El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, confirmó hoy que será reactivado el proceso de licitación para que la Policía de la Ciudad adquiera 300 pistolas Taser y explicó que “había sido suspendido por el tema de la importación durante la pandemia”.
En declaraciones a la prensa, Santilli reafirmó esta mañana la información difundida ayer sobre el reinicio del proceso de licitación de 300 pistolas Taser para la Policía de la Ciudad al comunicar que el procedimiento “lo hemos reiniciado y esperemos que sea lo más rápido posible”.
“Hay que dotar a la Policía de las herramientas necesarias para desempeñar su trabajo con armas de baja letalidad, como una tonfa, una pistola Taser: hay que ir equipándolos y ayer mismo se reinició el proceso de licitación de Taser, que había sido suspendido por el tema de la importación durante la pandemia”, agregó.
El funcionario, quien también está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, sostuvo que prefiere que la Policía “utilice estos dispositivos antes que un arma de fuego”.
“Son 300 pistolas Taser con toda la tecnología que tiene que tener: cámara de filmación para poder ver toda la trazabilidad del trabajo y, por supuesto, los oficiales tendrán entrenamiento específico”, explicó.
Ayer, tras el crimen del Policía Federal Juan Pablo Roldán, atacado a puñaladas el pasado lunes en el barrio porteño de Palermo por una persona que luego murió y que padecía problemas psiquiátricos, se reavivó el debate acerca de la implementación de ese tipo de armamento en las fuerzas de seguridad.
Desde 2010, el Gobierno porteño pretende equipar a la policía con pistolas Taser, lo que fue repudiado por organismos de Derechos Humanos, que cuestionaron su utilización por considerarlas “elementos de tortura”.
En 2014, de hecho, un fallo favorable a ese reclamo prohibió la utilización de dichas armas, revocado en 2015 por el Tribunal Superior de Justicia porteño.
Respecto del tema, la diputada porteña Claudia Neira dijo que el uso de estas armas merece “un debate sin demagogia, sin utilizar el dolor de hechos terribles como el del pasado lunes, y también sin prejuicios ideológicos”.
“Tal como se recomienda, el debate debe ser sobre todas las armas, tanto letales como no letales, siguiendo las recomendaciones de la ONU sobre el marco, con qué límites y con qué nivel de profesionalización se usa cada una de ellas”, apuntó en diálogo con Télam.
Criticó, en ese sentido, el “aprovechamiento” de la situación para instalar que el caso del policía asesinado se hubiera podido evitar: “Más allá de que sea contrafáctico, ni siquiera el protocolo del Patricia Bullrich había planteado que cada efectivo tuviera una Taser”.
“Es marketing puro, en ningún lugar del mundo se plantea que todos los efectivos de calle tengan una Taser. Cada Policía elige las distintas armas depende de los delitos que debe enfrentar luego de un diagnóstico que abarca distintas posibilidades”, aclaró.
LAS REACCIONES
Consultada sobre la oposición que suelen manifestar los organismos de Derechos Humanos al uso de estas pistolas, Neira dijo: “Esas objeciones tienen que ser parte del debate, incorporarlas, dado que lo que hay que hacer es construir consensos democráticos que le den a la ciudadanía la seguridad de que está compatibilizando, de la mejor manera, dos elementos clave como son la efectividad en materia de seguridad y los límites” a esa práctica.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires, el presidente de la Comisión de Seguridad en la Cámara baja, Jorge D’Onofrio (Frente Renovador), se pronunció hoy a través de un comunicado a favor de “avanzar con el uso de pistolas Taser para la policía”.
“Espero que realmente el dolor que sentimos hoy nos movilice hacia los cambios que necesita Argentina, y que la pérdida de Roldán sea el inicio hacia la dotación de tecnología y armas menos letales para reducir a los violentos”, dijo D’Onofrio.
El legislador del Frente de Todos agregó que “surgen voces de todo tipo sobre el tema, pero me voy a quedar con las reflexiones del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en cuanto a que Argentina merece un debate profundo y sincero sobre la inseguridad”.
“Las consecuencias están a la vista ante la imposibilidad de utilizar herramientas disuasivas; la derogación de los protocolos de armas de fuego y Taser es una política que precisamente va en contra de cualquier medida de seguridad”, cuestionó, en tanto, el diputado nacional Juan Martín (UCR-Santa Fe).
También se manifestó sobre el tema el senador nacional de Juntos por el Cambio Pablo Blanco, quien presentó un proyecto de comunicación para hacer un pedido de informe al Ministerio de Seguridad de la Nación sobre “la derogación de las reglas de empeñamiento de las Fuerzas de Seguridad de la Nación que habilitaban el uso de pistolas electrónicas ante la situación creciente de inseguridad y el lamentable fallecimiento de Roldán”.
Desde el Gobierno nacional, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, había asegurado ayer que la utilización de las Taser “no está en estudio” dentro de las fuerzas federales de seguridad y afirmó que tanto las provincias como la ciudad de Buenos Aires “tienen autonomía” para decidir su implementación.
En tanto, fuentes del Ministerio de Seguridad explicaron a Télam que la Nación “no se opone a la utilización de las Taser” y aclararon que desde el 2016 existe un fallo de la Justicia porteña que habilita a la fuerza de seguridad de la ciudad a implementar a ese tipo de armas, pero que por motivos que desconocen “no se pusieron en funcionamiento”.
Fuente: Télam