Pese a la pandemia del coronavirus que mantiene hace más de un mes a un país entero en cuarentena obligatoria, hay un enemigo visible que no da tregua y es el dengue. El contagio por la picadura del aedes aegypti creció exponencialmente, y si bien estamos lejos de lo que fue la epidemia del 2016, que según las cifras del propio Ministerio de Salud superaron los 70 mil casos, durante estos últimos cuatro meses del 2020 se llegó a un pico de 14 mil infectados en todo el país, de los cuales 4.000 son en la Ciudad de Buenos Aires.
La contundente cifra supera a la de los infectados del coronavirus, que lleva más de 3.000 pacientes diagnosticados. Pero es necesario indicar que el brote epidémico se da cada cuatro años. Es decir, se puede repetir si no se toman las medidas correspondientes.
De hecho, el ministro de Salud, Ginés González García expresó su preocupación en el marco de la exposición en la Comisión de Salud del Senado que se llevó adelante el pasado 15 de abril y manifestó que el descacharreo no funcionó. “Hay que pensar en nuevas estrategias como la creación de una vacuna o la esterilización de los mosquitos”, aseguró el funcionario en ese momento, a la vez que remarcó que existe una “terrible epidemia” con foco en la Ciudad y en otras zonas del país.
La Comuna 10, integrada por los barrios de Floresta, Monte Castro, Vélez Sársfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real, atraviesa una situación crítica. El aedes aegypti se reprodujo velozmente y no se hicieron tareas de saneamiento, prevención, ni fumigación hasta abril. Es decir, se llegó tarde a la epidemia.
Para profundizar y visibilizar lo que ocurre allí, Noticias Urbanas dialogó con el comunero Fernando Moya (Frente de Todos) quien trabaja en el tema, escuchando a los vecinos y vecinas, cumpliendo con los protocolos de salud y seguridad debido a la pandemia del coronavirus y atendiendo sus reclamos por el tema del dengue. El comunero remarcó ante qué escenario se estaba, luego de su asunción el 10 de diciembre pasado: “Hay dos cuadrillas. Una es la que hace el trabajo de descacharreo y desmalezamiento, eventualmente, y luego hay un equipo de prevención que sale generalmente en los meses previos al verano a alertar sobre la situación con material impreso. Nosotros asumimos el 10 de diciembre y ese trabajo no estaba hecho”.
“Lamentablemente, llegamos a este estado porque no se trabajó sobre los baldíos o casas denunciadas porque no se tiene el consentimiento de los dueños, lo cual alarga el proceso, ya que se tarda no menos de 5 ó 6 meses en trabajar con la Fiscalía”, aseveró e informó que hay un domicilio ubicado en la calle Elpidio González donde se ingresará el próximo lunes 27, por ser un foco importante. “Se coordina con un equipo de emergencias y epidemiología del Gobierno de la Ciudad, porque en este caso se necesita una grúa para sacar cosas que excede la posibilidad de hacerlo con personas”, explicó.
Moya además recordó algo importante: “Cuando asumimos siempre pusimos énfasis en querer ser parte del equipo de salud y poder colegiar la comisión porque ya sabíamos que se venía lo del tema dengue”. En ese sentido, resaltó que como bloque integraron a otra compañera, Yanina Arias, el presidente de la comuna Mauro Pedone, responsables de epidemiología y multiplicadores de la salud del GCBA, y todos juntos están a cargo del operativo contra el mosquito.
“Vamos a hacer todo lo posible. Es paliativo, cuando salen los brotes, como indica el protocolo, el único trabajo efectivo es la fumigación domiciliaria porque en las calles ya no funciona”. añadió. A su vez, hizo hincapié en que “el Gobierno porteño improvisó, a prueba y error y los resultados están a la vista”.
Cabe destacar que el Hospital Vélez Sarsfield presentó un colapso absoluto durante el mes de marzo y parte de abril, ante la falta de reactivos por los casos de dengue.
En tanto, Fernando Moya sostuvo que “en los 6 barrios tenemos casos, lo cual demuestra el tipo de trabajo de la gestión anterior, ni siquiera nos dejaron una hoja de ruta y eso retrasó la tarea. Hasta fines de marzo no se pudieron conformar equipos de trabajo y eso dificultó la capacidad de respuesta frente al dengue, que comenzó a aparecer en enero”. En este aspecto, dijo que a los vecinos se les sugería registrar los reclamos a través de la línea 147 o vía sistema de la administración porteña. “Desde la comuna, desconocíamos la magnitud de los pedidos”, agregó. Y mostró realidad laboral que atraviesa la Comuna: “No se pueden hacer reuniones. Compartimos una oficina entre seis personas y solo tenemos una computadora. Más de dos personas no entramos, esta es la realidad de las condiciones en la que el Frente Comunal trabaja, a diferencia del presidente que sí tiene un espacio físico para las gerencias”.
En comparación con el brote de 2016, Moya dijo que si bien “estamos por debajo de la cantidad de ese año, en nuestra comuna no se hizo absolutamente nada y se está atacando el tema con todas las disposiciones del Gobierno de la Ciudad desde abril”.
Si bien el representante político dijo que su relación con el presidente de la Comuna es “cordial”, sí destacó que “la integración de los equipos de gestiones, es nula”. “Nosotros aportamos desde la trasmisión de los reclamos, los pedidos y la realidad eso muestra la falta de capacidad de la gestión del Gobierno porteño y de la Comuna”, dijo y sostuvo que “tenemos conocimiento del territorio porque somos militantes y conocemos el panorama de cada uno de esos barrios y deberían aprovecharlo”.
*Impulsan un relevamiento comunitario ante la crisis del dengue
Desde el espacio político del FdT, se puso en marcha un relevamiento comunitario donde los vecinos y vecinas deben completar datos de forma virtual sobre el tema del dengue, de cara a la prevención del año que viene. Moya dijo que se llegó a este punto por “estar desbordados”. También se gestiona este cuestionario de manera presencial, manteniendo los resguardos de la cuarentena para que los vecinos denuncien los casos de dengue y los domicilios donde pueden surgir los brotes, ya sean casas abandonadas, piletas que no se mantienen, casas donde no se ha descacharrado, fondos, terrazas o frentes”. Y siguió: “Los vecinos me dijeron que no se fueron a ver las viviendas que se indicaron, o que fueron a otras. Hubo mucha desprolijidad e ineficiencia al momento de dar respuesta a los reclamos”.
“Si bien seguimos teniendo reclamos, entendemos que esta en su parte de descenso, pero por la temperatura, única y exclusivamente por ésto”, explicó el dirigente del Frente de Todos en la Comuna 10, ante la declinación de la epidemia.
Mientras continúe con su trabajo en pos de combatir el dengue en la zona, por último, el representante de la Comuna 10 pidió a los vecinos del lugar que “sigan viendo sus fondos, terrazas, techos, no dejen nada que pueda acumular agua, hagan tratamiento a las piletas y pongan larvicidas”. “Es un trabajo de conciencia con los vecinos, también. Hay muchas personas mayores en la comuna que no pueden hacer el trabajo, por eso apelar a la solidaridad es importante. Ofrecerle una mano y pensar en el otro es un valor que nos permite actuar para resolver los problemas
en comunidad”.
*Calle por calle: los focos de dengue en la Comuna 10
Al ser consultado sobre cuáles son los lugares focos de dengue, los cuales afectan a los seis barrios detalló la siguiente lista. Es necesario remarcar que algunos relevamientos van cambiando a medida que se dan a conocer otros casos, de esta manera, se actualiza constantemente.
Vélez Sarsfield: Luis Belaustegui, Remedios de Escalada, San Blas, Camarones, Marcos Paz, Elpidio González, todo Joaquín V. González hasta Carrasco.
Floresta: Luis Belaustegui pasando Juan b. Justo. Morón, Bacacay, hasta la estación Villa Luro del tren de la línea Sarmiento. Saráchaga, pasaje Camuatí, Víctor Hugo
Villa Luro: Patrón al 5.500.
Versalles: en la zona de Cuzco, Madrid hasta Lascano y en el límite con la avenida General Paz.
Monte castro: Elpidio González, Álvarez Jonte, Marcos Paz, Segurola hasta Benito Juárez y Pasaje Bolonio (ubicado entre las avenidas Jonte e Yrigoyen).
Villa Real: Pasaje Fernando Fader (hay 8 casos en la misma cuadra). Ramón Lista. Límite entre las zonas entre Baigorria y Victor Hugo. En esta zona, se expandió tanto que es imposible tener capacidad de respuesta para hacer una fumigación domiciliaria.
La situación en la comuna se desbordó, tal como informó a NU Fernando Moya. Hace unos días, el dirigente publicó en sus redes sociales un video donde se lo muestra llegando a un domicilio con bidones de cloro para desinfectar una pileta repleta de larvas.
Fuente: Noticias Urbanas