Adbo Benítez, el presidente electo de Paraguay

Su vida está marcada por una estrecha relación con el dictador paraguayo, Alfredo Stroessner, quien estuvo en el poder desde 1954 hasta 1989. La misión de Benítez será desprenderse del pasado y escribir su propia historia.

Posiblemente, una de las luchas más fuertes que tendrá que afrontar el nuevo presidente de Paraguay durante su mandato, será con su propio pasado. Desde el comienzo de la campaña presidencial, sus opositores se han dedicado a recordarle el estrecho vínculo que tiene con el dictador paraguayo, Alfredo Stroessner, quien estuvo en el poder entre 1954 y 1989. Y es que el padre del electo mandatario, quien tenía su mismo nombre, fue secretario privado del dictador y posteriormente procesado por enriquecimiento ilícito.

Ahora, luego de haber ganado los comicios con el 46% de los votos frente al 42% que obtuvo el liberal Efraín Alegre, Benítez tendrá que demostrar si es capaz de separarse de su propia historia para escribir la propia. Ya lo anunció en la primera etapa de campaña presidencial: “Me he ganado credenciales democráticas en mi trayectoria política”.

Nació en 1971 y desde pequeño la política estuvo presente en su vida. Estudió marketing político en Estados Unidos y en Paraguay recibió educación militar. Una constante, a lo largo de su carrera fue la simpatía hacia el mandato de Stroessner, pues según Benítez, “dejó las bases de las grandes infraestructuras que hasta hoy tiene el pueblo paraguayo” aunque también es cierto que ha manifestado su rechazo por los asesinatos, desapariciones y violaciones de derechos humanos que se registraron durante esa época.

Su vínculo con el dictador, sin embargo, parece que supera una simple admiración. De hecho, en varias ocasiones el presidente elegido ha asegurado: “Lo que a mí me cuentan es que muchas veces Stroessner antes de que sea presidente, cuando venía a Asunción (desde el interior) para estudiar en el Colegio Militar se quedaba en la casa de mi abuela, porque había un parentesco lejano entre mi abuela y la mamá del general Stroessner”. Además, medios locales aseguran que durante su infancia estudió con sus nietos en el Colegio San Andrés de Asunción.

De su vida privada se sabe que tiene dos hijos con su exesposa, Fátima María Díaz, y que se volvió a casar con Silvana López Moreira Bo, quien es nieta de Nicolás Bo Parodi, un poderoso empresario. Además, tiene una sola hermana y siete hermanastros.

Llegó a ser vicepresidente del Partido Colorado y presidente del Senado. Esto lo llevó a que en diciembre de 2017 se presentara a los comicios como candidato del partido. Al ser elegido, Benítez, mejor conocido como ‘Marito’, para diferenciarlo de su padre, prometió que liderará un salto adelante en Paraguay y aseguró: “No puedo olvidarme de recordar a mi padre, que fue un gran colorado”.

Además, remató, refiriéndose a la dictadura: “Me enorgullece que víctimas que sufrieron maltratos y torturas en esa época hoy trabajan conmigo. Esta es otra era. Si hubiera tenido rechazo no estarían conmigo”. Por su parte, el analista político Francisco Capli señaló a la AFP: “Los que tienen menos de 40 años ya no se acuerdan de esa dictadura”. Así, el presidente logró, por el momento, tener el apoyo de las mayorías, asegurando que creen “que el cambio en Paraguay es irreversible, más temprano que tarde”.

Fuente: El Espectador

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