Cobos: ” En 2015 me imagino compitiendo por la candidatura presidencial”

El ex vicepresidente remarcó que su partido “debe presentar el frente nacional con el FAP lo antes posible”. Agregó que para Massa será “muy difícil seguir cooptando radicales” porque está “recostado en el PJ tradicional”.
Julio Cleto Cobos, para lamento de muchos de sus correligionarios, que todavía lo miran con recelo por haberse ido del partido para ser vicepresidente de un gobierno peronista y luego haber vuelto a la “familia radical”, fue el dirigente de la oposición no justicialista que conquistó el mayor porcentaje de votos en la última elección. La lista de diputados que encabezó en Mendoza sacó el 47,6%; más que el radicalismo correntino que ganó con el 47,1; más que el Frente Progresista en Santa Fe, liderado por el socialista Hermes Binner, que se impuso con el 42,3; más que Eduardo Costa en Santa Cruz, que lo hizo con el 42,1 etcétera.
El ex vicepresidente, ahora diputado, recibe a Tiempo Argentino en su despacho del edificio Anexo del Congreso Nacional. Está sentado detrás del escritorio, vestido de elegante sport (jean, camisa blanca sin corbata, saco).
Se lo ve todavía bronceado tras unos días de vacaciones que se tomó en la costa. “Mis amigos peronistas me dicen que, con el resultado que saqué, me hubieran puesto una alfombra roja y una torta de dos pisos”, dice, con ironía, al ser consultado por el lugar de poco protagonismo que logró entre las filas radicales, ya que no pudo quedarse con la presidencia del bloque de Diputados a la que en algún momento, supuestamente, aspiró.
Sobre eso aclara: –Yo no buscaba conducir el bloque.
Quiero trabajar por los proyectos para los mendocinos. Hubo un grupo de diputados que vinieron a proponerme ese lugar porque la situación estaba muy dividida. En esos términos lo hablé con (Ernesto) Sanz, (senador y presidente de la UCR), y con (Gerardo) Morales (presidente del bloque radical en la Cámara Alta). Pero finalmente se hizo otro acuerdo. ( NdR: El alfonsinista Mario Negri quedó al frente del bloque.) Luego me ofrecieron la vicepresidencia segunda de Diputados y allí quedó Patricia Giménez (diputada por Mendoza), que forma parte de nuestro espacio.
–¿La UCR, a diferencia del peronismo, valora poco al dirigente que arrastra votos y “mucho” al que consigue respaldo interno? –Hay diferencias entre el PJ y la UCR.
El peronismo es más verticalista. A nosotros nos cuesta más encontrar un liderazgo al que todos se plieguen.
Pero hemos tenido liderazgos que han conseguido el respaldo de la dirigencia y el de la población? –Raúl Alfonsín…
–Sí. Por eso creo que hay que trabajar de afuera hacia adentro. Los referentes que tienen aceptación en la sociedad finalmente atraen al partido. Es una cuestión de sentido común. Eso también ocurrió con Alfonsín. Es cierto que los peronistas lo valoran más (al dirigente con votos). A mí, algunos amigos peronistas, me han dicho que si yo fuera del PJ, luego de la elección de octubre, me hubieran puesto una alfombra roja y una torta de dos pisos? (risas).
–¿Por qué se fue de la UCR en 2007 (NdR: Cobos fue ese año candidato a vicepresidente de Cristina)? –Yo no me fui. Intenté dar una discusión que no fue permitida. Algunos radicales pensábamos que era posible buscar un camino de transversalidad, una concertación. No tuvimos posibilidad de debatirlo. Nos intervinieron los comités. De todos modos, es una etapa pasada y la UCR nos volvió a abrir las puertas porque no habíamos abandonado los principios.
–Pero, cada tanto, le pasan factura? –Algunos me la pasarán. Yo prefiero mirar hacia adelante. No me anclo en el pasado, porque si no vamos a seguir con este debate por años.
–La supuesta falta de debate es lo que plantean los radicales que se fueron con (Sergio) Massa, como Mario Meoni (intendente de Pergamino), que en su momento estuvo con usted? –Esto hay que enmarcarlo en las características de cada distrito. Hay que evaluar la conducción partidaria en cada provincia, el partido debe contener.
En Mendoza, a ningún intendente radical se le ocurre armar un acuerdo por fuera. A mí me hubiese gustado que Meoni siguiera con nosotros.
Tengo una amistad con él y creo que en la situación de la provincia de Buenos Aires hay un poco de culpa de cada lado.
–¿Massa puede seguir cooptando dirigentes radicales? –Las encuestas todavía le dan un lugar expectante. Eso lo hace atractivo a ciertos dirigentes, no sólo del radicalismo sino de otros partidos.
Pero creo que no le va a ser nada fácil.
Está muy recostado en un sector del peronismo tradicional y veo difícil que ese sector acepte salir de la estructura.
Una vez que se vislumbren los candidatos del massismo, el grueso vendrán del partido justicialista.
Lo lógico, aunque a nosotros no nos convenga electoralmente, sería que Massa y (Daniel) Scioli, si son justicialistas, resuelvan la interna dentro de su partido, sin trasladarla a la sociedad.
Deben hacerse cargo de los aciertos y errores del gobierno nacional, que es peronista. Eso sería lo lógico en un país que necesita fortalecer los partidos.
–¿Qué pueden hacer las fuerzas no peronistas para mejorar en provincia de Buenos Aires? –Lo que se está haciendo ahora es importante. (NdR: Cobos se refiere al encuentro que compartió con Sanz y Ricardo Alfonsín en Bragado hace nueve días). El radicalismo tiene que generar esperanza y mostrar renovación.
Alfonsín y Margarita tienen que buscar figuras que generen expectativas en cada municipio.
–Hace pocos días, Elisa Carrió, que es parte de la alianza panradical UNEN, dijo que no descarta un acuerdo con (Mauricio) Macri? –Nosotros hemos sido muy abiertos en Mendoza. Cuando yo goberné había muchos funcionarios de primera línea que no eran del partido. Ahora, creo que para este frente que estamos formando con el FAP, el acuerdo nacional debe replicarse en cada distri-to. No puede haber diferencias. UNEN enfrentó a Macri. Fue su adversario y salió en segundo, así que no le fue mal. No veo factible esa alianza y me parece que generaría muchos rechazos en otras fuerzas del frente. No me imagino unificando los bloques del PRO y UNEN en la Legislatura porteña.
Además, los ciudadanos votaron otra cosa.
–¿Se imagina usted en una fórmula con Binner? –Él fue el candidato más votado de la oposición en 2011. Tiene que competir y nosotros también. Eso le dará sinergia al frente. Ahora se está planteando la posibilidad de modificar la ley de primarias para que se pueda armar la fórmula después de la elección.
Si eso cambia, se verá. Lo que sí me imagino es compitiendo con Binner en una primaria abierta.
–En su momento cuestionó a Sanz por ser presidente del partido y precandidato presidencial al mismo tiempo. ¿Cómo lo ve ahora? –No es una cuestión rígida. Él, en otro momento (2011), cuando anunció su precandidatura presidencial, renunció a la conducción partidaria, ahora no. Todo depende de cómo se maneje.
Si usa el partido para complicar a sus competidores y favorecerse es una cosa, pero me parece que está tomando decisiones bastante imparciales, después de algún zapateo que hicimos.
–¿Hubo antes alguna decisión no imparcial? –Hubo reuniones, como la que se hizo con Binner, en Rosario (el 29 de diciembre pasado), que generó suspicacias.
Se dijo que era un encuentro sólo de jefes de partido, pero hubo un montón de dirigentes del socialismo.
De todos modos, nosotros vamos a seguir construyendo de afuera del partido hacia dentro. Hay muchas formas de compensar la participación sin tener cargos partidarios.
–¿Cuándo debería presentarse el frente nacional de las fuerzas no peronistas? ¿No está un poco atrasado? –Sí. Mañana mismo deberíamos hacerlo.
Este espacio debe consolidarse.
También es cierto que hay que mostrar una coordinación legislativa, si no la sociedad no nos va a creer. Hay que tomar los temas que deja de lado el gobierno y acordar.
–¿De qué manera debería funcionar el frente en la Cámara? –Lo ideal sería un interbloque. Pero más allá de eso, tenemos que acordar una agenda en el plano institucional, en el económico y en el social.
–El radicalismo tiene experiencia en sufrir inflación y ataques especulativos, sobre todo durante el gobierno de Alfonsín. ¿Cómo ve la situación actual? –Hemos entrado innecesariamente en esta situación. Este gobierno pudo mantener una inflación de un dígito luego de la salida de la Convertibilidad. La diferencia es que había superávit fiscal, balanza comercial positiva, dólar competitivo, y no había déficit energético. A medida que todos estos parámetros se fueron perdiendo fue creciendo la inflación. La experiencia nos muestra que ya sabemos lo que tenemos que hacer para bajarla. Y sin inflación es mucho más difícil la especulación de los grupos económicos, y también baja la presión de los sindicatos, que ahora piden quizá más de lo que se puede dar. «
“En 2015 me imagino compitiendo por la candidatura presidencial, en una primaria abierta con Hermes Binner y otros dirigentes.”
“No buscaba conducir el bloque en Diputados. Hubo correligionarios que me lo propusieron, pero al final se hizo otro acuerdo”.
“Si se baja la inflación, se reduce la posibilidad de especulación de los poderes económicos y se moderan las demandas salariales.”
Irónico – Cobos sostiene que sus “amigos peronistas” le dicen que en PJ “le hubieran puesto una alfombra roja” tras el resultado que consiguió en las últimas elecciones.
Deporte -El ex vice cuenta que en sus vacaciones “nadaba todas mañanas”.

Fuente: Tiempo Argentino

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