Falta un año. Como en una cuenta regresiva que avanza con parsimonia pero sin pausas, el reloj corre. Contando desde ayer, las elecciones presidenciales del domingo 25 de octubre de 2015 se celebrarán en apenas 365 días. El año previo a los comicios implica ingresar –casi sin darse cuenta– en el tramo crucial de la campaña. Eso piensan todos los dirigentes políticos, del partido que sean. También los encuestadores, que comienzan a trabajar con un ritmo febril para detectar estables o nuevos humores sociales, corrientes de opinión que puedan ser determinantes a la hora de las urnas. Mientras se inicia formalmente el año electoral, los vecinos Brasil y Uruguay definen entre la continuidad de proyectos de centroizquierda (el PT y el Frente Amplio) o el cambio neoliberal (PSDB y Partido Nacional). ¿Será continuidad o cambio la dicotomía que organice la elección del año próximo en la Argentina? ¿O la opción será entre Estado presente u Estado mínimo? ¿Qué tanto influirá la marcha de la economía, tras un 2014 que mostró evidentes síntomas de desaceleración pero sobre el que algunos especialistas tienen expectativas de repunte para los últimos meses y los primeros de 2015? Y, por último, ¿cómo se vienen preparando los distintos precandidatos?
Las preguntas abundan en un escenario electoral que se consolida a medida que se despide el 2014 y se acerca la fecha clave de la inscripción de candidaturas: el 20 de junio, 50 días antes de las primarias, previstas para el 9 de agosto de 2015. La descripción de la foto, en un escenario político que es dinámico y al que por eso se lo suele asociar con una película, se completa con un gobierno activo, que mantiene la iniciativa y ocupa buena parte de la agenda con el peso de la gestión, y que al mismo tiempo muestra un liderazgo nítido en la figura de la presidenta Cristina Fernández. ¿Explicará este escenario la insólita actitud del periodista Jorge Lanata, quien llegó a retar a los exponentes de la oposición, a quienes reprochó por su presunta falta de capacidad para generar hechos políticos? Con este panorama como telón de fondo, Tiempo Argentino consultó a especialistas en opinión pública sobre las hipótesis y las tendencias que se insinúan en el año que resta para las (cruciales) elecciones presidenciales.
¿Qué es lo que se votará el año próximo? ¿Cuáles serán las principales demandas que explicarán las preferencias electorales de los ciudadanos? Tres encuestadores consultados, Analía del Franco, Artemio López y Ricardo Rouvier, coincidieron en que una de las expectativas que predominará en las urnas será la idea de “cambio”. Los tres especialistas, sin embargo, plantearon argumentos contradictorios y dejaron en evidencia ciertos matices para explicar qué significa esa búsqueda de lo nuevo. “Después de 12 años de gestión nadie vota para que todo siga absolutamente igual. Pero, ojo, la dicotomía ‘continuidad o cambio’ es un poco engañosa. Porque cuando vos preguntás así, el 80% te va a decir que quiere cambiar, pero cuando profundizás luego te aclara que quiere que haya cosas que se mantengan”, aseguró Del Franco. Para la directora de Analogías, la mayoría de los argentinos (“el 90%”) está de acuerdo con el rol activo del Estado, con que debe intervenir en la economía.
Otros valores que suelen asociarse al kirchnerismo y que la sociedad tomó como propios, según Del Franco, son la ampliación de los derechos civiles, sexuales y culturales; la Asignación Universal por Hijo; o la defensa firme de los intereses nacionales ante los fondos especulativos que amenazan la renegociación de la deuda. “El 80% defiende de una manera u otra la forma en que el gobierno está planteando el conflicto con los fondos buitre. Sólo un 20% dice que es una posición exagerada”, señaló. En las encuestas también aparece cierto reconocimiento al nivel de actividad del gobierno, se le reconoce trabajo, empuje, y eso es mayoritariamente bien visto. Distinta es la visión de López, director de la Consultora Equis e inagotable polemista a través de su blog Ramble Tamble. “El cambio que se va a poner en juego es profundizar lo que se inició en 2003, que implicó un cambio profundo respecto de las políticas anteriores, o retornar al escenario previo. Por eso yo digo que los ejes de la elección van a ser el empleo y el consumo. La clave va a estar en la situación de los sectores populares. El FPV tiene un piso de 33%, las circunstancias económicas y el liderazgo de Cristina lo pueden llevar al 40%”, subrayó el sociólogo.
El encuestador Rouvier, que suele asesorar al Frente para la Victoria, esbozó un escenario intermedio, en el que habrá expectativas de cambio que convivirán con demandas de continuidad. “A la mayoría de la clase media, tanto en la Argentina como en el mundo, le cuesta entender la presencia del conflicto en la democracia: están formados sobre la cultura de la negación del conflicto. Por eso, esos sectores quieren un estilo menos confrontativo. La habilidad del kirchnerismo en las próximas elecciones estará en presentarse como las dos cosas, como la continuidad y el cambio que falta, las asignaturas pendientes”, aseguró Rouvier. La paradoja de esta descripción es que convive con un liderazgo fuerte, el de Cristina, que polariza a la sociedad y que además –a pesar de los tres mandatos kirchneristas y de los dos que lleva en el gobierno– retiene un alto índice de aprobación.
“A la presidenta la tengo con un 47% de imagen positiva, entre muy bueno, bueno y regular bueno”, contó Del Franco. “En mis estudios a Cristina la tengo en alrededor de 45 de imagen positiva”, señaló Rouvier. La persistencia del rol de la jefa de Estado en el escenario político, sus consecuencias electorales, explica los movimientos de ciertos precandidatos, sobre todo de aquellos que forman parte del FPV. Sin embargo, también Mauricio Macri, del PRO, el postulante que más creció en los últimos meses, elije muy bien cuándo y sobre qué polarizar con la mandataria. En los últimos días, Macri salió a decir que no quitará la AUH, que defenderá a la Argentina frente a los buitres y que mantendrá la estatización de la petrolera estatal YPF y de las AFJP. La incorporación a su plataforma electoral de algunos tópicos del oficialismo es un consejo que suele darle su estratega, Jaime Duran Barba. «
Fecha límite
20 de junio de 2015 vence el plazo para inscribir las candidaturas que competirán en las PASO y después en las elecciones generales.
Fuente: Tiempo Argentino