Hace tan sólo dos meses, cuando el dólar paralelo había escalado hasta $ 7,20, la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, trató de salir a calmar las aguas, al señalar que se trataba de un fenómeno claramente estacional.
Pero hoy queda claro que existen factores estructurales que pueden más: alentado por las nuevas restricciones al turismo, el blue tocó ayer un récord de $ 8,30 para cerrar en $ 8,27, lo que supone un salto de 19 centavos. Y de cara a la demanda por Semana Santa, el billete podría incluso superar la nueva barrera de $ 8,50, según estiman en el mercado.
Por lo pronto, en la jornada de ayer el blue aumentó 2,5%, con lo cual se podría afirmar que en un sólo día ya absorbió la mitad del nuevo recargo extra del 5% a las compras con tarjeta, mientras se estima que en la jornada de hoy puede llegar a absorberlo por completo o, a lo sumo, mañana o pasado.
Con este incremento, los pasajes de avión (pese al recargo del 20%) siguen estando baratos, ya que en muchos casos se los puede pagar en 12 cuotas sin interés, con lo cual el ahorrista le termina ganando a la inflación. De hecho, un informe de la Universidad Di Tella indicó que las expectativas de inflación en la Argentina asciende al 33,5% para los próximos 12 meses. Es más: el contribuyente que paga sus gastos con tarjeta en el exterior se ahorra un 30% en relación al costo de a adquirir esos billetes en el paralelo, contra solamente el 12% que se ahorraba en septiembre pasado, cuando la AFIP impuso el recargo del 15%.
En este sentido, hay un punto a tener en cuenta: si bien el dólar oficial cotiza a $ 5,10, ése es el precio al que lo tiene sólo el Banco Nación, pues las pizarras de las casas de cambio lo tienen unos centavos más arriba, y los bancos privados suman otros centavos extra. Pero el dólar que figura en el resumen de cuenta de la tarjeta de crédito tiene una cotización más alta, aunque depende de cuál sea el banco emisor: en algunos, cobran una divisa de $ 5,30, con lo cual con el 20% extra el dólar tarjeta termina costando $ 6,36.
Hay que tener en cuenta que, en un mercado donde los bancos están restringidos por el Central para subir comisiones y obligados a prestar un 5% de sus depósitos a tasa subsidiada, este ítem es uno de los pocos donde tienen un margen para ganarse unos puntos, y como al cliente igual le sale mucho más barato que el blue, el precio deja de ser una variable a considerar. El BCRA nunca te va a llamar para ponerte en alerta porque, en definitiva, estás castigando al que gastó plata afuera del país, así que difícilmente en este caso defenderán al cliente, confiesan en un banco.
¿A qué obedece el alza del billete? Por un lado, cada nueva medida restrictiva de la AFIP genera temor y desconfianza en los ahorristas, que ven a los dólares como un refugio seguro, ya que cada vez son menos los que buscan opciones de inversión en pesos. Por otra parte, el gobierno no interviene para hacerlo bajar, aprovechando el efecto de la asunción del Papa, que predomina la agenda mediática, con lo cual la suba del blue pasa a un plano menor. Así, se ahorra los u$s 5 millones que le cuesta hacer frenar el alza, que debe sacarlos de los depósitos en plazos fijos que la ANSeS tiene en el Nación.
Si quiere saber los próximos pasos que dará la AFIP basta chequear la cuenta de Twitter de Eduardo Levy Yeyati, director de Elypsis: En los próximos 12 meses el impuesto a la compra en dólares volverá a subir.
Fuente: El Cronista