a regulación del sistema de acarreo y estacionamiento medido en la ciudad de Buenos Aires es una historia de pasos errantes. En diciembre se cumplirán siete años del primer intento frustrado del Gobierno porteño de darle legalidad a contratos anómalos, pero desde aquella última sesión del año en la Legislatura, sucesivos recursos de amparo y trabas judiciales le fueron poniendo freno. Ahora, mientras cuatro empresas esperan desde hace meses la autorización para comenzar a operar en las nuevas zonas en las que fue dividida la ciudad, la pandemia de Covid-19 puso un nuevo freno en la adjudicación de las licitaciones.
Además, en este escenario habrá una nueva alternativa que aportará mayor incertidumbre sobre el futuro del ordenamiento vehicular definitivo. Según pudo saber LA NACION, el Ejecutivo porteño enviará a la Legislatura otro proyecto “que será más acorde a los tiempos actuales” en los que la reconfiguración del espacio público y los cambios en usos y costumbres son parte de la nueva normalidad. La propuesta aún se encuentra en estado germinal, pero en las próximas semanas se podría enviar a las comisiones respectivas para el tratamiento previo con la intención que se debata antes de fin de año.
Las dos situaciones transitarían un mismo camino en forma simultánea, según fuentes legislativas y de Gobierno. Esta semana el secretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Méndez, firmó una prórroga por 60 días que establece la suspensión de la licitación pública a la que se habían presentado las empresas Plein Air Park, IT NET-Tránsito Rosario, Dakota y BRD, estas dos últimas las que controlan el servicio de acarreo de los autos mal estacionados con contratos vencidos desde 2001. Todas ya tenían asignadas las zonas donde comenzar a prestar servicio, aunque en realidad Dakota y BRD iban a mantenerse en los barrios que hoy patrullan con sus grúas.
“Se declaró en emergencia la situación económica y financiera de la ciudad hasta el 31 de diciembre de 2020 que facultó al Poder Ejecutivo a disponer la revisión de la totalidad de los procesos que se encuentren en trámite o en curso de ejecución referentes a compras y contrataciones de bienes, de servicios, de suministros, de obra pública, de concesiones y permisos, celebrados con anterioridad a la entrada en vigencia. Lo que otorga potestad de suspender, resolver, revocar, rescindir o modificar las condiciones esenciales de las contrataciones en cuestión”, dice parte del decreto que se publicó en el Boletín Oficial el jueves pasado, en el que se prorroga por 60 días la licitación.
CAMBIOS
Antes de la pandemia, en enero pasado, habían surgidos cambios en el proyecto aprobado en 2016, tres años después de la primera ley que fue cancelada y reemplazada. A principios de año la Secretaría de Transporte y Obras Públicas les había informado a las empresas que el número de parquímetros que se colocaría en las calles se reduciría a la mitad y ubicados en solo tres de las cinco zonas en las que fue dividida la Capital; de esta forma el número inicial de 2000 se reduciría a 1000. En 2013 la intención era ampliar el estacionamiento medido al 45% de las calles de la ciudad.
En febrero de 2019, las empresas que ganaron la licitación para la ampliación del servicio de acarreo fueron asignadas a nuevas zonas. Plein Air Park, de capitales españoles, controlaría la zona norte (principalmente en Belgrano, Núñez y Saavedra), mientras que IT NET-Tránsito Rosario lo haría en el corredor sudoeste (algunos de los barrios son Villa Lugano, Mataderos, Liniers, Villa Luro, Monte Castro y Villa Devoto).
Dakota y BRD continuarían en las zonas donde ya prestan servicio, que son, además, las de mayor circulación de vehículos. La Boca, Barracas, Parque Patricios, San Telmo, San Nicolás y Monserrat, entre otros barrios, son territorio controlado por las grúas de BRD-SEC. Dakota-STO monitorea el mal estacionamiento en Recoleta, Retiro, Palermo, Colegiales y Villa Crespo, entre otros.
La zona restante debía haber quedado en poder de Elinpar-Rowing, que llegó a participar de las pruebas de vehículos que todas las empresas realizaron ante la comisión evaluadora, pero no logró aprobar la evaluación técnica por lo que fue descartada. El territorio que incluye Caballito, Flores, Nueva Pompeya y Parque Chacabuco, entre otros barrios, se lo iban a disputar las cuatro empresas restantes, pero los cambios incluidos en un nuevo proyecto podrían cambiar los planes.
Los detalles de la nueva propuesta se conocerán en las próximas semanas. Aún no está claro si el proyecto vigente y pendiente será dado de baja como ya ocurrió en la anterior oportunidad por las trabas judiciales. Si ese es el caso se deberá resolver qué ocurrirá con las empresas asignadas que en algunos casos habían comenzado los trabajos para reacondicionar los predios donde se instalarían las 11 plantas de acarreo que pide el proyecto. De acuerdo a estudios preliminares, la inversión que debía hacer cada una sería de entre cinco y diez millones de dólares para construir las instalaciones y comprar vehículos cero kilómetro. El pliego exige una flota de 35 vehículos entre grúas, camionetas (de mantenimiento y de control) y motos.
Fuente: La Nación