Cerrando canillas

Poner límites al consumo abusivo de alcohol en los jóvenes. Ése es el objetivo de un proyecto elaborado por dos legisladores porteños que prevé multas de entre 80.000 y 400.000 pesos para los dueños de los boliches de la ciudad que ofrezcan, junto con la entrada, un pase de “canilla libre”, una cuestionada modalidad que permite acceder a una barra libre durante toda la noche.

La iniciativa, que busca controlar aquellos locales que entreguen más de dos consumiciones de bebidas alcohólicas con el pago de la entrada, fue redactada por el vicepresidente de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, y el legislador Roberto Quattromano, ambos de Pro.

“Cuando los jóvenes toman alcohol se ponen violentos y, además, se exponen a riesgos. Por eso, a través de esta ley queremos frenar el consumo desmedido. Por culpa de este tipo de excesos violaron a una chica en un boliche de Congreso y un conductor atropelló a dos jóvenes a la salida de una discoteca en Flores”, dijo el legislador Quattromano.

Con relación a las consecuencias que trae el consumo de alcohol, señaló que entre las preocupaciones principales están “los riesgos que corren las mujeres, a quienes el alcohol afecta más que a los hombres. El consumo desmedido rompe primero la inhibición y después el control sobre el cuerpo”.

El proyecto propone que “el titular o responsable de un establecimiento bailable que expenda o promocione bebidas alcohólicas en la modalidad de canilla libre sea sancionado con una multa de entre 6800 unidades fijas -$ 80.000- y 34.000 unidades fijas”, equivalente a 400.000 pesos. Es la misma multa que deben pagar los locales que venden alcohol fuera del horario permitido.

La propuesta sugiere que algunos dueños de boliches buscan atraer clientes con el beneficio del acceso ilimitado a las barras de tragos con el pago de la entrada, y esta promoción atrae a los jóvenes porque les permite consumir bebidas alcohólicas a un costo menor.

El legislador Ritondo sostuvo que decidieron redactar este proyecto “porque se incrementó la cifra de chicos internados con coma alcohólico” en los hospitales. “Queremos evitar que caigan en la trampa de los especuladores que aplican estrategias de captación con estas ofertas”, dijo. Ritondo agregó: “Son las mismas discotecas las que incitan al consumo desmedido de alcohol como una condición necesaria para divertirse en las salidas nocturnas”.

Desde la Cámara de Discotecas celebraron la iniciativa de los legisladores porteños, pero pidieron más controles. “Apoyamos los proyectos que son buenos para beneficiar la salud de las personas, pero los diputados deberían ocuparse también de controlar los 300 locales de la ciudad que están habilitados como bares, pubs o restaurantes y que funcionan como boliches”, dijo Jorge Becco, el presidente de Cedeba.

Becco explicó: “Estos locales tienen menos gastos que los boliches y también pueden vender alcohol después de las 5, lo que incentiva el consumo desmedido en los jóvenes”.

En tanto, la legisladora porteña del Frente para la Victoria (FPV) María Rosa Muiños presentó un proyecto de ley para que los jóvenes puedan denunciar en tiempo real a través de sus teléfonos celulares cualquier tipo de anomalía que observen en los boliches bailables, sea interrupción del suministro de agua, exceso de capacidad, discriminación, irregularidades edilicias o de seguridad, entre otros.

Fuente: La Nación

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