La Legislatura aprobó ayer la autorización para que los food trucks o camiones de comida al paso puedan desarrollar su actividad en la vía pública, lo que hasta ahora tenían prohibido, excepto en ferias gastronómicas o fiestas privadas.
La iniciativa, impulsada por el legislador oficialista Francisco Quintana, tuvo 43 votos a favor, siete en contra y dos abstenciones.
Entre los elementos con los que deberán contar los food trucks figuran heladeras o freezers, piletas con desagües para higienizar correctamente los utensilios y sistema propio de generación eléctrica incorporado al vehículo. Además, funcionarán sólo en áreas con baja oferta gastronómica.
La norma fija a su vez ciertas prohibiciones: los camiones no podrán vender alcohol ni cigarrillos; instalar carteles, toldos, mesas ni sillas en el espacio exterior; ni hacer publicidad sonora o visual que contaminen el medio ambiente, entre otras medidas.
En ese sentido, la ley establece que el servicio de expendio de los food trucks “no puede interferir con el normal desarrollo de otras actividades existentes en el lugar, ni restringir al público, en forma alguna, el normal uso y circulación en los espacios autorizados”.
La diputada del Pro Paula Villalba destacó la importancia de darle “a los vecinos las opciones para que puedan comer más sano, y con esta ley impulsamos esto”. Y agregó que “los vehículos deberán tener menús aptos para diabéticos y celíacos, y que sean bajos en sodio”.
La legisladora del bloque Suma+ María Inés Gorbea resaltó por su parte que “es importante regular la actividad que ya existía en la Ciudad”. Y que “será un beneficio no sólo para los porteños, sino también para los emprendedores gastronómicos, que tendrán una ley que los contemple”.
Desde el FpV, la legisladora Paula Penacca había adelantado que no acompañaría el proyecto ya que “hay algunos aspectos que ya existen en términos de regulación en la venta de comida”, que son “dejados de lado para que se adapte a lo que pretenden vender los food trucks”.
Hasta ayer, los camiones de comida al paso podían operar sólo en eventos privados, ferias y recitales, dado que las normas sobre venta ambulante de alimentos se limitaban a algunos productos como golosinas, sándwiches y panchos.
Fuente: La Razón