El enojo de Mayra Mendoza por la llamativa imagen de la peatonal de Quilmes llena de gente en medio de la cuarentena

Con más de 1000 casos, Quilmes es uno de los municipios del conurbano bonarense más afectado por el coronavirus. Allí se produjo, semanas atrás, el foco de contagios en Villa Azul, lo que obligó al Gobierno a aislar este barrio vulnerable. Sin embargo, pese a que aún rige la estricta cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires, preocupa la cantidad de personas que circulan por la vía pública en pleno avance de la pandemia.

Una imagen que compartió Mayra Mendoza, intendente de Quilmes, en sus redes muestra a la principal calle comercial del distrito poblada por decenas de vecinos que, pese a que utilizan tapaboca o barbijo, no respetan el distanciamiento social. “Me cuesta creer que todos los vecinos y vecinas que estuvieron ahí salieron por alguna razón realmente imprescindible”, cuestionó la jefa comunal de La Cámpora.

El último informe de situación epidemiológica del distrito indicó que en total Quilmes registra 1.190 casos confirmados, de los cuales 280 fueron dados de alta y 16 pacientes resultaron víctimas fatales del COVID-19.

A través de sus redes sociales, Mayra Mendoza expresó su malestar por la foto en la que se ve el centro comercial del distrito colapsado por la circulación de la gente. “Así estuvo hoy a las 15.40 la peatonal Rivadavia”, comentó la intendente el pasado viernes junto con la imagen de la polémica. En un video que dura poco más de un minuto, manifestó: “Me cuesta creer que todos los vecinos y vecinas que estuvieron ahí salieron por alguna razón realmente imprescindible”. En ese sentido alertó que “aún falta lo peor de la pandemia”.

“Estamos haciendo un esfuerzo enorme por parte del Estado para cuidar la vida de todos y en particular de nuestros adultos mayores. Pero con el Estado no alcanza, si no existe el compromiso ciudadano, esto va a ser aún más difícil. Somos nosotros quienes debemos cuidar a nuestras familias del contagio”, enfatizó el dramático pedido. Mendoza apeló a la “reponsabilidad y la solidaridad de cada uno de los quilmeños y quilmeñas”, para que “no salgan si no es necesario”. La dirigente ultra kirchnerista insistió en que “no compartan el mate, no jueguen al fútbol, no festejen cumpleaños”, haciendo referencia a prácticas sociales que han desatado focos de contagios en distintos lugares. “Cuentan con el municipio y quiero contar con ustedes para ganarle la pelea al coronavirus”, concluyó la jefa comunal.

Fue justamente en un partido de fútbol donde se habrían desatado los contagios en Villa Azul. Luego de que se detectaran 53 casos positivos en un día, este barrio vulnerable del conurbano quedó cercado y aislado por prevención para lograr el control de la situación epidemiológica.

Los vecinos y vecinas coinciden en que ahí comenzó todo. “Se contagiaron todos ahí, no respetaron nada. Hacían campeonatos hasta las seis de la mañana. No respetaron nada y son hijos del rigor”, dijo a Infobae a fines de mayo un vecino que remarcó que “la construcción de esa cancha fue una maldición”.

El gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidió aislar el barrio y hacer testeos masivos. El pasado 8 de junio, tras 14 días de estricta cuarentena, se avanzó hacia la fase de “aislamiento focalizado”, mediante la cual ya sus habitantes estuvieron habilitados a salir a trabajar -siempre y cuando realicen actividades esenciales-. Sin embargo, representantes de la ONU que recorrieron Villa Azul y Villa Itatí alertaron que por el nivel de contagios, en un contexto de hacinamiento, falta de higiene y “condiciones básicas de sanidad”, la cuarentena “debe seguir por un buen tiempo si no quieren que exploten los contagios masivamente”.

Fuente: Infobae

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