François Hollande recibió ayer en París a Cristina de Kirchner. Discutieron la crisis en Crimea, y la Argentina logró el respaldo explícito de Francia en la negociación con los acreedores de la deuda con el Club de París.

París, Francia (especial) – El Gobierno de Francia prometió ayer el respaldo a la Argentina en las negociaciones para alcanzar un acuerdo con los acreedores del Club de París. Francia ya se ha manifestado antes en favor del país en las disputas en la Justicia de los Estados Unidos con los tenedores de bonos de la deuda soberana. Fue en el almuerzo que mantuvieron en el Palacio del Elíseo Cristina de Kirchner y el presidente de ese país, François Hollande, al término del cual los dos mandatarios hicieron una síntesis de lo conversado ante la prensa.
Hollande explicó el apoyo en las negociaciones al decir que “Francia quiere que la Argentina pueda salir de sus dificultades financieras. La Argentina lo está logrando, y estamos haciendo todo lo posible para que en el Club de París, donde se negocian los acuerdos financieros, podamos respaldar las gestiones”.
La Presidente arribó a las 13 de ayer al Palacio del Elíseo, sede del Gobierno galo, donde fue recibida por Hollande, con una ceremonia orquestada y custodiada por tres compañías de la Guardia Republicana de este país. Luego de los saludos, ambos jefes de Estado ingresaron al edificio ubicado en el VII distrito de la ciudad de París, a escasos metros de la margen derecha del río Sena, donde mantuvieron una reunión en privado dentro del salón de Pompadour. Más tarde compartieron un almuerzo en el que se sumaron los ministros franceses de Economía, Pierre Moscovici; de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius; y Cultura, Aurélie Filippetti, mientras que por el Gobierno argentino participaron el canciller, Héctor Timerman, y el vocero, Alfredo Scoccimarro.
En la rueda de prensa, la mandataria agradeció ese gesto y también el apoyo que recibió en la puja en los tribunales de Nueva York. Los “fondos buitre”, deploró Kirchner, “quieren tumbar el acuerdo de la Argentina”.
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Los presidentes anunciaron, además, programas de cooperación en materia científica y académica, especialmente uno destinado a homologar diplomas de los estudiantes. La Presidente destacó que “el crecimiento de los (países) emergentes es muy buen negocio para los desarrollados y para la actividad económica global”, al referirse al apoyo en el tema deuda.
Antes, la mandataria hizo un breve repaso sobre la historia reciente de la relación bilateral: “En el año 2003 la relación comercial entre la Argentina y Francia era de apenas 300 millones de dólares y era superavitaria para la Argentina”. “¿Por qué? La Argentina estaba en default, no había consumo interno, una muy mala situación económica. El comercio bilateral era mínimo. Hoy este comercio es de más de u$s 2.600 millones y es superavitario para Francia por más de u$s 1.600 millones”, continuó y agregó: “¿Por qué? Simple. La Argentina creció, se desendeudó, consume y se reindustrializa”.
Fue tras esa explicación que sentenció: “Acordando en el Club de París las empresas europeas, que generan trabajo para europeos, volverán a tener crédito en sus agencias nacionales”.
Contó, en otro orden, que “hemos hablado también de cuestiones internacionales, como Ucrania; nos preocupa y ésta es una postura de la Argentina como un país de paz. Resultaría una trágica paradoja que en 2014, centenario de la Primera Guerra Mundial, Europa o el mundo deban enfrentar conflictos armados. Reclamamos a las potencias que cuando se habla de integridad territorial sea aplicable para todos”.
En ese contexto, se refirió a la situación que se vive en Crimea y a la cuestión Malvinas: “La Argentina sufre el cercenamiento territorial por parte de UK de las islas Malvinas y sin embargo UK y USA se han manifestado a favor del referéndum que los kelpers han hecho hace pocos días y que carece de todo valor”.
“Si carece de valor el de Crimea, a escasos kilómetros de Rusia, mucho menos puede tener valor uno de una colonia de ultramar a más de 13.000 kilómetros. Es fundamental para preservar la paz en el mundo y el respeto al derecho internacional no tener doble estándar a la hora de tomar decisiones”, continuó.

Fuente: Ámbito Financiero