El vicepresidente Amado Boudou se reunió ayer en Nueva York con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, para ultimar la estrategia que utilizarán hoy ante la Corte de Apelaciones en el juicio contra los fondos buitre. Los funcionarios analizaron con el estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton los argumentos con los que buscarán convencer a la terna de jueces de la Cámara. Tal como se desprende de la presentación elevada oportunamente por la Argentina, la defensa buscará demostrar que la convalidación del fallo de Griesa en favor de los fondos especulativos pondría en riesgo el pago de los compromisos argentinos y dificultaría las futuras reestructuraciones de deuda a nivel mundial. La audiencia está prevista para las 14 horas de Nueva York.
La incorporación del vicepresidente Boudou a la comitiva a Nueva York es una clara señal de la trascendencia que tiene para el país y toda la comunidad financiera esta discusión. En este pleito está en juego la posibilidad de que inversores que ingresaron al canje de deuda imiten el camino de los buitres de ir por todo y reclamen la diferencia. Los fondos buitre reclaman 1330 millones, pero el monto a litigar podría llegar a 43.000 millones de dólares, si se suman en una nueva demanda externa. Esta es la principal carta que llevarán a la Cámara de Apelaciones. La argumentación resaltará además el mal precedente que marcará para futuras reestructuraciones. Para afinar los detalles de la exposición argentina, el equipo encabezado por Boudou y Lorenzino se reunió ayer al mediodía con Jonathan Blakman, el encargado de exponer –con un máximo de 15 minutos– en representación de la Argentina, y el resto del estudio Cleary Gottlieb. Otra carta que jugará el país en este diferendo será el apoyo de actores del mundo financiero. En los distintos alegatos hubo espacio para que terceros no involucrados presentaran sus acompañamientos a las argumentaciones. La posición argentina recibió acompañamiento del Bank of New York, asociaciones internacionales de bancos y tenedores de bonos reestructurados y hasta del propio gobierno de los Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal. Por el lado de los fondos buitre, no hubo respaldos. Las dos entidades que encabezan la demanda, NML Capital y Aurelius, elevaron sus posturas, en sendos escritos, de cobrar el ciento por ciento del valor nominal. La Argentina está dispuesta a una reapertura del canje, siempre y cuando la Corte obligue a que los fondos buitre ingresen en la operación.
Por su parte, abogados y bonistas que ingresaron al canje de 2005 o 2010 también preparan su defensa legal para dar batalla en la audiencia como parte interesada. En este caso, la argumentación sostendrá que un fallo favorable a los fondos buitre afectará la “propiedad privada de terceros” y que, por lo tanto, es inconstitucional, de acuerdo con las propias leyes de Estados Unidos. El fallo del juez Griesa, que buscan ratificar los demandantes y se encuentra actualmente suspendido, contempla el pago a los buitres de su pedido utilizando las partidas destinadas por el Estado argentino para cumplir los compromisos con los bonistas que ingresaron al canje de deuda. El equipo argentino buscará demostrar que estos fondos son inembargables. Junto con Boudou y Lorenzino viajaron el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, y el subsecretario de Legal y Técnica, Matías Isasa.
Los medios lo catalogan como el juicio del siglo, en materia de litigios por reestructuración de deuda. Estos fondos buitre cuentan con un historial con varias reestructuraciones boicoteadas, pero esta vez enfrentan una resistencia legal a la que no están acostumbrados. En muchos países lograron arreglar para dejarlos continuar con sus canjes. En el caso argentino, llevan siete años de litigio sin obtener nada. No obstante, estos fondos preparan un show mediático. Un dato llamativo lo aportan los abogados David Bois y Ted Olson, que volverán a encontrarse en una Corte luego de más de una década de haber dirimido la victoria de George Bush (h) sobre el demócrata Al Gore. Bois representará al Exchange Bondholder Group (EBG), mientras que Olson será la voz del NML Capital, de Paul Singer.
La terna de jueces que escuchará los argumentos de las partes estará compuesta por dos mujeres y un hombre, los mismos que avalaron parcialmente el fallo de Griesa sobre supuesta discriminación de la Argentina por pagarles a los bonistas que ingresaron a alguno de los canjes de 2005 o 2010 y no a los buitres. Daniels Barrington Parker, un juez que ingresó a dicha Corte en el 2001 nominado bajo la presidencia de George W. Bush y redactó ese fallo, del 26 de octubre último. También compondrán el tribunal Reena Raggi, nombrada en 2002 también por Bush hijo, mientras que la tercera banca es ocupada por la demócrata Rosemary Pooler, nombrada por Clinton.
Fuente: Pagina 12