os adultos mayores forman parte de uno de los grupos con más riesgo ante la pandemia de coronavirus, y en la ciudad de Buenos Aires hay unas 490.000 personas que superan los 70 años. Con el fin de resguardarlos lo máximo posible, el gobierno porteño adaptó 30 instituciones para que se muden, de manera provisoria, aquellos mayores que vivan en villas y barrios vulnerables y que por las condiciones de infraestructura de sus inmuebles no puedan mantener una distancia adecuada con el resto del grupo familiar que los cuide de un posible contagio.
Los denominados centros de resguardo comunitario tienen espacio para entre cinco y 20 personas y cuentan con comodidades como baño con agua caliente, televisores y talleres de esparcimiento. En cada uno de estos lugares, los mayores serán asistidos por referentes barriales y por el colectivo de curas villeros, con quienes se articularon estas medidas, anunciaron desde el ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño .
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El proceso de incorporación de un adulto mayor comenzó con la identificación del total de la población en cada uno de los barrios para luego ofrecerles mudarse por el tiempo que dure la cuarentena a los dispositivos especialmente preparados para ellos.
Los barrios involucrados en la iniciativa anunciada la semana pasada son el 31 (Retiro), 15 (Ciudad Oculta), 21-24 Zavaleta (Barracas-Nueva Pompeya), 20 Papa Francisco (Villa Lugano), 1-11-14 Barrio Ricciardelli (Bajo Flores), Playón Chacarita, Rodrigo Bueno (Costanera Sur) y Carrillo-Fátima (Villa Soldati).
Previo a la mudanza las personas firmarán un consentimiento y serán acompañados al Centro de Salud y Atención Comunitaria (Cesac) más cercano para evaluarlos físicamente y aplicarles la vacuna antigripal. Al día de hoy, ya aceptaron la posibilidad de mudarse 20 personas de los distintos barrios. Los primeros trasladados podrían concretarse a mediados de esta semana.
Esta medida se complementa con la disponibilidad de 150 plazas en hoteles que se reservan para los adultos mayores que prefieran esta opción (ya aceptaron mudarse las primeras cinco personas). Y, en caso de que así lo requiera la demanda, los clubes de barrio se sumarían a incorporar nuevas plazas, indicaron desde el ministerio.
“Estamos dando un paso muy importante para acompañar a todos los abuelos y abuelas de la ciudad para que todos tengan las mismas posibilidades de cumplir con el distanciamiento social”, dijo María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat.
Otras estrategias para mantener el distanciamiento social de los adultos mayores
Adultos mayores que vivan solos o con otros de su misma edad sin vulnerabilidad socioambiental: se lo vincula con voluntarios “promotores sociales” para que lo acompañen, escuchen, cuiden y contengan en esta situación de distanciamiento social.
Adultos mayores en hogares multigeneracionales sin vulnerabilidad sociambiental: si es posible, usar para el adulto mayor una habitación y baño separados para evitar el contagio; la persona de riesgo coma en una habitación separada y tenga el menor contacto físico posible; mantener siempre una distancia de un metro y medio o más al interactuar con el resto de la familia.
Adultos mayores en hogares unipersonales que vivan en villas o barrios populares: habrá un promotor barrial cada diez adultos mayores. Sus tareas: visitará con regularidad a la persona e indagará sobre su estado de salud y las necesidades.
Fuente: La Nación Ciudad