La reunión de la cúpula del PJ bonaerense que se realizó anoche en la sede porteña del partido sirvió para que los intendentes empezaran a presionar a Cristina Kirchner con la idea de que haya una sola lista de gobernador en las primarias del 9 de agosto.
Se trata de una iniciativa que no es nueva pero que se blanqueó formalmente anoche, en un encuentro en el que estuvo presente Eduardo “Wado” de Pedro, encargado de trasmitirle a la Presidenta los pormenores de la reunión. Al frente de la idea de la lista única de gobernador está Fernando Espinoza, pero tiene el apoyo de todos los intendentes.
Los jefes comunales exigen el consenso a nivel provincial porque no quieren que la disputa se traslade a sus distritos. Dos o más precandidatos a gobernador en la primaria del Frente para la Victoria abriría la puerta a que aparezcan candidatos a intendente en sus propios territorios, con lo que su poder en la campaña se vería recortado.
La cuenta de los caciques es simple: si hay un solo candidato a gobernador, hay un solo candidato a intendente. Más aun sabiendo que habrá una única lista de diputados nacionales y una de legisladores provinciales, ambas armadas por Cristina.
La idea se afianzó luego de los más que aceptables resultados que consiguió el kirchnerismo en Mendoza y Santa Fe. Aunque venían tranquilos por el crecimiento a nivel nacional de Daniel Scioli, los resultados del domingo los animaron a apostar por la paz interna. “No hagamos quilombo, que haya una sola lista”, repetían lo que apuestan a este esquema, propio de los tiempos en que Eduardo Duhalde mandaba en el PJ bonaerense.
Pero no todo es tan sencillo y ya empezó el debate interno.
Un sector del kirchnerismo cree que la lista única puede ser contraproducente para el FPV porque no tiene ningún candidato que por sí solo arrastre votos como para ganar la elección. Ninguno de los posibles candidatos tiene una intención alta y ni siquiera hay uno que tenga un nivel de conocimiento total en la provincia.
Este sector también usa el caso Mendoza a favor de sus intereses. Sostienen que en la provincia cuyana, el buen papel del kirchnerismo fue gracias a que hubo una interna competitiva. “Si Bermejo iba solo, sacaba 20 puntos”, argumentan.
El inconveniente de fondo es que quienes se aferran a la interna lo hacen porque creen que la idea de la lista única es en realidad la idea de que los candidatos sean Julián Domínguez y Patricio Mussi.
No es casual entonces que en el segundo grupo estén, entre otros, Diego Bossio y Sergio Berni, la otra fórmula que se perfila en el FPV. “Tampoco es que van con el Papa, van como el monaguillo”, chicanean para bajarle el precio a Domínguez.
La mala noticia para los intendentes es que la posibilidad de una interna competitiva empezó a entusiasmar a la Casa Rosada. Más allá de la furia de Cristina contra Paco Pérez por haber aislado a La Cámpora, en el Gobierno terminaron reconociendo que les gustó lo que pasó en Mendoza, donde el FPV rozó los 40 puntos.
Otra en contra de la idea que impulsa Espinoza es que en el Gobierno ven con preocupación que Sergio Massa impulse una interna fuerte entre Darío Giustozzi y Francisco De Narváez. Ante un candidato único del kirchnerismo, la compulsa massista podría terminar llevándose toda la atención y el Frente Renovador tendría todo para imponerse. “Le regalamos a Massa la posibilidad de hacer una primaria competitiva y después podemos perder la Provincia por un voto”, argumentan.
Fuente: LPO