Horacio Rodríguez Larreta llevó ayer a su gabinete a una suerte de “retiro” en el Centro Cultural Recoleta, donde los ministros debatieron varias horas por la tarde en un encuentro inusual (ver aparte) y en la jornada previa a la presentación del proyecto de Presupuesto 2021, que finalmente no ocurrirá. Tal como anticipó este diario, el Gobierno porteño elabora un detalle de gastos con importantes recortes a la obra pública, lo que frustra un plan previsto en el año elecciones legislativas. Se le agrava más a Larreta, porque para este año ya había descartado iniciar grandes obras, muchas postergadas para 2021 y ahora trabadas, no solo por la pandemia. A la dramática situación sanitaria, Larreta le agrega consecuente baja en la recaudación y la poda de fondos de coparticipación que decretó el Gobierno nacional y que, sobre la base de ese decreto calcula que le restará $53 mil millones de presupuesto pero, si se aprueba la ley que reemplaza a esa norma (esta semana lo tiene previsto el Senado) el recorte es mayor, $63 mil millones de acuerdo a las cuentas porteñas. Son fondos destinados a Seguridad que lo obligará a una redistribución de las partidas donde Salud y Desarrollo Humano tendrán prioridad, como Educación y la propia Seguridad. Pero a la vez suma otra mortificación, una obviedad: los proyectos con Mauricio Macri en la presidencia no serán iguales con Alberto Fernández, quien ya puso la lupa sobre un importante traspaso de inmuebles nacionales a la Ciudad de Buenos Aires.
Así, quedarían para otra oportunidad proyectos como el del Mercado de Hacienda, una urbanización de 50 hectáreas a concretarse cuando el mercado se mude del barrio de Liniers, que contempla un Parque Temático, tierras para desarrolladores inmobiliarios, parques, puesta en valor de edificios históricos y la apertura de 12 calles entre otras importantes transformaciones. Para eso la Legislatura porteña aprobó en noviembre pasado una rezonificación del predio para permitir esa renovación. Por el momento sería parte del recorte en el área de Desarrollo Económico que conduce José Luis Giusti.
No será lo único que se mantendrá en espera. Una de las áreas más perjudicadas es la de Transporte a cargo de Juan José Méndez, empezando por la postergación del soterramiento del tren Sarmiento desde Once a Castelar, en la provincia de Buenos Aires. Se verá afectado en parte por financiamiento propio y en espera a la inversión que debe hacer el Gobierno nacional. Otra obra que está en dudosa realización es la ampliación del carril para colectivos Metrobus del Bajo, sobre la avenida Paseo Colón que está planificado para llegar hasta el barrio de La Boca en el sur de la Ciudad.
Larreta deja en espera, además, las obras de transporte que requieren financiamiento de la Nación como el viaducto a Constitución o la electrificación del ferrocarril San Martín que no precisamente están afectadas por una restricción presupuestaria, sino por la decisión del Gobierno nacional.
Por ahora el Gobierno porteño no enviará el proyecto de Presupuesto 2021 a la Legislatura, como ocurre cada año, con plazo de presentación el 30 de septiembre. En cambio elevará una comunicación explicando la demora sin proponer tampoco nueva fecha.
La pelea por la quita de fondos amarga la planificación de un año clave para Larreta y sus proyecciones nacionales como son las legislativas en un combo que integra además e imprevistamente también la epidemia de coronavirus. Pero, todo cambiaría, creen en la Ciudad, si la Corte Suprema se expresa ante la presentación del Gobierno porteño que, pidió una medida cautelar para que se suspenda la rebaja que impuso el decreto de 1,18% de coparticipación, un goteo diario que comenzaron a sufrir las arcas porteñas. Además Larreta solicitó al máximo Tribunal que considere arbitrario y anticonstitucional el decreto de Alberto Fernández.
Fuente: Ambito