El Papa Francisco se pronuncia sobre el rol de las mujeres en la Iglesia Católica: “No es momento…”

Este fin de semana, el Papa Francisco cerró el Sínodo del Vaticano, un evento clave en esta edición por poner sobre la mesa el rol de las mujeres dentro de la Iglesia Católica, un punto muy debatido y que exige cambios desde dentro de la Santa Sede.

La cumbre que reunió a obispos y fieles de todo el mundo en el Vaticano cerró con un documento que llama a buscar mayor responsabilidad para las mujeres dentro de la Iglesia y a estudiar la posibilidad del diaconado femenino, una propuesta que causó algo de división en la asamblea.

El pontífice argentino estuvo presente en la última sesión de debates y adelantó que no escribirá una exhortación apostólica al respecto, porque considera que este documento ya alcanza como una guía para las iglesias en todo el mundo.

El Sínodo, creado en 1965 por Pablo VI a raíz del Concilio Vaticano II, hasta hace poco solo incluía a obispos, pero con el Papa Francisco se sumaron laicos y mujeres.

En esta ocasión, la asamblea estuvo integrada por 358 “padres y madres sinodales”, de los cuales 53 eran mujeres con derecho a voto. Tras un mes de intensos debates sobre temas que afectan al futuro de la Iglesia, lograron redactar un documento final: los detalles.

Qué dijo el Papa Francisco sobre darle más poder a las mujeres en la Iglesia Católica

Uno de los temas que más debate generó fue el rol de la mujer en la Iglesia Católica. En el punto 60 del documento se afirma que “no hay motivos que impidan a las mujeres asumir” roles de liderazgo y se invita a seguir analizando la posibilidad de ordenar diaconisas. Esta propuesta fue la que más polémica causó, con 97 votos en contra y 258 a favor.

El Sínodo reconoce que ya hay mujeres en algunos cargos de responsabilidad, pero “invita a aprovechar todas las oportunidades que permite el derecho actual para ampliar el rol de las mujeres”. Aunque la discusión sobre el diaconado femenino sigue “abierta”, el Santo Padre aclaró que “los tiempos aún no están maduros”.

También se animó a dar más espacio a las mujeres en las liturgias y se sugirió adaptar el lenguaje y las imágenes usadas en la predicación, enseñanza y documentos oficiales de la Iglesia, incluyendo más referencias a mujeres santas, teólogas y místicas. Además, se recomendó una mayor participación femenina en la formación de futuros sacerdotes.

Prevención de abusos

Otro tema central en el documento fue la lucha contra los abusos a menores, una sombra que sigue afectando a la Iglesia. El Sínodo comenzó con un acto en el que el Papa Francisco y miembros de la Curia expresaron su “vergüenza” por estos crímenes.

Las conclusiones de la cumbre instan a “hacer de las comunidades lugares cada vez más seguros para los menores” y a implementar medidas de prevención, con una notable unidad: solo una decena votó en contra de esto.

La Iglesia, sostiene el documento, debe “reconocer sus propias faltas, pedir perdón, cuidar a las víctimas y trabajar en reconstruir la confianza mutua en el Señor“.

El Papa Francisco, sin apuro por nuevas decisiones

En esta ocasión, a diferencia de otros sínodos que concluyeron con exhortaciones papalesFrancisco explicó que no tomará decisiones apresuradas. “Hace falta tiempo para que las propuestas de estos ‘Grupos de Estudio’ maduren y puedan representar a toda la Iglesia”, señaló.

El Papa reafirmó su deseo de una Iglesia más acogedora y lanzó una advertencia a los “padres sinodales”: “¡Cuánto daño hacen quienes levantan muros!”. También subrayó que “la rigidez es un pecado” que “muchas veces afecta a clérigos y consagrados“.

Fuente: El Cronista



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