Veedores internacionales de las elecciones del Perú advirtieron durante la jornada que Keiko Fujimori y su partido, Fuerza Popular, insisten en revertir los resultados de los comicios a pesar de que el candidato Pedro Castillo obtuvo 70.000 votos más que ella con el 100% del padrón escrutado. La maniobra fue entendida como un intento de golpe de Estado institucional.
Fujimori, quien ya fue una fallida candidata presidencial en 2011 y 2016, impugnó ante el Jurado Nacional de Elecciones los votos en 800 mesas, incluidas varias en el exterior de Perú, en un intento por probar que Castillo no ganó las elecciones.
“De ser cierto que el JNE pretendería ampliar el plazo para presentar nulidades de actas, estaría violentando el orden electoral”, escribió este viernes en Twitter Pedro Castillo, candidato del partido Perú Libre y virtual ganador de las elecciones.
“Invoco al presidente del JNE a pronunciarse brindando seguridad jurídica al proceso. Finalmente, llamamos al pueblo peruano a mantenerse alerta”, siguió Castillo, un profesor oriundo del distrito de Tacabamba, en la provincia de Chota, departamento de Cajamarca, que llegó a una segunda vuelta contra Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori y miembro de la casta política peruana desde hace décadas.
La necesidad de Keiko Fujimori de prolongar los planteos ante la justicia electoral pueden tener que ver más con su intención de no volver a la prisión preventiva por el caso de corrupción en el que se la investiga que por su frustración por haber perdido por tercera vez una carrera presidencial.
Esta semana un fiscal pidió que se dicte nuevamente la prisión preventiva para la hija de Alberto Fujimori (quien hoy en día sigue preso).
Mientras tanto, Pedro Castillo ya podría haber sido declarado presidente electo de Perú.
Fuente: Minuto Uno