Horacio Rodríguez Larreta apretó las clavijas. De cara a la última semana de campaña, el jefe de Gobierno no dejó detalle librado al azar. Y se apresta a inundar los barrios de funcionarios, dirigentes y colaboradores para tratar de ganar en primera vuelta y no tener que buscar la reelección mano a mano frente a Matías Lammens.
El jueves, Mauricio Macri aterrizará en Córdoba, el último destino de su gira por 30 ciudades: se prevé un acto multitudinario. Casi a la misma hora, María Eugenia Vidal hará lo propio en el club Platense, en Vicente López, un cierre inusual por el que los intendentes del PRO del Gran Buenos Aires empezaron a movilizar desde hace días para colmar el estadio.
En cambio, el jefe de Gobierno tiene previsto un cierre al estilo de su campaña: hará una recorrida durante todo el día por las 15 comunas y terminará junto al resto de los candidatos en la glorieta de las Barrancas de Belgrano, el lugar elegido por la Casa Rosada como la primera cita de la gira “Sí se puede”. El resto de la semana será calcado: todo el tiempo en la calle.
No es casual. El equipo de campaña de Rodríguez Larreta tiene medido que en el norte de la Ciudad, en especial en Belgrano, es la zona en la que más votos puede conseguir en comparación con las PASO. Es sencillo: en las primarias votaron en esos barrios menos vecinos que lo habitual y, según los sondeos, esos electores se inclinarían mayoritariamente por Juntos por el Cambio. La mayoría, por encima de los 60 años.
“Está medido que en esa zona los mayores de 60 años tienen un 80% de probabilidades de votarnos”, resaltaron desde el entorno del jefe de Gobierno, obsesionado con ser reelecto en octubre para empezar a diagramar desde ese día su proyecto presidencial.
El oficialismo saturó además el sur de la Ciudad para acortar la brecha en las comunas 4 y 8. En la 4, el Frente de Todos ganó en agosto por 5 puntos. Rodríguez Larreta y Diego Santilli -encargado de esos barrios- están convencidos en dar vuelta el resultado. En la 8 es más difícil: la diferencia en favor de Lammens y Alberto Fernández fue de casi 15 puntos.
“Estamos haciendo una campaña infernal. Estamos descontando, estamos muy cerca de ese empujón final. Y vamos a tener un empujón grande seguro el sábado”, aseguró el jefe de Gobierno el jueves por la noche, en el acto partidario de la Coalición Cívica, en el barrio de Flores, antes de darle la palabra a Elisa Carrió.
El alcalde se refería al evento de esta tarde, que tendrá a Macri como único orador al pie del Obelisco frente a una avenida 9 de Julio que se prevé desbordada de simpatizantes del oficialismo.
Para el Presidente, y para el jefe de Gobierno, será un buen envión en el tramo final de la campaña. Rodríguez Larreta necesita que Macri mantenga su nivel de popularidad en la Ciudad y que no se resienta en la última semana antes de las elecciones.
Tras las primarias, el jefe de Estado mantuvo, en general, su imagen. Incluso el electorado del PRO mostró una radicalización tras el contundente triunfo del Frente de Todos a nivel nacional. Un repunte de Macri en los últimos días evitaría el balotaje en la Ciudad.
En la sede de Uspallata hubo algunos que de hecho no vieron con malos ojos las declaraciones y los trascendidos en torno a que Fernández le restaría recursos a la Ciudad en caso de ser elegido presidente. “No soy el presidente de los porteños, soy el presidente de los argentinos”, había dicho el candidato del Frente de Todos el lunes, en Rosario. En el entorno de Rodríguez Larreta creen que perjudica a la campaña de Lammens.
Desde las primarias, el jefe porteño mandó a todo su equipo a hacer una campaña casa por casa. Se ocuparon en hacerles llegar sus propuestas a los electores de la Democracia Cristiana, a los de la UCR que no votaron en las primarias y Rodríguez Larreta selló un acuerdo con José Luis Espert, que no tiene candidato local. Creen, además, que pueden capitalizar algunos votos de Roberto Lavagna. Y mandaron a avisar a los vecinos de la tercera edad que les pondrían movilidad para ir a votar el domingo 27.
El miércoles pasado, el jefe de Gobierno habló un rato a solas con Macri. Mañana volverán a verse a unos metros de distancia, en el auditorio de la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en el segundo debate, a una semana de las elecciones.
Fuente:Infobae