropolitana – En la propia ley que dio vida a la fuerza de Macri se deja en claro que sus agentes no pueden realizar tareas como las atribuidas a Rivaud.
Escuchas CAmpa gnoli El suspendido fiscal Campagnoli llegó incluso a pedir escuchas a la SIDE sin autorización del juez, un procedimiento prohibido por lo que debieron ser anuladas.
El antecedente de Ciro James y las escuchas
La aparición de otro ex espía en las filas de la Metropolitana remite directamente a la causa por las escuchas ilegales que tuvo por protagonista a Gerardo Ciro James, un abogado y aspirante a integrar la nueva fuerza que tenía un contrato del Ministerio de Educación porteño, pero que en realidad formaba parte de una trama de espionaje. A raíz de esta investigación, la justicia tiene en sus manos la elevación de un juicio oral contra el jefe de gobierno Mauricio Macri, con procesamiento confirmado en tres oportunidades como integrante de una asociación ilícita que “pinchaba” teléfonos bajo una estructura enquistada en la administración porteña. Además de Macri y James, en condiciones de ir a juicio quedaron el ex comisario Jorge “Fino” Palacios –el primer jefe que tuvo la Metropolitana–, el ex ministro de Educación Mariano Narodowski, un secretario judicial, un grupo de policías misioneros y el ex juez José Luis Rey. Todos participaban de una operatoria a través de la cual los policías de Misiones ingresaban pedidos para que se investigue en diversas causas locales a los espiados, con lo que el juzgado federal de esa provincia giraba ordenes a la SIDE para interceptar los teléfonos de los presuntos involucrados. Además, mediante la secretaría judicial se autorizaba a James a recoger las grabaciones de la SIDE. Las posteriores comunicaciones del espía con Palacios terminaron de cerrar el círculo. Los casos que la justicia probó para considerar que la etapa de investigación está cerrada fueron las intercepciones al cuñado del propio Macri, Daniel Leonardo (enfrentado con la familia por su conflictivo matrimonio con la hermana del alcalde) y al dirigente de Amigos y Familiares de Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, que desde un principio denunció que el líder del PRO pretendía poner a dirigir la nueva “policía de proximidad” a Palacios, acusado de encubrimiento en el caso AMIA. Desde el gobierno porteño siempre dijeron que James había sido espía para la Federal y que lo seguía siendo al momento de estallar el caso.
Ostentaba el mismo cargo que Alejandro Rivaud: auxiliar primero de inteligencia.
Un listado de otros 30 de estos agentes había propuesto Palacios a instancias del ex oficial de la Superintendencia de Seguridad Federal de la dictadura Pascual Miguel Mazzeo,con el supuesto fin de realizar “inteligencia criminal”. Esos nombramientos habían quedado en suspenso en aquel entonces. Ahora se sabe que fueron reactivados.
Espionaje – Al igual que Mauricio Macri, Ciro James está al borde del juicio oral
Secuencia – En 2005, Kevorkian (primer cuadro) y Rivaud (segundo cuadro a la izq.) fueron acusados por la muerte de un joven.
Fuente: Tiempo Argentino
