Hay Papa, y es Argentino

Cuando el cardenal francés Jean-Lois Tauran pronunció el nombre del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, como nuevo Santo Padre , el impacto en la política argentina fue inmediato y las lecturas se multiplicaron. Se trata de la entronización universal de un dirigente religioso que tuvo con la Casa Rosada, tanto en la época de Néstor como en la posterior de Cristina Kirchner, una relación con algunos vaivenes: fue entre fría, mala y pésima.

Se trata de una autoridad que trascendió el contorno religioso y fue identificado por el propio Néstor Kirchner como virtual “jefe espiritual” de la oposición política. No le faltaron motivos: tanto Mauricio Macri (pero sobre todo Gabriela Michetti) y Elisa Carrió supieron tener con el ahora papa Francisco reuniones y consultas periódicas. Pero también otros dirigentes políticos y empresarios de primer orden supieron encontrar en Jorge Bergoglio un confidente.

El director de Poliarquía, Fabián Perechodnik, en declaraciones a LA NACION, no duda: “La elección de Francisco cambia el escenario en la política argentina. El país ahora va a tener dos líderes indiscutidos. Cristina Kirchner es la conductora del oficialismo, es la presidenta y la jefa de Estado. Jorge Bergoglio es el jefe de otro Estado, el Vaticano, y líder espiritual de 1.200 millones de personas, entre los cuales hay millones de argentinos. Ellos ya no están en un plano de igualdad”.

El analista destaca que la carta que difundió la Casa Rosada en la que la primera mandataria “felicita” a Francisco por su entronización es “una marca, un anticipo de cómo será la relación entre ambos: correcta, protocolar, distante y sin afecto”.

“Cristina Kirchner es la conductora del oficialismo, es la presidenta y la jefa de Estado. Jorge Bergoglio es el jefe de otro Estado, el Vaticano, y líder espiritual de 1.200 millones de personas, entre los cuales hay millones de argentinos. Ellos ya no están en un plano de igualdad”, destacó el director de Poliarquía
“Es la primera vez en más de 2000 años de historia que se elige un Papa de América, la primera vez que es argentino y solo hay un saludo protocolar, sin afecto ni alegría de ser Cristina el primer mandatario que saluda la designación de un Papa argentino. Hizo lo correcto, pero nada más”, afirmó Perechodnik a LA NACION.
La interpretación del director de Poliarquía también coincide con la reacción que hubo entre los dirigentes políticos, principalmente los de la oposición, que saludaron la designación con algarabía y cierta idolatría. Se destacaron los del Pro, con el propio jefe de gobierno porteño y su ex vicejefa Michetti, y los del peronismo opositor. Apenas hubo tibios saludos desde el kirchnerismo, que imitaron un poco el estilo espartano de Cristina.

Uno de los dirigentes, de todos modos, que mantuvo una relación fluida y mostró la contracara fue el gobernador bonaerense Daniel Scioli: habló

de “orgullo, emoción” y transmitió un “saludo afectuoso” al flamante Papa. Pareció la contracara de la fría salutación de la Presidenta, con quien el gobernador mantiene un sordo tironeo por la necesidad de fondos para pagar salarios.

“La Iglesia y el propio Bergoglio, cuando era cardenal primado, no interviene de manera directa y pública en los asuntos internos de la política. No lo hizo antes y no lo va a hacer ahora como Francisco, pero su figura va a tener un enorme impacto, porque va ser una figura espiritual con fuerte presencia”, indica el director de Poliarquía.

Fuente: La Nacion

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