La escasez de tampones que afronta el mercado argentino tiene, como alternativa, una solución pensada por dos emprendedoras.
Maggacup es la primera copa menstrual fabricada en la Argentina que reemplaza el método tradicional de cuidado femenino, y que en sus primeros tres meses superó sus previsiones de ventas en un 800 por ciento. Habiendo conocido el producto en Europa, Clarisa Perullini y Luciana Comes decidieron emprender para poder compartir con todas las mujeres del país lo que habían descubierto hace varios años y les había cambiado la vida, pero jamás pensaron que sus expectativas se verían plasmadas tan rápido.
Gracias a los ahorros, y por haber sido ganadores como la empresa con mayor impacto ecológico en el Bid Challenge, invirtieron $ 500.000 en 2011, cuando comenzaron el desarrollo para la fabricación local, con materia prima alemana. Hoy, su planta tiene capacidad para 500 unidades al día. En los tres primeros meses de venta de Maggacup –se lanzaron en septiembre de 2013- superaron las 1200 unidades cuando sus estimaciones eran que venderían unas 50 copas menstruales por mes.
El emprendimiento promueve un cambio de hábito en lo que respecta a la salud femenina y al cuidado del medio ambiente. Sólo en la ciudad de Buenos Aires, se generan 3500 toneladas de descartes de higiene femenina. Si bien hay registros de utilización de copas desde 1867, la primera patente fue presentada en 1932. –
Fuente: El Cronista