Los vecinos de 20 barrios porteños marcharán este miércoles a la Legislatura porteña para exigir la suspensión de los permisos de obras de nuevas construcciones en la Ciudad y que se declare la “Emergencia Urbanística Ambiental” causada por el fenómeno inmobiliario.
La movilización será desde las 14 a la sede parlamentaria de Perú 160, convocada por la “Red Interbarrial Buenos Aires”, un colectivo vecinal que fue creado recientemente por movimientos barriales que se agruparon para denunciar “las consecuencias negativas de la aplicación del nuevo Código Urbanístico en la Ciudad de Buenos Aires”.
La norma en cuestión fue sancionada por la Legislatura con el propósito de ampliar los topes de altura de los futuros edificios en toda la Ciudad, sin distinciones de zonas, lo que ocasionó la aparición de construcciones en altura en barrios que tenían casas bajas.
Los vecinos entregarán un documento a los legisladores y las legisladoras para pedir por la declaración de la “Emergencia Urbanística y Ambiental” y exigir “la suspensión inmediata del otorgamiento de permisos de demolición, de obra nueva que superen los nueve metros de altura o invadan el pulmón de manzana y de certificados urbanísticos”.
Dentro de sus argumentos, expresan que la explosión de construcciones de edificios modifica la identidad de los barrios, que supieron ser de casas bajas, pero que también perjudica los servicios (agua, luz y gas) y deteriora el nivel de vida.
Desde la institución explicaron que la solicitud responde a la necesidad de frenar nuevas obras hasta que avance la aprobación de las modificaciones al Código vigente, propuestas mediante proyectos legislativos por decenas de movimientos barriales “a fin de evitar que continúen dichas situaciones irreversibles”.
“Este Código y sus excepciones están destruyendo la calidad de vida de vecinas y vecinos y la fisonomía de la ciudad, al tiempo que fomentan un aumento exponencial del volumen constructivo, las alturas y el avance sobre los pulmones de manzana, las líneas de frente y de retiro”, alertaron.
Y señalaron que también provocó “un avance sobre los espacios verdes y la pérdida del arbolado urbano, así como la destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico de los barrios”.
Indicaron que, por ejemplo, en Villa del Parque se permitió un incremento de más del 600% en la capacidad constructiva, lo que hizo que haya más de 380 casas en venta y 180 obras en construcción,
Entre los barrios cuyos residentes participarán de la marcha están Villa Ortúzar, Villa Del Parque, Villa Devoto, Villa Santa Rita, Colegiales, Chacarita, Palermo, Boedo, Parque Chacabuco, La Paternal, Caballito, Coghlan, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Saavedra y Almagro.
Los organizadores
La lucha de los vecinos tomó estado oficial en el mes de julio de este año cuando decidieron declarar la emergencia urbanística y ambiental. Parte del impulso de esta decisión fue que, más allá de las particularidades de cada barrio, los agrupados se dieron cuenta de que había problemas en común: el aumento exponencial de la constructividad (en algunas zonas de Villa del Parque fue de más del 600%); el avance sobre los pulmones de manzana; las líneas de frente y de retiro (lo que llevó a la pérdida de suelo absorbente de los jardines particulares y su masa arbórea); la saturación de usos del suelo con la proliferación de actividades comerciales en áreas residenciales por aumento de tráfico vehicular; la saturación de servicios (pérdida de presión de agua y cortes de luz cada vez más reiterados y prolongados, pérdida del arbolado urbano con sus consecuencias en el aumento de temperatura por el efecto “isla de calor”; y la destrucción de patrimonio histórico y de viviendas que le daban identidad a los barrios, enumeraron a este medio.
Si bien los vecinos afirman que existe diálogo con el Ejecutivo local, explican que las modificaciones al Código Urbanístico deben comenzar ahora mismo, expresando que hay una “destrucción” rápida de los barrios.
La integrante integrante de Conciencia Urbana y vecina de la Comuna 11, Sandra Barbonetti, explicó: “Con esta protesta reclamamos nuevamente la aplicación de medidas concretas que impidan seguir adelante con el deterioro de nuestros barrios. Nos referimos específicamente a la suspensión de permisos de demolición y obra nueva que supere los 9 metros de altura e invadan el pulmón de manzana, así como también la suspensión de los certificados urbanísticos hasta tanto se promulguen las modificaciones al Código Urbanístico propuestas en los proyectos de ley presentados por las y los vecinos”.
Neira pidió el tratamiento urgente del Código Urbanístico en la Legislatura
Neira quiere que se brinde preferencia al tratamiento de los proyectos elaborados por los vecinos junto con el apoyo y el asesoramiento de los equipos técnicos de la legisladora del Frente de Todos (FdT). Cada una de ellas tuvo un proceso de trabajo particular en el que los vecinos fueron protagonistas, a fin de adaptar la norma urbanística a la realidad de cada uno de sus barrios, afectados por la construcción desmedida y la desregulación de los usos del suelo del Código actual.
Fuente: Noticias Urbanas