Después de diez horas de debate y 38 oradores (más de la mitad del Senado), el oficialismo impuso su mayoría para sancionar el proyecto enviado por el Ejecutivo y girarlo a la Cámara de Diputados. La única excepción fue el legislador del Frente Renovador de Salta, Agustín Pérez Alsina, aliado del kirchnerismo, quien votó en contra de la iniciativa.
El senador oficialista Daniel Filmus fue el encargado de abrir el debate como miembro informante de su bloque y calificó el memorándum como un “esfuerzo del Gobierno que está dirigido a poder avanzar” porque “es necesario destrabar la causa”.
“Este Gobierno tiene autoridad para decir que el objetivo del memorándum es el que estamos señalando, que no haya impunidad, porque es el Gobierno de la verdad y de la justicia. Es la primera vez que la Argentina ha planteado con profundidad este tema en los foros internacionales”, destacó Filmus.
En este sentido, sostuvo que “es difícil plantear que este memorándum tenga algún interés económico” y agregó: “El esfuerzo del Gobierno merece el acompañamiento de todos, pero si así no fuere, lo que no merece, es que se diga que el destino de este memorándum es el contrario al que estamos buscando”.
Visiblemente emocionado, Filmus recordó que “hace 18 años” concurre al acto homenaje de las víctimas del atentado a la AMIA y sentenció: “Quiero que los acusados por el crimen de la AMIA enfrenten a la Justicia argentina”.
Por su parte, el senador radical Ernesto Sanz sostuvo que el Gobierno hizo “un esfuerzo retórico para maquillar una realidad que el oficialismo no puede sostener solamente con palabras” y afirmó que “no es verdad que la causa esté estancada ni paralizada”.
En esta línea, subrayó que “el fiscal (Alberto) Nisman trabaja de 24 a 24 en la causa AMIA” y que cuenta con una estructura especial para seguir la investigación, por lo que “quienes dicen que la causa no ha tenido avances desde 2007, deberían explicar por qué el Estado sigue sosteniendo esta estructura tan especial y por qué en cada acto nunca dejaron de alabar al fiscal”.
“¿Por qué impidieron que venga Nisman a informar al Congreso? ¿Cómo puede ser que el canciller haya estado 45 minutos defendiendo una herramienta y nosotros todavía no conozcamos si el fiscal cree que es útil esa herramienta?”, preguntó Sanz al oficialismo.
Además, aludió al ex presidente y actual senador Carlos Menem al señalar que “el senador por La Rioja fue el responsable político de lo que pasó” y afirmó que “habrá que investigar mucho la conexión local”.
Por último, el senador radical se preguntó “qué pasa si Interpol interpreta que ya logró su finalidad el código rojo (interpuesto a los imputados iraníes) porque las partes se sentaron a negociar”.
A su turno, la senadora del Peronismo Federal Sonia Escudero aseguró que “el altísimo riesgo que tiene este acuerdo es que se caiga la causa”, además de cuestionar la llamada “Comisión de la Verdad” que crea el memorándum para analizar la investigación del atentado y presenciar los interrogatorios a los imputados.
En tanto, la senadora de la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro sostuvo que a partir de este acuerdo “en el banquillo de los acusados va a estar el expediente judicial argentino, no los acusados iraníes”
Por su parte, el senador de PROBAFE Samuel Cabanchik, quien propuso que el proyecto incluya una modificación al memorándum, sostuvo que el acuerdo bilateral “no garantiza que se avance en la causa” y agregó: “Las víctimas no nos asociamos con el victimario. Es muy raro”.
El radical Mario Cimadevilla sostuvo que “el partido de gobierno logró, con el ropaje menemista, el encubrimiento del atentado y hoy, con el ropaje kichnerista, va a lograr la impunidad”
El socialista Rubén Giustiniani definió el acuerdo como “un acto violatorio de la división de poderes del Estado, y que dos de los tres poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, interfieren en un proceso en pleno desenvolvimiento de una causa, el trámite ante un juez natural del Poder Judicial de la Nación”.
El cruce menos pensado
La extensa jornada incluyó duras acusaciones entre oficialistas y opositores, e incluso un entredicho insólito entre el vicepresidente, Amado Boudou, y el jefe del bloque kirchnerista en el Senado, Migue Ángel Pichetto.
El hecho se produjo a poco de que comenzara la sesión. Pichetto dio por cerrada la discusión sobre el tratamiento de dos proyectos de Resolución que planteaba el radicalismo en relación con la tragedia ferroviaria de Once, con sus argumentos para justificar la negativa de su bancada a prestar conformidad. Pero entonces Amado Boudou cedió la palabra a Gerardo Morales (UCR).
La decisión del vicepresidente molestó al senador kirchnerista, que manifestó que “el cierre de todo debate lo hace el jefe del bloque oficialista”. Por eso, aseguró que no correspondía que volviera a tener la palabra un opositor.
Sin embargo, Boudou lo desafió: “Mire cómo se puede”, dijo. Acto seguido, dejó hablar a Morales.
Finalmente, Pichetto volvió a reiterar que no correspondía habilitar el tratamiento de los proyectos propuestos por el radicalismo porque se estaba sesionando en extraordinarias y el temario está acotado a lo que marcó el Poder Ejecutivo, pero indicó que el oficialismo estaba “dispuesto a debatir” lo referente a la tragedia de Once después del 1 de marzo.
El cruce dejó un halo de tensión en el recinto. “Corresponde que se vote”, dijo Pichetto, visiblemente ofuscado con la situación y tras recapacitar después de algunas horas. “Y por eso se va a votar”, contestó Boudou.
Y eso mismo ocurrió. Al concluir la votación sobre el memorándum, el Senado aprobó por unanimidad un proyecto a través del cual se rinde homenaje a las víctimas de la tragedia de Once.
Fuente: Infobae