En 6 meses, el FPV perdió 28 diputados

El bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria no ha parado de perder integrantes desde que Mauricio Macri se hizo cargo de la jefatura de Estado tras 12 años de gobiernos kirchneristas. La derrota del candidato presidencial de ese espacio, Daniel Scioli, desencadenó una serie de fugas que debilitaron la bancada, en un fuerte contraste con el Senado, donde es la primera fuerza.

La sangría comenzó incluso antes de que asumieran los legisladores electos en octubre, el mismo día en que se confirmó el balotaje entre Macri y Scioli. En efecto, la bancada conducida por Héctor Recalde debía haber tenido 98 integrantes pero el “mellizo” Juan Fernando Orellana y radical K Juan Manuel Pereyra formaron sendos monobloques: Primero Tucumán y Concertación FORJA, respectivamente.

Desde entonces, Orellana se ha convertido en un aliado más de la alianza oficialista Cambiemos, aunque Pereyra, a pesar de haber hecho rancho aparte, mantiene un interbloque con sus colegas kirchneristas.

Carlos Heller fue otro diputado que renovó su banca por el Frente para la Victoria e integró ese interbloque hasta mediados de abril, cuando decidió –por motivos ajenos a la política- constituirse como monobloque por el Partido Solidario. Si bien continúa siendo un aliado K y así lo demuestra en cada votación, en lo formal no forma parte de esa bancada.

Pero si hablamos de rupturas, la más fuerte se produjo el 3 de febrero cuando Diego Bossio -extitular de la Anses durante los gobiernos de Cristina Kirchner- tomó la decisión de formar el bloque Justicialista con los laderos de los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Domingo Peppo (Chaco), Lucía Corpacci (Catamarca) y Sergio Casas (La Rioja) y otros diputados descontentos con el kirchnerismo duro.

A Bossio lo acompañaron el sindicalista bonaerense Oscar Romero, los correntinos Carlos Rubin y Oscar Macías, los salteños Evita Isa, Pablo Kosiner y Javier David, los jujeños Guillermo Snopek y Héctor Tentor, el catamarqueño Néstor Tomassi, el mendocino Rubén Miranda, la chaqueña Gustavo Martínez Campos y los riojanos Teresa Madera y Luis Beder Herrera.

Los 14, junto al bonaerense Alberto Roberti (ex Frente Renovador) y a los pampeanos Gustavo Fernández Mendía y Sergio Ziliotto, formaron la nueva bancada.

La votación en torno al pago a los fondos buitre significó otro punto de inflexión en el bloque. Fue así que a mediados de marzo, dejaron el bloque el cordobés Ramón Bernabey y la sanjuanina Graciela Caselles, del Partido Bloquista. Ambos votaron a favor del arreglo con los holdouts, aunque la segunda lo hizo aun integrando el Frente para la Victoria.

El proyecto del Poder Ejecutivo también fue respaldado por los misioneros Maurice Closs, Silvia Risko y Daniel Franco, que venían arrastrando diferencias con el bloque y la semana pasada terminaron por dar el portazo. El “Frente para la Concordia Misionero” es el nombre del flamante bloque.

La última fuga se produjo hace pocas horas, con los seis representantes del Movimiento Evita. Los bonaerenses Leonardo Grosso y Remo Carlotto, la rionegrina Silvia Horne, la santafesina Lucila De Ponti, el cordobés Andrés Guzmán y la correntina Araceli Ferreyra formaron este jueves el bloque “Peronismo para la Victoria”, con cuestionamientos por los casos de corrupción y la “falta de autocrítica” del espacio, sumados a una histórica disputa con La Cámpora.

Fuente: El Parlamentario

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